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¿Por qué las personas toman alucinógenos?

Las drogas alucinógenas han desempeñado un papel en la vida humana durante miles de años. Las culturas desde los trópicos hasta el ártico han usado las plantas para inducir estados de aislamiento de la realidad y para precipitar "visiones" que creen que causan clarividencias místicas. Estas plantas contienen compuestos químicos, como la mezcalina, la psilocibina y la ibogaína, que son estructuralmente similares a la serotonina y producen sus efectos al alterar el funcionamiento normal del sistema de serotonina. Históricamente, las plantas alucinógenas se utilizaban sobretodo para rituales sociales y religiosos y su disponibilidad estaba limitada por el clima y las condiciones de la tierra necesarias. Después del desarrollo de la LSD, un compuesto sintético que puede ser fabricado en cualquier parte, el abuso de los alucinógenos se hizo más amplio y desde los años sesenta aumentó dramáticamente. Toda la LSD fabricada en este país está destinada a usos ilegales ya que la LSD no tiene ningún uso médico aceptado en los Estados Unidos.

En 1938, el químico Albert Hofmann, mientras trabajaba en los laboratorios farmacéuticos de la Corporación Sandoz en Suiza, sintetizó la LSD por primera vez. Estaba realizando investigaciones relacionadas con los posibles usos médicos de varios compuestos del ácido lisérgico derivado del ergot, un hongo que se produce en la hierba del centeno. En su búsqueda de compuestos con valores terapéuticos, Hofmann creó más de dos docenas de moléculas sintéticas derivadas del ergot. La número 25 la nombraron en alemán, Lyserg-Saure-Diathylamid 25. Cinco años después de que creó la droga por primera vez, Hofmann accidentalmente ingirió una cantidad pequeña y experimentó una serie de efectos sensoriales aterradores:

"Mis alrededores...se transformaron en formas aún más espeluznantes. Todo en la habitación giraba y los objetos familiares y los muebles asumieron formas grotescas y amenazadoras. Estaban en movimiento continuo y animado, como si estuvieran impulsados por una inquietud interna....Aún peor que estas transformaciones diabólicas del mundo exterior eran las alteraciones que yo sentía en mí, en mi propio ser. Toda ejecución de mi voluntad, todo intento de terminar la desintegración del mundo exterior y la disolución de mi ego, parecía un esfuerzo perdido. Un demonio me había invadido, se había apoderado de mi cuerpo, de mi mente y de mi alma"

Características físicas de la LSD

La LSD es un material claro o blanco, inodoro, y soluble en el agua, sintetizado del ácido lisérgico, un compuesto derivado del hongo del centeno. La LSD es la droga más potente que se conoce que altera el estado de ánimo y la percepción. Dosis orales tan bajas como 30 microgramos pueden producir efectos que duran de 6 a 12 horas.

La LSD inicialmente se produce en forma cristalina. El cristal puro se puede moler para hacerlo polvo y mezclarlo con agentes ligantes para producir tabletas que se conocen como "micro-puntos" o "tripis" ("microdots," en inglés), o cuadrados delgados de gelatina llamados "ventanales" ("window panes," en inglés). Con más frecuencia, la LSD se disuelve, se diluye, y se aplica al papel y a otros materiales. La forma más común de la LSD se llama "blotter acid" en inglés (papel secante con ácido), y consiste en hojas de papel impregnadas con LSD y perforadas en unidades cuadradas de 1/4 de pulgadas, cada una representando una dosis individual. Las variaciones en la fabricación y la presencia de contaminantes pueden resultar en que los colores de la LSD vayan desde incoloro o blanco en su forma más pura, a café o hasta negro. Aún la LSD sin contaminar comienza a degradarse y a descolorarse poco tiempo después de ser fabricada y los distribuidores de la droga a menudo la aplican a papeles de colores para dificultar que el comprador pueda determinar su pureza o edad.

Estructura de la serotonina y alucinógenos selectos Estructura de la serotonina y alucinógenos selectos

Los efectos de la LSD

Todavía no está claro cuál es el mecanismo exacto por el cual la LSD altera las percepciones. Los resultados de los estudios de laboratorio sugieren que la LSD, al igual que las plantas alucinógenas, actúan sobre ciertos grupos de receptores de serotonina conocidos como los receptores 5-HT2, y que sus efectos son más prominentes en dos regiones del cerebro: una, la corteza cerebral, el área involucrada en el estado de ánimo, la cognición y la percepción; y la otra, el locus ceruleus, que recibe las señales sensoriales de todas las partes del cuerpo y que ha sido descrito como "el detector de novedades" del cerebro debido a importantes estímulos externos.

Los efectos de la LSD típicamente comienzan entre 30 a 90 minutes después de ser ingerida y pueden durar hasta 12 horas. Los usuarios se refieren a la LSD y a otras experiencias alucinógenas como "viajes" y a las experiencias adversas agudas como "viajes malos". Aunque la mayoría de los viajes con LSD incluyen aspectos tanto placenteros como desagradables, los efectos de la droga son impredecibles y pueden variar con la cantidad ingerida y la personalidad, el estado de ánimo, las expectativas y los alrededores del usuario.

Los usuarios de la LSD pueden experimentar algunos efectos fisiológicos, como un aumento en la presión arterial y en el ritmo cardiaco, mareo, inapetencia, sequedad bucal, sudoración, nausea, entumecimiento, y temblores, pero los principales efectos de la droga son emocionales y sensoriales. Las emociones del usuario pueden variar rápidamente dentro de un rango que va desde el miedo hasta la euforia con transiciones tan rápidas que le puede parecer al usuario que experimenta varias emociones simultáneamente.

La LSD también tiene efectos dramáticos sobre los sentidos. Los colores, los olores, los sonidos y otras sensaciones parecen intensificarse agudamente. En algunos casos, las percepciones sensoriales pueden combinarse en un fenómeno conocido como sinestesia, en el que una persona parece oír o sentir los colores y ver los sonidos.

Las alucinaciones distorsionan o transforman las formas y los movimientos, y pueden dar lugar a una percepción de que el tiempo pasa muy lentamente o de que el cuerpo del usuario está cambiando de forma. En algunos viajes, los usuarios experimentan sensaciones que son agradables y mentalmente estimulantes y que producen una sensación de un entendimiento realzado. Los viajes malos, sin embargo, incluyen pensamientos aterradores como de pesadilla y sentimientos de ansiedad y desespero que incluyen el miedo de volverse loco, de morirse o de perder el control.

Los usuarios de LSD rápidamente desarrollan un alto grado de tolerancia a los efectos de la droga. Después de un uso repetido, necesitan dosis cada vez mayores para lograr efectos similares. La LSD también produce tolerancia a otras drogas alucinógenas como a la psilocibina y la mezcalina, pero no a las drogas como la marihuana, las anfetaminas y el PCP, que no actúan directamente sobre los receptores de serotonina afectados por la LSD. La tolerancia a la LSD dura poco y se pierde si el usuario deja de usar la droga varios días. No hay evidencia de que la LSD produzca síntomas físicos de abstinencia cuando se descontinúa el uso crónico.

Dos efectos a largo plazo han sido asociados con el uso de la LSD: una psicosis persistente y el trastorno perceptivo persistente por alucinógenos (HPPD, por sus siglas del inglés "Hallucinogen Persisting Perception Disorder"), conocido más comúnmente como "flashbacks", es decir, la reaparición espontánea de sensaciones similares a experiencias vividas cuando se usó la droga. No se conocen las causas de estos efectos, que en algunos usuarios ocurren después de una sola experiencia con la droga.

Psicosis. Los efectos de la LSD pueden ser descritos como una psicosis inducida por las drogas, es decir, una distorsión o desorganización de la capacidad de la persona para reconocer la realidad, pensar racionalmente, o comunicarse con los demás. Algunos usuarios de LSD experimentan efectos sicológicos devastadores que persisten después de que el viaje ha terminado, produciendo un estado similar a la psicosis que dura largo tiempo. La psicosis persistente inducida por la LSD puede incluir cambios dramáticos de ánimo, cambios que van de la manía a una depresión profunda, perturbaciones visuales vívidas y alucinaciones. Estos efectos pueden durar por años y pueden afectar a personas que no tienen historia alguna ni otros síntomas de trastornos psicológicos.

Trastorno perceptivo persistente por alucinógenos. Algunos ex-usuarios de LSD informan haber tenido experiencias conocidas coloquialmente como "flashbacks", y que los médicos llaman "HPPD". Estos episodios son ocurrencias espontáneas, repetitivas, y a veces continuadas de algunas de las distorsiones sensoriales originalmente producidas por la LSD. La experiencia puede incluir alucinaciones, pero más a menudo consiste en perturbaciones visuales como ver un movimiento falso en los costados del campo visual, destellos brillantes o de colores, o aureolas o colas de luces adheridas a objetos en movimiento. Esta condición típicamente persiste, y en algunos casos se mantiene por años sin modificarse, después de que la persona ha dejado de usar la droga.

Ya que los síntomas del HPPD se pueden confundir con aquellos de otros trastornos neurológicos, como los de una apoplejía o un tumor cerebral, las personas afectadas pueden consultar con una variedad de médicos antes de que el trastorno sea correctamente diagnosticado. No hay un tratamiento establecido para el HPPD, aunque algunas drogas antidepresivas pueden reducir los síntomas. La psicoterapia puede ayudar a los pacientes a adaptarse a la confusión asociada con la distracción visual, y a minimizar el miedo, que algunos expresan, de que están sufriendo un daño cerebral o un trastorno psiquiátrico.

Página actualizada en junio del 2003