P. ¿Qué es la marihuana? ¿Hay diferentes tipos?
R. La marihuana es una mezcla verde, café o gris de hojas, tallos, semillas y flores secas y picadas de la planta conocida como cáñamo (Cannabis sativa). El término “cannabis” se refiere a la marihuana y otras drogas derivadas de la misma planta. Las formas más concentradas de cannabis incluyen la “sin semilla”, el hachís (o “hash”) y el aceite de hachís. Existen muchos nombres para referirse a la marihuana pero, al igual que con otras drogas, estos nombres cambian rápidamente y varían dependiendo del país e inclusive la región del país en donde uno viva. No importa su forma o el nombre que se use, todas las preparaciones de cannabis alteran la función mental (son psicoactivas) ya que todas contienen THC (delta-9-tetrahidrocannabinol) y más de 400 sustancias químicas adicionales.
P. ¿Cómo se consume la marihuana?
R. La mayoría de las personas que la consumen la enrollan en forma de cigarrillo (conocido como “porro”, “canuto” o “churro” en español y “joint” o “nail” en inglés). Algunas personas usan pipas o pipas de agua llamadas “bongs”. Hay quienes mezclan la marihuana con la comida o la usan en forma de infusión o té. Otro método para consumirla es abriendo un cigarro y reemplazando el tabaco por la marihuana, haciendo lo que se conoce como un “blunt”. Algunas veces, los cigarrillos y cigarros de marihuana se remojan con PCP (clorhidrato de fenciclidina) o se mezclan con otras sustancias, incluyendo la cocaína crack.
P. ¿Cuántas personas fuman marihuana?
R. Antes de la década de los sesenta, muchos americanos nunca habían oído hablar de la marihuana, pero hoy en día es la droga ilegal de mayor consumo en los Estados Unidos. Según una encuesta nacional del 2009, más de 104 millones de americanos mayores de 12 años habrían probado la marihuana al menos una vez en su vida, y casi 17 millones de personas la habrían consumido en el mes anterior a la encuesta.
Los investigadores han encontrado que el consumo de la marihuana y otras drogas por lo general llega a su punto máximo entre la adolescencia y los veintitantos años, y luego disminuye. Por lo tanto, el consumo de marihuana entre los jóvenes sigue siendo una preocupación natural de los padres y el foco de la investigación continua, sobre todo en cuanto a su impacto en el desarrollo del cerebro, que continúa en las personas hasta los veintitantos años.
El Estudio de Observación del Futuro del NIDA, que se lleva a cabo anualmente, informa que entre los estudiantes de 8º, 10º y 12º grado se ha visto una disminución en la última década en la mayoría de las categorías de consumo de marihuana. Sin embargo, este descenso se ha estancado en los últimos años, ya que se muestran actitudes más tolerantes sobre los riesgos asociados con el consumo de la marihuana. En el 2009, un 11.8 por ciento de los estudiantes de 8º grado reportaron haber consumido marihuana en el año anterior a la encuesta y el 6.5 por ciento reportaron ser usuarios actuales (es decir, haber consumido marihuana en el mes anterior a la encuesta). Entre los estudiantes del 10º grado, el 26.7 por ciento reportó haber consumido marihuana en el año anterior, mientras que el 15.9 por ciento de los estudiantes reportaron ser usuarios actuales. Las tasas de uso entre los estudiantes de 12º grado fueron aún mayores; un 32.8 por ciento de los estudiantes reportaron haber consumido marihuana en el año anterior a la encuesta y el 20.6 por ciento (o aproximadamente 1 de cada 5) reportaron ser usuarios actuales.
P. ¿Cómo funciona la marihuana?
R. Cuando se fuma la marihuana, sus efectos se sienten casi de inmediato. Esto es porque el THC (el ingrediente psicoactivo de la marihuana) llega rápidamente a todos los órganos del cuerpo, incluyendo al cerebro. Cuando se fuma marihuana, los efectos pueden durar de 1 a 3 horas. Mientras tanto, si se consume en los alimentos, los efectos vienen de manera más lenta y es posible que no duren tanto.
Los efectos de la marihuana se deben a la unión entre el THC y sitios específicos en las células nerviosas del cerebro y de otras partes del cuerpo. Estos sitios son llamados receptores de cannabinoides, ya que fueron descubiertos por los científicos que intentaban comprender cómo ejerce sus efectos la marihuana o cannabis. El THC es químicamente similar a una clase de compuestos químicos que nuestro cuerpo produce de forma natural, llamados endocannabinoides, por lo que la marihuana altera la función normal de ese sistema. Los receptores de cannabinoides se encuentran en áreas del cerebro que influyen el placer, la memoria, el pensamiento, la concentración, el movimiento, la coordinación, el apetito, el dolor, y la percepción sensorial y del tiempo. Debido a la gran influencia de este sistema sobre tantas funciones críticas, no es de extrañar que la marihuana tenga efectos tan diversos, no sólo en el cerebro, sino también sobre la salud general de los usuarios. Algunos de estos efectos están relacionados con la intoxicación aguda, mientras que otros pueden acumularse con el tiempo causando problemas más persistentes, incluyendo la adicción.
P. ¿Cuáles son los efectos de la marihuana a corto plazo?
R. A continuación mencionamos algunos de los efectos agudos que puede producir el consumo de la marihuana:
P. ¿Qué determina cómo la marihuana afecta a una persona? ¿Qué importancia tiene la potencia de la marihuana?
R. Al igual que cualquier otra droga, el efecto que tenga la marihuana sobre una persona depende de varios factores, incluyendo la experiencia previa de esa persona ya sea con esa o con otras drogas, la biología (por ejemplo, los genes), el sexo, la forma de consumir la droga (fumada o por vía oral) y la potencia de la droga. La potencia, que es determinada por la cantidad de THC contenida en la marihuana, últimamente ha recibido mucha atención, ya que la potencia de la marihuana ha tenido un aumento constante.
En el 2009, las concentraciones de THC en la marihuana eran en promedio alrededor del 10 por ciento, en comparación con aproximadamente el 4 por ciento en la década de los ochenta. Esto se basa en el análisis de las muestras de marihuana que confiscan las agencias policiales. ¿Y esto qué significa realmente? Para un consumidor nuevo, puede significar la exposición a concentraciones más altas de THC, con una mayor probabilidad de una reacción adversa o imprevisible. De hecho, el aumento en la potencia de la marihuana podría explicar el aumento en el número de visitas a las salas de emergencia relacionadas con el consumo de marihuana. Para los consumidores experimentados, puede significar un mayor riesgo de adicción si se exponen a dosis altas de manera regular. Sin embargo, todavía no entendemos muy bien toda la gama de consecuencias asociadas con una mayor potencia de la marihuana, ni se sabe si los usuarios de marihuana hacen ajustes en función al aumento de la potencia usando menos cantidad.
P. ¿Puede el consumo de marihuana llevar al consumo de otras drogas?
R. Los estudios a largo plazo sobre los patrones de consumo de drogas de los estudiantes de la secundaria muestran que la mayoría de los jóvenes que consumen drogas, primero probaron la marihuana, el alcohol o el tabaco. Pero también es cierto que muchos jóvenes que consumen marihuana no pasan a usar otras drogas. Está claro que se necesitan más investigaciones para determinar quién corre mayor riesgo. Por ejemplo, el riesgo de que los jóvenes consuman cocaína es mucho mayor para aquellos que han probado marihuana en comparación con aquellos que no la han probado (aunque el consumo de cocaína en adolescentes es bajo en general).
También sabemos por estudios en animales que cuando las ratas son expuestas a los cannabinoides, su sistema de gratificación del cerebro se vuelve menos sensible (o responde menos) a esa droga, lo que significa que se necesita más de la droga para lograr el mismo efecto. Un aspecto importante de este efecto es un fenómeno conocido como tolerancia cruzada (la capacidad de una droga de reducir la capacidad de respuesta hacia otra droga). Este fenómeno fue visto sólo si las ratas que recibieron los cannabinoides eran jóvenes (por ejemplo, adolescentes) al momento de ser expuestas. Impulsados por los resultados de este estudio en animales, los investigadores están examinando la posibilidad de que la exposición temprana a la marihuana (por ejemplo, en la adolescencia) pueda inducir cambios en el cerebro que hagan que una persona sea más vulnerable a la adicción a la marihuana o al riesgo posterior de volverse adictos a otras drogas, como al alcohol, los opioides o la cocaína. Es importante señalar, sin embargo, que las investigaciones no han logrado explicar completamente ninguno de estos efectos complejos que probablemente implican una combinación de factores biológicos, sociales y psicológicos.
P. ¿Fumar marihuana puede causar cáncer de los pulmones?
R. No lo sabemos todavía. Los estudios no han encontrado un mayor riesgo de cáncer de los pulmones en los fumadores de marihuana en comparación con los no fumadores. Sin embargo, el humo de la marihuana sí irrita a los pulmones y aumenta la probabilidad de otros problemas respiratorios a través de la exposición a agentes cancerígenos y otras toxinas. La exposición repetida al humo de la marihuana puede conducir a la tos diaria, y la producción de flema excesiva, mayor frecuencia de enfermedades agudas del pecho y un mayor riesgo de infecciones pulmonares. La marihuana también afecta al sistema inmunológico, a pesar de que aún no están claras las implicaciones para el cáncer. Por otra parte, muchas personas que fuman marihuana también fuman cigarrillos, los cuales sí causan cáncer, y dejar de fumar puede ser más difícil para las personas que también fuman marihuana.
P. Ya que la marihuana es adictiva, ¿produce síntomas del síndrome de abstinencia el dejar de fumarla?
R. Durante muchos años, éste era un tema de debate, pero los investigadores han caracterizado claramente un conjunto de síntomas que muchas de las personas que han consumido marihuana por largo tiempo experimentan cuando dejan de usar la droga. Los síntomas son similares en tipo y en gravedad a los que ocurren cuando se deja de consumir la nicotina e incluyen irritabilidad, dificultad para dormir, ansiedad y deseos de consumir la droga, todo lo cual a menudo causa una recaída. Los síntomas de abstinencia llegan a su punto máximo unos pocos días después de haber consumido la droga por última vez y se disipan en aproximadamente 2 semanas. Si bien, estos síntomas no representan una amenaza inmediata para la salud del usuario, pueden hacer que sea más difícil para el consumidor mantener la abstinencia.
P. ¿Hay tratamientos para las personas adictas a la marihuana?
R. Actualmente, no existen medicamentos aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) para el tratamiento de la adicción a la marihuana, pero se están realizando investigaciones prometedoras para encontrar medicamentos para el tratamiento de los síntomas de abstinencia y para aliviar la ansiedad y otros efectos subjetivos de la marihuana. Hay terapias conductuales similares a las utilizadas para tratar la adicción a otras sustancias. Entre éstas están aumentar la motivación de las personas para que se mantengan en tratamiento, las terapias cognitivo-conductuales para enseñar a los pacientes estrategias para evitar el consumo de drogas y los factores desencadenantes así como enseñar estrategias para manejar el estrés eficazmente. También están los incentivos motivacionales, en los que se proveen vales o premios de pequeñas cantidades de efectivo a los pacientes que logran mantenerse abstemios. Desafortunadamente, las tasas de éxito del tratamiento no son muy altas, lo que indica que la adicción a la marihuana, al igual que otras adicciones, requiere de un enfoque de atención a los enfermos crónicos que varía la intensidad del tratamiento de acuerdo con las necesidades cambiantes de la persona a lo largo del tiempo.
P. ¿Hay otros riesgos relacionados con la marihuana que mi hijo debe conocer?
R. A continuación están algunos riesgos que a usted y a su hijo tal vez no se les hayan ocurrido:
P. ¿Cómo puedo saber si mi hijo ha estado fumando marihuana?
R. Los padres deben estar conscientes de los cambios en el comportamiento de sus hijos, como la falta de cuidado con el aseo personal, los cambios de humor y el deterioro en las relaciones con sus familiares y amigos. Además, los cambios en el rendimiento académico, un aumento en el ausentismo escolar, la pérdida de interés en los deportes u otras actividades favoritas, y cambios en los hábitos de comer o dormir, podrían estar relacionados con el consumo de drogas o podrían indicar que hay otros problemas. Vea el cuadro a continuación para obtener una lista más detallada de las señales de advertencia.
Si alguien ha estado fumando marihuana, es posible que: