La aterosclerosis es una enfermedad en la que la placa se deposita dentro de las arterias. Las arterias son vasos sanguíneos que llevan sangre rica en oxígeno al corazón y a otras partes del cuerpo.
La placa está compuesta por grasas, colesterol, calcio y otras sustancias que se encuentran en la sangre. Con el tiempo, la placa se endurece y estrecha las arterias, con lo cual se limita el flujo de sangre rica en oxígeno a los órganos y a otras partes del cuerpo.
La aterosclerosis puede causar problemas graves, como ataque cardíaco, accidentes cerebrovasculares (derrames o ataques cerebrales) e incluso la muerte.
La aterosclerosis puede afectar a cualquiera de las arterias del cuerpo, incluidas las del corazón, el cerebro, los brazos, las piernas, la pelvis y los riñones. Según las arterias afectadas, pueden presentarse diferentes enfermedades.
La enfermedad coronaria, conocida también como enfermedad de las arterias coronarias, es la principal causa de muerte de hombres y mujeres en los Estados Unidos. Se presenta cuando la placa se deposita en las arterias coronarias. Estas arterias llevan sangre rica en oxígeno al corazón.
La placa estrecha las arterias, con lo cual el flujo sanguíneo del músculo del corazón o músculo cardíaco disminuye. Además, aumenta la probabilidad de que se formen coágulos de sangre en las arterias. Los coágulos de sangre pueden bloquear la circulación de la sangre parcial o completamente.
Si el flujo de sangre que llega al músculo cardíaco está reducido o bloqueado, se puede producir angina (dolor o molestias en el pecho) o un ataque cardíaco.
La placa también puede formarse en las arterias más pequeñas del corazón. Esta enfermedad se conoce como enfermedad coronaria microvascular. En ella la placa no causa bloqueos en las arterias como lo hace en la enfermedad coronaria. (Los Temas de salud contienen un artículo en inglés sobre la enfermedad coronaria microvascular titulado "Coronary Microvascular Disease".)
La enfermedad de las arterias carótidas se presenta si la placa se deposita en las arterias que quedan a ambos lados del cuello (arterias carótidas). Estas arterias llevan sangre rica en oxígeno al cerebro. Si el flujo de sangre que va al cerebro está reducido o bloqueado se puede presentar un accidente cerebrovascular.
La enfermedad arterial periférica se presenta si la placa se deposita en las principales arterias que suministran sangre rica en oxígeno a las piernas, los brazos y la pelvis.
Si el flujo de sangre a estas partes del cuerpo está reducido o bloqueado, la persona puede tener adormecida esa parte del cuerpo, sentir dolor y, a veces, tener infecciones peligrosas.
Puede presentarse enfermedad renal crónica si la placa se deposita en las arterias renales. Estas arterias llevan sangre rica en oxígeno a los riñones.
Con el tiempo, la enfermedad renal crónica causa pérdida lenta del funcionamiento de los riñones. La principal función de los riñones es eliminar los desechos y el exceso de agua del cuerpo.
Las causas de la aterosclerosis no se conocen. Sin embargo, ciertas características, enfermedades o hábitos pueden elevar el riesgo de sufrir la enfermedad. Estas situaciones se llaman factores de riesgo.
Algunos factores, como la falta de actividad física, el hábito de fumar y la alimentación poco saludable, se pueden controlar. Otros no se pueden controlar, como la edad y los antecedentes familiares de enfermedades del corazón.
Algunas personas que tienen aterosclerosis no presentan signos ni síntomas. Tal vez no les diagnostiquen la aterosclerosis hasta después de haber tenido un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
El principal tratamiento para la aterosclerosis son los cambios en el estilo de vida. Es posible que también se necesiten medicinas y procedimientos médicos. Estos tratamientos, junto con la atención médica continua, pueden servirle a la persona para llevar una vida más sana.
Los tratamientos mejorados han reducido la cantidad de muertes por enfermedades relacionadas con la aterosclerosis. Estos tratamientos también han mejorado la calidad de vida de las personas que tienen estas enfermedades. Sin embargo, la aterosclerosis sigue siendo un problema frecuente de salud.
Quizá usted pueda prevenir o retrasar la aterosclerosis y las enfermedades que esta puede causar. Hacer cambios en su estilo de vida y recibir atención médica continua pueden ayudarle a evitar los problemas de la aterosclerosis y a vivir una vida larga y sana.
La causa exacta de la aterosclerosis no se conoce. Sin embargo, se ha visto en estudios que la aterosclerosis es una enfermedad lenta y compleja que puede comenzar en la infancia. A medida que la persona envejece, avanza más rápidamente.
La aterosclerosis puede comenzar cuando ciertos factores causan daños en las capas internas de las arterias. Estos factores son:
La placa puede comenzar a depositarse en el lugar en que las arterias sufrieron daños. Con el tiempo, la placa se endurece y estrecha las arterias. A la larga, una zona de la placa puede romperse.
Cuando esto sucede, unos fragmentos de células llamados plaquetas se adhieren al lugar de la lesión y pueden agruparse para formar coágulos de sangre. Los coágulos estrechan las arterias aún más y limitan el flujo de sangre rica en oxígeno al cuerpo.
Según las arterias que se afecten, los coágulos de sangre pueden empeorar la angina (dolor en el pecho) o causar un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Los investigadores siguen buscando las causas de la aterosclerosis. Esperan hallar respuestas a preguntas como las siguientes:
La enfermedad coronaria (aterosclerosis de las arterias coronarias) es la principal causa de muerte de hombres y mujeres en los Estados Unidos.
La causa exacta de la aterosclerosis no se conoce. Sin embargo, ciertas características, enfermedades o hábitos pueden elevar el riesgo de sufrir la enfermedad. Estas situaciones se llaman factores de riesgo. Cuantos más factores de riesgo tenga usted, más probabilidades tendrá de presentar aterosclerosis.
La mayoría de los factores de riesgo se pueden controlar, con lo cual se previene o retrasa la aparición de la aterosclerosis. Otros factores de riesgo no se pueden controlar.
Aunque la edad y los antecedentes familiares de enfermedad coronaria de aparición temprana son factores de riesgo, eso no quiere decir que usted vaya a tener aterosclerosis si tiene uno o ambos factores de riesgo. El control de otros factores de riesgo puede a menudo disminuir la influencia genética y prevenir la aterosclerosis, incluso en personas de edad avanzada.
Se ha visto en estudios que un número cada vez mayor de niños y adolescentes corre el riesgo de sufrir aterosclerosis. Las causas son varias, entre ellas las crecientes tasas de obesidad infantil.
Los científicos siguen estudiando otros posibles factores de riesgo de la aterosclerosis.
Las concentraciones altas de una proteína llamada proteína C reactiva (PCR) en la sangre pueden elevar el riesgo de sufrir aterosclerosis y ataque cardíaco. Las concentraciones altas de proteína C reactiva indican que hay inflamación en el cuerpo.
La inflamación es la respuesta del organismo frente a una lesión o infección. La lesión de las paredes internas de las arterias parece desencadenar el proceso de inflamación y contribuir al crecimiento de la placa.
El índice de aterosclerosis es menor entre las personas que tienen concentraciones bajas de proteína C reactiva que entre las que tienen concentraciones altas. Se están realizando investigaciones para averiguar si al reducir la inflamación y disminuir las concentraciones de proteína C reactiva se reduce también el riesgo de sufrir aterosclerosis.
Las concentraciones altas de triglicéridos en la sangre también pueden elevar el riesgo de sufrir aterosclerosis, especialmente en las mujeres. Los triglicéridos son un tipo de grasa.
Se están llevando a cabo estudios para averiguar si en el riesgo de presentar aterosclerosis intervienen factores genéticos.
Otros factores también pueden elevar el riesgo de sufrir aterosclerosis. Entre ellos se cuentan:
Por lo general, la aterosclerosis no causa signos ni síntomas hasta que estrecha gravemente una arteria o la bloquea por completo. Muchas personas no saben que tienen la enfermedad hasta que sufren una situación de urgencia médica, como un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Algunas personas pueden tener signos y síntomas de la enfermedad. Los signos y síntomas dependen de las arterias que estén afectadas.
Las arterias coronarias llevan sangre rica en oxígeno al corazón. Cuando la placa estrecha o bloquea estas arterias (en una enfermedad llamada enfermedad coronaria), un síntoma frecuente es la angina. La angina es un dolor o molestia en el pecho que se presenta cuando el músculo cardíaco no recibe suficiente sangre rica en oxígeno.
Se puede sentir como presión o como un dolor que aprieta el pecho. El dolor también puede sentirse en los hombros, los brazos, el cuello, la mandíbula o la espalda. Puede incluso parecerse a la sensación de indigestión. El dolor tiende a empeorar con la actividad y desaparece al descansar. El estrés emocional también puede desencadenar el dolor.
Otros síntomas de la enfermedad coronaria son la dificultad para respirar y las arritmias. Las arritmias son problemas de la rapidez o el ritmo de los latidos del corazón.
La placa también puede formarse en las arterias más pequeñas del corazón. Esta enfermedad se conoce como enfermedad coronaria microvascular. Sus síntomas comprenden angina, dificultad para respirar, problemas para dormir, agotamiento (cansancio) y falta de energía. (Los Temas de salud contienen un artículo en inglés sobre la enfermedad coronaria microvascular titulado "Coronary Microvascular Disease".)
Las arterias carótidas llevan sangre rica en oxígeno al cerebro. Si la placa las estrecha o las bloquea (en una enfermedad llamada enfermedad de las arterias carótidas), usted pueden tener los síntomas de un accidente cerebrovascular o derrame cerebral. Estos síntomas pueden ser:
La placa también se puede depositar en las principales arterias que llevan sangre rica en oxígeno a las piernas, los brazos y la pelvis. Esta enfermedad se llama enfermedad arterial periférica.
Si estas arterias principales están estrechadas o bloqueadas, usted puede tener adormecimiento de esas partes del cuerpo, dolor y a veces infecciones peligrosas.
Las arterias renales llevan sangre rica en oxígeno a los riñones. Si la placa se deposita en ellas usted puede presentar enfermedad renal crónica. Con el tiempo, la enfermedad renal crónica causa pérdida lenta del funcionamiento de los riñones.
En sus inicios, a menudo la enfermedad renal no produce signos ni síntomas. A medida que empeora puede causar cansancio, cambios en la forma en que usted elimina la orina (más frecuentemente o menos frecuentemente), inapetencia, náuseas (ganas de vomitar), hinchazón de las manos o los pies, picazón o adormecimiento y dificultad para concentrarse.
El médico diagnostica la aterosclerosis con base en los antecedentes médicos y familiares del paciente, el examen médico y los resultados de ciertas pruebas.
Si usted tiene aterosclerosis, un médico de atención primaria (por ejemplo, un internista o un médico de familia) puede encargarse de su atención. Si necesita cuidados especiales, su médico puede recomendarle a otros especialistas, por ejemplo:
En este examen el médico le oirá las arterias en busca de un sonido anormal parecido a un susurro que se llama "soplo". El médico puede oír un soplo al colocar el estetoscopio sobre una arteria afectada. Un soplo puede indicar mala circulación de la sangre por depósito de placa.
El médico también puede ver si alguno de sus pulsos (por ejemplo, de la pierna o del pie) es débil o está ausente. La debilidad o ausencia del pulso puede ser un signo de que hay una arteria bloqueada.
El médico puede recomendar una o más pruebas para diagnosticar la aterosclerosis. Estas pruebas también pueden servirle para determinar la extensión de la enfermedad y planificar el tratamiento más adecuado.
En las pruebas de sangre se determinan las concentraciones sanguíneas de ciertas grasas, colesterol, azúcar y proteínas. Las concentraciones anormales pueden indicar que usted corre riesgo de sufrir aterosclerosis.
El electrocardiograma es una prueba sencilla e indolora que detecta y registra la actividad eléctrica del corazón. Muestra qué tan rápido late el corazón y con qué ritmo (estable o irregular). También registra la potencia y la sincronización de los impulsos eléctricos a medida que pasan por cada parte del corazón.
Un electrocardiograma puede mostrar signos de daños cardíacos causados por la enfermedad coronaria. También puede mostrar si hubo un ataque cardíaco o si está sucediendo uno actualmente.
En la radiografía de tórax se obtienen imágenes de los órganos y estructuras que se encuentran dentro del pecho, entre ellos el corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos. La radiografía de tórax puede revelar signos de insuficiencia cardíaca.
Esta prueba compara la presión de la sangre en el tobillo con la presión de la sangre en el brazo para ver qué tan bien está circulando la sangre. Puede servir para diagnosticar la enfermedad arterial periférica.
En la ecocardiografía se usan ondas sonoras para crear una imagen animada del corazón. La ecocardiografía proporciona información sobre el tamaño y la forma del corazón y sobre cómo están funcionando las cámaras y las válvulas.
También puede identificar zonas de mala circulación en el corazón, zonas de músculo cardíaco que no se están contrayendo normalmente y lesiones anteriores del músculo cardíaco causadas por falta de circulación.
La tomografía computarizada crea imágenes generadas por computadora del corazón, el cerebro u otras partes del cuerpo. La prueba puede mostrar el endurecimiento y estrechamiento de las grandes arterias.
La tomografía computarizada del corazón también puede mostrar si se ha depositado calcio en las paredes de las arterias coronarias o arterias del corazón. Esto puede ser un signo temprano de la enfermedad coronaria.
Durante la prueba de esfuerzo usted hará ejercicio para que el corazón trabaje mucho y lata rápidamente mientras se realizan unas pruebas cardíacas. Si no puede hacer ejercicio se le darán medicinas para que el corazón trabaje más y lata más rápidamente.
Cuando el corazón está esforzándose mucho y latiendo con rapidez necesita más sangre y oxígeno. Las arterias estrechadas por la placa no pueden suministrar suficiente sangre rica en oxígeno para satisfacer las necesidades del corazón.
La prueba de esfuerzo puede mostrar posibles signos y síntomas de la enfermedad coronaria, como:
En algunas pruebas de esfuerzo se toman imágenes del corazón cuando usted está haciendo ejercicio y cuando está descansando. Estas pruebas de esfuerzo con imágenes pueden mostrar qué tan bien circula la sangre en distintas partes del corazón y cómo la bombea el corazón al latir.
La angiografía es una prueba en la que se usan un medio de contraste y unos rayos X especiales para mostrar el interior de las arterias. Esta prueba puede mostrar si la placa está bloqueando las arterias y qué tan grave es el bloqueo.
Un tubito delgado y flexible llamado catéter se inserta en un vaso sanguíneo del brazo, la ingle (parte superior del muslo) o el cuello. A través del catéter se inyecta en las arterias un medio de contraste que se puede ver en las imágenes de rayos X. Al mirar la imagen de rayos X el médico puede ver la forma en que la sangre circula por sus arterias.
Se están estudiando otras pruebas para ver si permiten ver mejor el depósito de placa en las arterias. Unas de estas pruebas son la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones.
El tratamiento de la aterosclerosis puede consistir en cambios del estilo de vida, medicinas y procedimientos médicos o cirugía.
Los objetivos del tratamiento son:
Los cambios en el estilo de vida a menudo sirven para prevenir o tratar la aterosclerosis. En algunas personas estos cambios pueden ser el único tratamiento necesario.
Una alimentación saludable forma parte importante de un estilo de vida sano. Consumir una alimentación saludable puede prevenir que se eleven la presión arterial alta y el colesterol o reducir sus valores, si están elevados. También puede ayudarle a mantenerse en un peso saludable.
Si desea información sobre una alimentación saludable, visite el sitio Web Aim for a Healthy Weight (en inglés solamente) del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por su sigla en inglés). Allí encontrará consejos prácticos sobre alimentación saludable, actividad física y control del peso.
Cambios terapéuticos del estilo de vida (Programa TLC). Es posible que su médico le recomiende el programa TLC (Therapeutic Lifestyle Changes) de cambios terapéuticos del estilo de vida si su colesterol es alto. Estos cambios consisten en un programa de tres partes: una alimentación saludable, actividad física y control del peso.
Según la dieta del programa, menos del 7 por ciento de sus calorías diarias deben provenir de grasas saturadas. Este tipo de grasas se encuentra principalmente en algunas carnes, productos lácteos, chocolate, productos de panadería y alimentos fritos y procesados.
Solo entre el 25 y el 35 por ciento de las calorías diarias deben venir de todo tipo de grasas (saturadas, trans, monoinsaturadas y poliinsaturadas).
Además, usted debe consumir menos de 200 mg de colesterol al día. La cantidad de colesterol y los tipos de grasas de los alimentos preparados se encuentran en la etiqueta de información nutricional.
Los alimentos ricos en fibra soluble también forman parte de un plan de alimentación saludable. Estos alimentos impiden la absorción de colesterol en el aparato digestivo. Entre ellos están:
Una alimentación rica en frutas y verduras puede aumentar en la dieta importantes compuestos para bajar el colesterol. Estos compuestos, que se llaman estanoles vegetales o esteroles, funcionan como la fibra soluble.
Una alimentación saludable también contiene algunos tipos de pescado, como el salmón, el atún (fresco o enlatado) y las sardinas. Estos pescados son una fuente excelente de ácidos grasos omega 3, que pueden proteger al corazón de la inflamación y la formación de coágulos de sangre, y disminuir el riesgo de que se presente un ataque cardíaco. Trate de consumir pescado por lo menos dos veces por semana.
Usted también debe tratar de limitar la cantidad de sodio (sal) que consume. Esto significa elegir alimentos y condimentos con bajo contenido de sal o que no la contengan, tanto en la mesa como durante la preparación de las comidas. La etiqueta de información nutricional de los empaques de alimentos muestra la cantidad de sodio que el artículo contiene.
Trate de limitar el consumo de bebidas alcohólicas. El exceso de alcohol eleva la presión arterial y la concentración de triglicéridos. (Los triglicéridos son un tipo de grasa que se encuentra en la sangre.) El alcohol también añade más calorías, lo cual lleva a un aumento de peso.
Los hombres no deben tomar más de dos bebidas alcohólicas al día. Las mujeres no deben tomar más de una bebida alcohólica al día. Un trago equivale a una copa de vino, un vaso de cerveza o una pequeña cantidad de licor.
Si desea más información, consulte el folleto "Your Guide to Lowering Your Cholesterol With TLC" del NHLBI (en inglés solamente).
Plan de alimentación DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension). Es posible que el médico le recomiende el plan de alimentación DASH si usted tiene la presión arterial alta. El plan de alimentación DASH se centra en frutas, verduras, cereales integrales y otros alimentos buenos para el corazón y con bajo contenido de grasa, colesterol y sal.
Este plan de alimentación también se centra en productos lácteos y leche sin grasa o con bajo contenido de grasa, pescado, pollo y nueces. El plan de alimentación DASH aconseja comer menos carnes rojas (incluidas las carnes rojas magras), menos dulces y alimentos a los que se les ha añadido azúcar, y menos bebidas azucaradas. El plan es rico en nutrientes, proteínas y fibra.
Es un plan de alimentación que promueve la salud del corazón, incluso en las personas que no tienen presión arterial alta. Si desea más información, consulte el folleto "Your Guide to Lowering Your Blood Pressure With DASH" del NHLBI (en inglés solamente).
La actividad física que se practica con regularidad puede disminuir muchos factores de riesgo de la aterosclerosis, entre ellos el colesterol LDL (colesterol "malo"), la presión arterial alta y el exceso de peso.
La actividad física también puede reducir el riesgo de sufrir diabetes y puede elevar las concentraciones de colesterol HDL (el colesterol "bueno" que previene la aterosclerosis).
Hable con su médico antes de iniciar un nuevo programa de ejercicio. Pregúntele qué tipo de actividades físicas puede realizar sin peligro y en qué cantidad puede hacerlas.
La salud de una persona se beneficia con dedicar tan solo 60 minutos semanales a una actividad aeróbica moderada. Para obtener mayores beneficios de salud se recomienda realizar por lo menos 150 minutos (2 horas y media) de actividad aeróbica moderada o 75 minutos (1 hora y cuarto) de actividad aeróbica intensa por semana. Entre más activo sea usted, más se beneficiará.
Si desea más información sobre la actividad física, consulte las pautas sobre el tema publicadas por el Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos en "2008 Physical Activity Guidelines for Americans", el artículo "La actividad física y el corazón", de los Temas de salud y el folleto "Your Guide to Physical Activity and Your Heart" del NHLBI (en inglés solamente).
Al mantenerse en un peso saludable se puede disminuir el riesgo de sufrir aterosclerosis. Una buena meta es tratar de lograr un índice de masa corporal (IMC) de menos de 25.
El IMC mide el peso en relación con la estatura y proporciona un cálculo de la grasa corporal total. Usted puede averiguar su IMC con el calculador en línea del NHLBI o pedirle a su médico que le ayude a calcularlo.
Un IMC entre 25 y 29.9 se considera sobrepeso. Un IMC de 30 o más se considera obesidad. Para prevenir y tratar la aterosclerosis hay que fijarse la meta de tener un IMC de menos de 25. El médico o el profesional de salud que lo atiende puede ayudarle a fijarse una meta adecuada de IMC.
Si desea más información sobre cómo bajar de peso y mantenerse en un peso saludable, consulte el artículo "Sobrepeso y obesidad" en los Temas de salud.
Si usted fuma o usa tabaco, deje de hacerlo. El hábito de fumar puede lesionar y estrechar los vasos sanguíneos, y elevar su riesgo de sufrir aterosclerosis. Pregúntele a su médico qué programas y productos pueden ayudarle a dejar el hábito. Además, trate de evitar exponerse al humo que producen las personas que fuman.
Si le cuesta trabajo dejar de fumar sin ayuda, piense en la posibilidad de formar parte de un grupo de apoyo. Muchos hospitales, empresas y grupos comunitarios ofrecen clases para ayudar a dejar de fumar.
Si desea más información sobre cómo dejar de fumar, consulte el artículo Smoking and Your Heart (en inglés solamente) de los Temas de salud y el folleto "Your Guide to a Healthy Heart" (en inglés solamente) del NHLBI.
En investigaciones se ha visto que, entre los factores que pueden causar un ataque cardíaco, el que se menciona con más frecuencia es aquel acontecimiento que causa alteración emocional, especialmente si se trata de uno que implique ira. Además, algunas de las maneras en que la gente lidia con el estrés, como la bebida, el hábito de fumar o el exceso de comida, tampoco son saludables.
Aprender a controlar el estrés, relajarse y lidiar con los problemas puede mejorar la salud emocional y física. Tener personas que lo apoyen y con quienes pueda hablar de sus sentimientos o preocupaciones puede ayudarle a aliviar el estrés.
La actividad física, ciertas medicinas y la terapia de relajación también ayudan a aliviar el estrés. Tal vez le convenga participar en un programa de control del estrés.
Para retardar el avance del depósito de placa el médico puede recetarle medicinas que le bajen el colesterol o la presión arterial. También puede recetarle medicinas para prevenir la formación de coágulos de sangre.
Para que el tratamiento sea exitoso, tómese todas las medicinas como el médico se las recete.
Si usted sufre de aterosclerosis grave, el médico puede recomendarle un procedimiento médico o una cirugía.
La angioplastia coronaria es un procedimiento que se usa para abrir arterias coronarias —arterias del corazón— que estén obstruidas o estrechadas. La angioplastia puede mejorar el flujo de sangre que llega al corazón y aliviar el dolor en el pecho. A veces dentro de la arteria se pone un tubo pequeño de malla llamado endoprótesis vascular o stent para mantenerla abierta después del procedimiento.
La derivación coronaria (bypass) es un tipo de cirugía. En la derivación coronaria o bypass se usan arterias o venas de otras partes del cuerpo para crear un desvío y evitar las arterias coronarias que se han estrechado. La derivación coronaria puede mejorar la circulación de la sangre que llega al corazón, aliviar el dolor en el pecho y posiblemente prevenir un ataque cardíaco. (En los Temas de salud hay un artículo en inglés sobre el tema, titulado "Coronary Artery Bypass Grafting").
La derivación o bypass puede usarse también en las arterias de las piernas. En esta cirugía se usa un vaso sanguíneo sano para crear un desvío alrededor de una arteria estrechada o bloqueada de una pierna. El vaso sanguíneo sano cambia la dirección de la sangre al crear un rodeo que evita la arteria bloqueada, con lo cual se mejora el flujo de sangre que llega a la pierna.
La endoarteriectomía carotídea es una cirugía en la que se retira el depósito de placa de las arterias carótidas del cuello. Este procedimiento restablece el flujo de sangre que llega al cerebro, lo cual puede prevenir un accidente cerebrovascular. (En los Temas de salud hay un artículo en inglés sobre el tema, titulado "Carotid Endarterectomy").
Actuar para controlar los factores de riesgo puede prevenir o retrasar la aterosclerosis y las enfermedades relacionadas con ella. El riesgo que usted corre de sufrirla aumenta en proporción directa al número de factores de riesgo que tenga.
Una medida que usted puede tomar consiste en adoptar un estilo de vida saludable. Una alimentación saludable forma parte importante de un estilo de vida saludable.
Una alimentación saludable contiene variedad de frutas y verduras (entre ellas frijoles y guisantes). También contiene cereales integrales, carnes magras, pollo sin piel, pescado, leche descremada o semidescremada y productos lácteos descremados o semidescremados. Una dieta saludable contiene poco sodio (sal), azúcar añadida, grasas sólidas y granos refinados.
Los programas TLC (Therapeutic Lifestyle Changes) y DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre fomentan una alimentación saludable.
Si tiene sobrepeso o es obeso, colabore con su médico en el diseño de un plan razonable que le permita bajar de peso. El control del peso le ayudará a controlar los factores de riesgo de la aterosclerosis.
Realice tanta actividad física como le sea posible. La actividad física puede mejorar su forma física y su salud. Pregúntele a su médico que tipos de actividad física puede realizar sin peligro.
Si desea más información acerca de la actividad física, consulte el artículo "La actividad física y el corazón", de los Temas de salud, y el folleto "Your Guide to Physical Activity and Your Heart" del NHLBI.
Si fuma, deje de hacerlo. El hábito de fumar puede lesionar y estrechar los vasos sanguíneos, y elevar su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Pregúntele a su médico acerca de programas y productos que puedan ayudarle a dejar el hábito. Además, evite el humo de otros fumadores.
Si desea más información sobre cómo dejar de fumar, consulte el artículo Smoking and Your Heart (en inglés solamente) de los Temas de salud y el folleto "Your Guide to a Healthy Heart" del NHLBI.
Entérese de sus antecedentes familiares de aterosclerosis. Si usted o una persona de su familia tiene una enfermedad relacionada con la aterosclerosis, cuéntele a su médico.
Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes, es posible que también necesite medicinas para controlar los factores de riesgo. Tómese todas las medicinas como le haya indicado el médico.
Si desea más información sobre los cambios en el estilo de vida y las medicinas, consulte "¿Cómo se trata la aterosclerosis?".
Los tratamientos mejorados han reducido la cantidad de muertes por enfermedades relacionadas con la aterosclerosis. Estos tratamientos también han mejorado la calidad de vida de las personas que tienen estas enfermedades.
Adoptar un estilo de vida saludable puede servirle para prevenir o retrasar la aterosclerosis y los problemas causados por ella. Además, el hecho de recibir atención médica continua puede ayudarle a evitar los problemas de la aterosclerosis y vivir una vida larga y sana.
Los investigadores siguen buscando formas de mejorar la salud de las personas que tienen aterosclerosis o que pueden llegar a presentarla.
Si tiene aterosclerosis, colabore con su médico y los demás profesionales de la salud que lo atienden para evitar problemas graves, como el ataque cardíaco y los accidentes cerebrovasculares.
Cumpla el plan de tratamiento y tómese todas las medicinas como el médico le indique. El médico le dirá con qué frecuencia debe ir a consulta o a hacerse pruebas de sangre. Avísele si tiene síntomas nuevos o si sus síntomas empeoran.
Tener una enfermedad relacionada con la aterosclerosis puede causar temor, ansiedad, depresión y estrés. Dígale al médico cómo se siente. También puede ser útil hablar con un consejero profesional. Si se siente muy deprimido, tal vez el médico le recomiende tomar medicinas o hacerse otros tratamientos que puedan mejorar su calidad de vida.
Hay recursos comunitarios que le permiten aprender más acerca de la aterosclerosis. Comuníquese con los departamentos de salud pública locales, con los hospitales y con las organizaciones nacionales de salud que tengan oficinas en la zona para enterarse de los recursos que existen cerca de usted.
Hable sobre los cambios que quiere hacer en su estilo de vida con su familia y sus amigos y con toda persona que pueda darle apoyo o que necesite entender por qué usted está cambiando sus hábitos.
Su familia y sus amigos quizá puedan ayudarle a hacer cambios en su estilo de vida. Por ejemplo, pueden ayudarle a planear comidas más saludables. Como la aterosclerosis tiende a presentarse en varias personas de la misma familia, los cambios en su estilo de vida pueden ayudar también a otros miembros de su familia.
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI) se ha comprometido firmemente a apoyar las investigaciones encaminadas a prevenir y tratar las enfermedades y problemas del corazón, los pulmones y la sangre, así como los trastornos del sueño.
Las investigaciones respaldadas por el NHLBI han conducido a muchos avances en los conocimientos médicos y la atención de los pacientes. Sin embargo, quedan por responder muchos interrogantes acerca de diversas enfermedades y problemas de salud, entre ellos la aterosclerosis.
El NHLBI sigue apoyando las investigaciones que tienen como meta aprender más sobre la aterosclerosis y las enfermedades relacionadas con ella. Por ejemplo, las investigaciones que cuentan con el respaldo del NHLBI abarcan estudios que exploran lo siguiente:
Muchas de estas investigaciones dependen de que haya voluntarios que estén dispuestos a participar en estudios clínicos. Los estudios clínicos ensayan nuevas formas de prevenir, diagnosticar o tratar diversas enfermedades o problemas de salud.
Por ejemplo, los tratamientos nuevos para una enfermedad o problema de salud (medicinas, dispositivos médicos, cirugías o intervenciones) se ensayan en voluntarios que tienen la enfermedad. Los ensayos muestran si un tratamiento es inofensivo y eficaz en seres humanos antes de que se ponga a disposición del público en general.
Al participar en un estudio clínico usted logra tener acceso a nuevos tratamientos antes de que estén al alcance de todo el mundo. Además cuenta con el apoyo de un equipo de profesionales médicos que probablemente controlará su salud atentamente. Incluso si usted no se beneficia directamente de los resultados de un estudio clínico, la información que se reúna en el estudio puede ayudar a otras personas y sumarse a los conocimientos científicos.
Si usted se ofrece como voluntario para participar en un estudio clínico, le explicarán en detalle la investigación. Le hablarán de los tratamientos y pruebas que le pueden hacer y de los beneficios y riesgos que éstos pueden implicar. Se le darán también la oportunidad de hacer preguntas sobre la investigación. Este proceso se conoce como consentimiento informado.
Si usted acepta participar en el estudio, se le pedirá que firme un formulario de consentimiento informado. Este formulario no es un contrato. Usted tiene derecho a retirarse de un estudio en cualquier momento y por cualquier motivo. Además, tiene derecho a enterarse de los nuevos riesgos que surjan durante el estudio o de los descubrimientos que se hagan durante éste.
Si desea más información sobre estudios clínicos relacionados con la aterosclerosis y las enfermedades relacionadas con ella, hable con su médico. También puede visitar los siguientes sitios web para enterarse un poco más acerca de las investigaciones clínicas y para buscar estudios clínicos:
Si desea obtener más información sobre estudios clínicos para niños, visite la página web Children and Clinical Studies del NHLBI.
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El NHLBI actualiza los temas del DCI en un ciclo de cada dos años, basándose en una revisión cuidadosa de los resultados de investigación y de literatura nueva. Según sea necesario, los temas del DCI también se actualizan si se publica nueva e importante investigación. La fecha en cada tema del DCI refleja cuando el contenido fue publicado originalmente o cuando se hizo su última modificación