Revísate la piel una vez al mes.
Revísate todo el cuerpo una vez al mes. Escoge un día y márcalo en el calendario para que no se te olvide.
¡Utiliza los espejos!
El mejor lugar para revisarte tu piel es frente a un espejo en una habitación bien iluminada. El mejor momento es justo después de haberte dado un baño o una ducha.
Examínate la piel de pies a cabeza. Usa un espejo de mano para revisar las partes del cuerpo más difíciles de ver, como la espalda.
Sigue paso a paso estas indicaciones sobre cómo hacerse uno mismo el examen de la piel.