9. Busca ayuda si la necesitas.
Si tu estrés no se va o si empeora, es posible que necesites ayuda. Con el tiempo, el estrés puede llevar a problemas graves de la salud como la depresión, la ansiedad o el trastorno de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés).
Un profesional de la salud mental (como un psicólogo o un trabajador social) te puede ayudar a tratar estos problemas, ya sea con medicamentos o con un tipo de terapia llamada psicoterapia, en la que hablas de tus problemas.
Muchas personas necesitan ayuda para controlar el estrés, así que no hay razón para sentirse avergonzado.