Definición de caso de SFC

Información general

El síndrome de fatiga crónica (SFC) es un trastorno debilitante y complejo que se caracteriza por un cansancio intenso que no mejora con el descanso en la cama y que puede empeorar con la actividad física o mental. Las personas con SFC a menudo realizan actividades a un nivel sustancialmente menor de lo que eran capaces antes de la aparición de la enfermedad. La causa o causas del SFC no han sido identificadas y no se dispone de pruebas diagnósticas específicas. Por lo tanto, para hacer un diagnóstico de síndrome de fatiga crónica, el paciente debe reunir dos criterios:

1. Haber sufrido de fatiga crónica durante al menos seis meses sin tener otras afecciones identificadas (que, entre otras cosas, se manifiestan con fatiga), que hayan sido excluidas por un diagnóstico clínico y
2. Tener simultáneamente cuatro o más de los síntomas siguientes:
   • malestar después de hacer un esfuerzo
   • deterioro de la memoria o de la concentración
   • sueño no reparador
   • dolor muscular
   • dolor en varias articulaciones sin inflamación ni enrojecimiento
   • sensibilidad en los ganglios cervicales o axilares
   • dolor de garganta
   • cefalea

Los síntomas deben haber persistido o reincidido durante 6 meses consecutivos o más desde la aparición de la enfermedad y no deben haber precedido a la fatiga.

Otros síntomas observados frecuentemente en el SFC

• dolor abdominal
• intolerancia al alcohol
• distensión abdominal
• dolor de pecho
• tos crónica
• diarrea
• mareos
• resequedad en la boca o los ojos
• dolor de oídos
• latidos irregulares
• dolor en las mandíbulas
• rigidez por las mañanas
• náuseas
• sudores nocturnos
• problemas psicológicos (depresión, irritabilidad, ansiedad, ataques de pánico)
• dificultad para respirar
• sensaciones en la piel como hormigueo
• pérdida de peso

Estos síntomas no contribuyen al diagnóstico del SFC.

Explicación sobre la modificación de la definición de caso de SFC elaborada en 1988

La definición para el estudio de caso elaborada en 1988 se hizo deliberadamente restringida a sabiendas de que si bien algunos casos de síndrome de fatiga crónica podrían pasarse por alto, aquellos casos que reunieran los criterios constituirían la mejor oportunidad para identificar los rasgos distintivos del trastorno. Esta fue una buena estrategia, aunque limitada, pues claramente su aplicación en una variedad de estudios no ha logrado identificar los rasgos que puedan separar de manera fiable a los pacientes con SFC de los grupos de control sanos. La definición original de caso tenía al menos otra deficiencia importante, ya que no proporcionó las directrices para realizar estudios comparativos del SFC frente a otras enfermedades caracterizadas por una intensa fatiga crónica.

Con el fin de abordar estas fallas, en 1993 fue convocado un grupo de investigadores internacionales en SFC para que revisara la definición del estudio de caso de 1988 y recomendara directrices para la investigación de esta enfermedad. Estas nuevas directrices constituyen una estrategia de investigación para la evaluación, clasificación y agrupación de personas con fatiga. En esencia, los pacientes con fatiga de reciente aparición son clasificados como pacientes con fatiga prolongada (persistente o recurrente durante un mes o más), con fatiga crónica sin causa aparente (seis meses o más) y con SFC (fatiga persistente o recurrente durante seis meses o más, sin causa médica aparente, y que reúnen criterios sintomatológicos específicos). Los pacientes pueden ser catalogados en otros subgrupos según el modo de aparición de la enfermedad (gradual o repentina), la presencia o ausencia de entidades comórbidas (coexistentes), por afecciones o trastornos (como trastornos psiquiátricos), niveles de fatiga, duración de la fatiga, nivel actual de funcionamiento físico y otros criterios de interés epidemiológico o de laboratorio.

Las directrices también recomiendan la realización de exámenes médicos específicos con fines de diagnóstico diferencial y el uso de instrumentos preestablecidos para evaluar trastornos neuropsiquiátricos, niveles de fatiga y el funcionamiento en general.