Diseminación, contagio y estabilidad de virus en las LAIV

Publicadas para la temporada de influenza 2010-11; adaptadas para la temporada 2012-13

Los datos disponibles indican que tanto los niños como los adultos vacunados con la vacuna viva atenuada en atomizador nasal (LAIV) pueden propagar los virus de la vacuna después de la vacunación, aunque en menor medida de la que ocurre típicamente con la diseminación de los virus de influenza del tipo salvaje. En casos aislados, los virus diseminados de las vacunas se pueden transmitir de los receptores de las vacunas a las personas sin vacunar. Sin embargo, no se han informado enfermedades graves entre las personas sin vacunar que se hayan contagiado sin advertirlo con los virus de las vacunas.

Un estudio realizado entre 197 niños de 8 a 36 meses de edad en un centro de cuidado infantil calculó la capacidad de contagio de los virus de la vacuna de los 98 niños vacunados a los otros 99 niños sin vacunar: el 80% de los receptores de la vacuna diseminó una o más cepas del virus (duración media: 7.6 días). Se recuperó una muestra de la cepa en la vacuna contra la influenza tipo B de un receptor de placebo, y se confirmó que era de un virus de los usados en la vacuna. La muestra tipo B retenía el fenotipo atenuado, adaptado al frío y sensible a la temperatura, y poseía la misma secuencia genética de un virus diseminado de parte del receptor de una vacuna, que se encontraba en el mismo grupo de juegos. El receptor del placebo, de quien se tomó la muestra de la cepa de la vacuna contra la influenza tipo B, tenía síntomas de una enfermedad leve en las vías respiratorias superiores pero no experimentó ningún efecto clínico grave. En la población de este centro de cuidado infantil, la probabilidad de adquirir un virus de la vacuna después de estar en contacto cercano con un receptor de LAIV fue del 1%--2%.

Los estudios que calculan si los virus de las vacunas se diseminan o no se han basado en cultivos virales o en la detección de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) de virus de la vacunas de aspirados nasales de personas que han recibido LAIV. Entre 345 individuos de entre 5 y 49 años, el 30% tenía virus detectables en las secreciones nasales, obtenidas de hisopados nasales después de recibir la LAIV. La duración de la diseminación del virus y la cantidad de virus diseminados era inversamente proporcional a la edad, y la diseminación máxima ocurría dentro de los 2 días después de la vacunación. Los síntomas que se informaron después de la vacunación (incluidos congestión nasal, dolor de cabeza y dolor de garganta) no se correlacionaban con la diseminación del virus. Otros estudios más pequeños han informado hallazgos similares. Se detectaron cepas de virus de las vacunas en secreciones nasales en uno (2%) de 57 adultos con VIH que recibieron la LAIV, en ninguno de 54 participantes sin VIH, y en tres (13%) de 23 niños con VIH, en comparación con (28%) de 25 niños sin VIH. Ninguno de los participantes de este estudio tuvo virus detectables después de 10 días de haber recibido la LAIV. En estos estudios no se calculó la posibilidad de contagio de virus de las vacunas de persona a persona.

En los ensayos clínicos, los virus aislados de receptores de vacunas han retenido sus fenotipos atenuados. En un estudio se recolectaron especímenes de hisopados nasales y faríngeos de 17 participantes del estudio, durante 2 semanas después de haber recibido la vacuna. Se analizaron las muestras de los virus mediante varias técnicas genéticas. Todas las muestras retuvieron el genotipo LAIV después de duplicarse en el huésped humano, y todas retuvieron los fenotipos adaptados al frío y sensibles a la temperatura. Un estudio realizado en un entorno de cuidado infantil demostró que ocurrió un cambio genético limitado en las cepas de LAIV, luego de la duplicación, en los receptores de la vacuna.