Busca formas de ayuda para tu adolescente.
Aun cuando tu hijo no esté listo para abrirse y hablar de sus sentimientos, hay cosas que tú puedes hacer. Ayúdale a encontrar recursos en el internet o en la comunidad que le puedan ayudar.
Junto con tu hijo, hagan una lista de otras personas a quienes pueda ir cuando tenga problemas o preguntas, como un maestro, un consejero o un amigo adulto. Asegúrate de que sepa que también puede recibir información de forma anónima (sin tener que dar su nombre).
Recuérdale a tu hijo que tú estás allí siempre que quiera hablar contigo.