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Relaciones sexuales dolorosas

Tanto para hombres como para mujeres, el dolor puede ocurrir en el área pélvica durante o poco después de la relación sexual. El dolor puede presentarse en cualquier momento durante la relación sexual, por ejemplo, en el momento de la penetración, la erección o la eyaculación, o después de la actividad sexual.

Finalmente, el continuo dolor puede hacer que una persona pierda interés en cualquier actividad sexual.

El término médico para esto es dispareunia.

Causas comunes

  • Un diafragma que no encaja bien
  • Endometriosis
  • Irritación genital por jabones, detergentes, duchas o productos de higiene femenina
  • Hemorroides
  • Úlceras herpéticas, verrugas genitales u otras infecciones de transmisión sexual (ITS)
  • Relaciones sexuales demasiado pronto después de una cirugía o parto
  • Menopausia
  • Quistes ováricos
  • Prostatitis: inflamación de la próstata
  • Reacción al látex de un diafragma o un condón
  • Abuso sexual o violación
  • Infecciones urinarias
  • Uso de ciertos medicamentos
  • Resequedad vaginal o muy poca lubricación (por ejemplo, por estimulación erótica insuficiente)
  • Infección vaginal
  • Vaginismo

Cuidados en el hogar

Para las relaciones sexuales dolorosas en mujeres después del embarazo:

  • Esperar por lo menos 6 semanas después del nacimiento del bebé para reanudar la actividad sexual.
  • Ser amable y paciente
  • Usar lubricación en la medida de lo necesario

Para la resequedad vaginal o lubricación inadecuada:

  • Ensayar con lubricantes a base de agua
  • Si usted está llegando a la menopausia y los lubricantes no funcionan, consulte con el médico acerca de cremas que contengan estrógenos u otros medicamentos recetados

Para las relaciones sexuales dolorosas ocasionadas por prostatitis:

  • Utilizar baños de asiento
  • Tomar mucho líquido, pero evitar el alcohol y la cafeína
  • Tomar acetaminofeno (paracetamol) o ibuprofeno
  • Tomar antibióticos de acuerdo con la prescripción médica

En los casos de hemorroides, ensaye con los ablandadores de heces. Los antibióticos se pueden requerir para las infecciones urinarias, las infecciones de transmisión sexual o las infecciones vaginales.

Otras causas de relaciones sexuales dolorosas pueden requerir medicamentos prescritos o, muy raras veces, cirugía.

La terapia sexual puede ser útil, especialmente si no se identifica una causa subyacente. En dicha terapia, es posible que sea necesario abordar los sentimientos de culpa, conflictos internos o sentimientos no resueltos acerca de maltratos en el pasado. Lo mejor podría ser que el compañero o pareja también asistiera a la terapia junto con usted.

Se debe llamar al médico si

Consulte con el médico si:

  • Los remedios caseros no están funcionando.
  • Tiene otros síntomas con las relaciones sexuales dolorosas, como sangrado, lesiones genitales, períodos menstruales irregulares, secreción del pene o de la vagina o contracción involuntaria del músculo vaginal.

Si usted ha sido violada sexualmente, informe el delito a la policía y acuda a la sala de urgencias inmediatamente. Consiga un amigo de confianza que la acompañe. NO se cambie de ropa, ni se bañe o duche o ni siquiera se lave las manos antes de la evaluación en la sala de urgencias. La tentación para hacer esto será inmensa, pero es importante que no se pierda ninguna evidencia con el fin de ayudar a encontrar, acusar y sentenciar al sospechoso.

Lo que se puede esperar en el consultorio médico

El médico elaborará la historia médica y llevará a cabo un examen físico.

Las preguntas de la historia clínica pueden ser:

  • ¿Cuándo comenzó a presentarse el dolor o las relaciones sexuales siempre han sido dolorosas?
  • ¿Se presenta el dolor cada vez que se intenta tener relaciones sexuales?
  • ¿También se presenta el dolor en el compañero o compañera?
  • ¿En qué momento durante o después de la relación comienza el dolor? ¿Durante la penetración? ¿Durante la eyaculación?
  • ¿Dónde se presenta específicamente el dolor?
  • ¿Cuáles son sus actitudes hacia el sexo en general?
  • ¿Se ha tenido algún evento traumático en el pasado (violación, maltrato infantil o similares)?
  • ¿Qué medicamentos toma?
  • ¿Qué tipo de enfermedades o trastornos le están tratando?
  • ¿Se ha presentado algún evento emocional significativo recientemente?
  • ¿Alguna vez ha tenido relaciones sexuales sin dolor con su pareja? ¿Con cualquier pareja?

Es mejor acudir al médico junto con la pareja. El examen físico puede incluir una evaluación pélvica (en las mujeres), un examen de próstata (en los hombres) y un examen rectal. Si se sospecha de un problema físico, se ordenan exámenes adecuados.

Los antibióticos, los analgésicos o las hormonas están entre las opciones de tratamiento que se pueden tener en cuenta.

Prevención

  • La buena higiene y los cuidados médicos de rutina ayudarán hasta cierto grado.
  • El preludio y la estimulación erótica adecuada ayudará a garantizar la lubricación apropiada de la vagina.
  • El uso de lubricantes hidrosolubles, como la gelatina K-Y, también puede ayudar. La vaselina no se debe usar como un lubricante sexual, ya que no es compatible con los condones de látex (hace que se rompan), no es hidrosoluble y puede fomentar las infecciones vaginales.
  • Las relaciones sexuales con precaución pueden ayudar a prevenir las infecciones de transmisión sexual.

Nombres alternativos

Dispareunia; Relación sexual dolorosa

Referencias

Bhasin S, Basson R. Sexual dysfunction in men and women. In: Kronenberg HM, Melmed S, Polonsky KS, Larsen PR, eds. Williams Textbook of Endocrinology. 11th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2008:chap 19.

Shafer LC. Sexual disorders and sexual dysfunction. In: Stern TA, Rosenbaum JF, Fava M, Biederman J, Rauch SL, eds. Massachusetts General Hospital Comprehensive Clinical Psychiatry. 1st ed. Philadelphia, Pa: Mosby Elsevier; 2008:chap 36.

Clayton AH, Hamilton DV. Female sexual dysfunction. Psychiatr Clin North Am. 2010 Jun;33(2):323-38.

Heidelbaugh JJ. Management of erectile dysfunction. Am Fam Physician. 2010 Feb 1;81(3):305-12.

Actualizado: 9/11/2010

Versión en inglés revisada por: Linda J. Vorvick, MD, Medical Director, MEDEX Northwest Division of Physician Assistant Studies, University of Washington, School of Medicine; Susan Storck, MD, FACOG, Chief, Eastside Department of Obstetrics and Gynecology, Group Health Cooperative of Puget Sound, Redmond, Washington; Clinical Teaching Faculty, Department of Obstetrics and Gynecology, University of Washington School of Medicine. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, A.D.A.M., Inc.

Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.

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