SP093, April 2008


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El virus de la hepatitis B durante el embarazo

La infeccion por el virus de la hepatitis B es un problema especial para las mujeres embarazadas. Una mujer embarazada no solo enfrenta los riesgos de la hepatitis para ella, sino que tambien podria transmitirle el virus a su bebe. Aproximadamente 1 de cada 500 a 1,000 mujeres embarazadas tiene hepatitis al dar a luz. Es posible que otras esten infectadas pero que no muestren ninguna senal.

Este folleto le explicará:

  • Cómo el virus de la hepatitis B puede afectar su embarazo
  • Cómo se realizan las pruebas
  • Cómo se puede prevenir el virus

 

 

La infección por el virus de la hepatitis B puede perjudicarle la salud. La prueba es una manera segura y fácil de determinar si ha sido infectada por el virus.
Los efectos de la infección por el virus de la hepatitis B

 

El virus de la hepatitis B es uno de varios virus que atacan y afectan al hígado. (Otros tipos incluyen la hepatitis A, hepatitis C y hepatitis D). El hígado es un órgano ubicado en la parte superior de su abdomen.

El virus de la hepatitis B se propaga de persona a persona mediante fluidos corporales infectados. Entre estos fluidos corporales están:

  • La sangre
  • El semen
  • Los fluidos vaginales
  • La saliva


El virus puede propagarse mediante el contacto sexual. También puede transmitirse a una persona que entre en contacto con la sangre de otra persona infectada. Eso puede ocurrir de muchas maneras distintas; por ejemplo, al compartir agujas de inyección de drogas con alguien que esté infectado con el virus. También puede transmitirse durante el parto.

Las personas infectadas corren el riesgo de desarrollar muchos problemas médicos. El virus infecta el hígado y ocasiona hepatitis crónica (de largo plazo). La hepatitis crónica es potencialmente fatal. Las personas con hepatitis crónica tienen mayores probabilidades de desarrollar ciertos tipos de enfermedad del hígado, como cirrosis (endurecimiento) y cáncer del hígado.

Los síntomas de la hepatitis pueden incluir:

  • Fatiga
  • Pérdida del apetito
  • Náuseas
  • Ictericia (tono amarillo en la piel y los ojos)
  • Orina oscura
  • Dolor en el hígado
  • Dolores musculares


La mayoría de las personas que contraen hepatitis desarrollan inmunidad a la enfermedad cuando ésta ha corrido su ciclo. En esa etapa ya no pueden contagiársela a otras personas.

Algunas personas infectadas con el virus no desarrollan la inmunidad, aunque no muestran señales de la infección. Esas personas se denominan portadoras. Aún pueden transmitir el virus a otras personas aunque ellas mismas ya no tienen ningún síntoma. Una mujer portadora puede transmitirle el virus a su bebé durante el alumbramiento. Algunas veces los portadores se enferman más adelante en sus vidas.

Los efectos durante el embarazo

Cuando una mujer embarazada se infecta con el virus de la hepatitis B, existe la probabilidad de que ella infecte al feto. Dependiendo de cuándo ocurra la infección, el bebé podría adquirir el virus. Si ocurre en la etapa temprana del embarazo, el bebé tiene menos de un 10% de probabilidad de adquirir el virus. Si ocurre en una etapa avanzada del embarazo, existe hasta un 90% de probabilidad de que el bebé se infecte.

La hepatitis puede ser grave en los bebés. Puede poner en peligro sus vidas. Aun bebés que parecen estar sanos podrían correr el riesgo de desarrollar problemas médicos graves.

Los recién nacidos infectados tienen un riesgo alto (hasta un 90%) de convertirse en portadores. Ellos también pueden transmitirles el virus a otras personas. Cuando llegan a adultos, estos portadores tienen un 25% de riesgo de morir de cirrosis o cáncer del hígado.

Prueba para detectar el virus

Un análisis de sangre puede determinar si una persona ha sido infectada por el virus de hepatitis B. Para la prueba se toma una pequeña muestra de sangre y se analiza para detectar una proteína especial que se denomina antígeno y se encuentra en la sangre infectada con el virus.

Si el resultado de su prueba es negativo, significa que no estaba infectada con el virus cuando se realizó el análisis. Si el resultado de su prueba es positivo, significa que está infectada con el virus y podría infectar a otros. Si está embarazada, eso incluye a su bebé.

Su médico querrá realizar otras pruebas para determinar si su hígado aún está saludable. Un resultado de prueba positivo significa que sus hijos, su(s) pareja(s) sexual(es) y otras personas que vivan con usted corren el riesgo de infección. Se les debe informar sobre las pruebas y las vacunas. Ellos tendrán que decidir si se las realizan.

Todas las mujeres embarazadas deben realizarse la prueba de detección del virus. Debe realizarse en una etapa suficientemente temprana del embarazo para tener tiempo de preparar el tratamiento del bebé y realizar pruebas a otros miembros de la familia si el resultado el positivo.

Prevención del virus de la hepatitis B

Hay medidas que puede tomar para tratar de prevenir la infección por el virus de la hepatitis B. Lo primero que puede hacer es practicar el sexo seguro. El uso de condones durante las relaciones sexuales ayuda a prevenir la infección por el virus de hepatitis B, así como otras enfermedades de transmisión sexual (venéreas) como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que es el virus que causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

No comparta agujas para inyectarse drogas. El compartir agujas aumenta en gran medida sus probabilidades de adquirir el virus.

Otra manera de prevenir el virus es ponerse la vacuna contra el virus de la hepatitis B. Una vacuna es un tipo de medicamento que se administra, en forma de inyección en la mayoría de los casos, para evitar contraer cierto tipo de enfermedad. La vacuna de la hepatitis B desencadena la reacción inmunológica del cuerpo para producir anticuerpos. Entonces, esos anticuerpos combaten el virus si usted queda expuesta. La vacuna no protege contra otros tipos de hepatitis y no ayudará a las personas que ya están infectadas con el virus de la hepatitis B.

 

Es seguro administrar esta vacuna durante el embarazo. No hay riesgo de contraer hepatitis u otras enfermedades, como el SIDA, mediante la vacuna. Se administra en tres dosis: a la primera dosis le sigue la segunda dosis al cabo de un mes, y la tercera dosis al cabo de seis meses.

En algunos casos su médico también podría administrarle inmunoglobulina de hepatitis B (IGHB). ésta contiene anticuerpos contra el virus. La protegerá contra el virus hasta que la vacuna desencadene la producción de sus propios anticuerpos. La IGHB también puede usarse durante el embarazo.

Cualquier persona puede infectarse con el virus de la hepatitis B. No obstante, algunas personas corren un mayor riesgo de infección (ver el cuadro). Todos los adolescentes de 13 a 18 años de edad que no hayan recibido la vacuna deben ponérsela para protegerse a sí mismos, a sus parejas sexuales y a los hijos que puedan tener en el futuro.

¿Quiénes corren el riesgo? Algunas personas corren un mayor riesgo de contraer el virus de la hepatitis B. Es posible que tenga que vacunarse si tiene uno o varios de estos factores de riesgo:
  • Se inyecta drogas ilegales
  • Obtiene atención médica para una enfermedad de transmisión sexual
  • Está infectada con el VIH
  • Ha tenidos varias parejas sexuales durante los últimos 6 meses
  • Trabaja en una profesión médica o de seguridad pública
  • Vive o tiene relaciones sexuales con una persona infectada con el virus
  • Vive o trabaja en un hogar de personas discapacitadas
  • Tiene ciertos tipos de problemas del hígado o los riñones
  • Ha recibido tratamiento (factores coagulantes) por un problema de sangrado
  • Viaja a países en los que la infección por VHB es común
  • Está en la cárcel

Todos los bebés deben recibir la vacuna contra el virus de hepatitis B. Si está embarazada y tiene el virus, su bebé recibirá la IGHB poco después de nacer. Su bebé también recibirá la primera dosis de la vacuna. Más adelante le administrarán otras dos dosis de la vacuna, una al mes o los dos meses de nacido, y una a los seis meses de nacido. Este plan es una manera eficaz de evitar que los bebés se conviertan en portadores del virus de la hepatitis B.

Si el resultado de su prueba fue negativo, su bebé deberá recibir la primera dosis de la vacuna antes de que los den de alta del hospital. Si no se le puede administrar entonces, se le debe administrar durante los primeros dos meses de nacido. Consulte con el médico del bebé para ver cuándo se deben administrar la segunda y tercera dosis.

Si no le hicieron la prueba, su bebé debe recibir la primera dosis de la vacuna y se le debe realizar la prueba a usted. El resto del tratamiento de su bebé dependerá de si el resultado de su prueba es positivo o negativo.

Por último...

La infección por el virus de la hepatitis B puede perjudicarle la salud. La prueba es una manera segura y fácil de determinar si ha sido infectada por el virus. Si tiene un resultado de prueba negativo pero corre un riesgo mayor de contraer el virus, debe recibir la vacuna contra el virus de la hepatitis B para protegerse.

La infección por el virus también puede perjudicar a su bebé. Por ese motivo, todas las mujeres embarazadas deben realizarse la prueba de detección del virus. Si el resultado de su prueba es positivo, su bebé recibirá tratamiento justo después de nacer. Todos los recién nacidos deben recibir la vacuna.

Glosario

Anticuerpos: proteínas que se encuentran en la sangre y se producen como reacción a sustancias extrañas como bacterias y virus que causan infecciones.

Antígeno: Una sustancia, como un organismo que causa infección o una proteína presente en la superficie de los glóbulos sanguíneos, que puede inducir una respuesta inmunológica y causar la producción de un anticuerpo.

Cirrosis: Una enfermedad ocasionada por la pérdida de células del hígado, las cuales son reemplazadas por tejido cicatrizado que impide la función del hígado.

Inmunoglobulina de hepatitis B (IGHB): Una sustancia que se administra para proteger temporalmente contra la infección por el virus de la hepatitis B.

Enfermedades de transmisión sexual (STD, por sus siglas en inglés): Enfermedades que se propagan por contacto sexual; entre ellas, la infección por clamidia, la gonorrea, las verrugas genitales, el herpes, la sífilis y la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH, la causa del síndrome de inmunodeficiencia humana adquirida [SIDA]).

Este folleto de educación de pacientes fue elaborado bajo dirección del Comité de educación de pacientes del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists). Diseñado como instrumento de ayuda para los pacientes, el mismo presenta información y opiniones actuales relacionadas con la salud femenina. El nivel promedio de dificultad de lectura de esta serie, basado en la fórmula de Fry, es de 6to a 8vo grado escolar. El instrumento de Evaluación de Idoneidad de los Materiales (Suitability Assessment of Materials [SAM]) clasifica la calidad de los folletos como “superior”. Para garantizar que la información esté al día y sea precisa, los folletos se revisan cada 18 meses. La información de este folleto no especifica ningún curso exclusivo de tratamiento o procedimiento que deba seguirse y no debe interpretarse que la misma excluye otros métodos de práctica aceptables. Las variaciones que tomen en cuenta las necesidades individuales de la paciente, sus recursos y las limitaciones particulares de la institución o el tipo de práctica pueden estar indicadas.

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