Haz preguntas.
Dales a tus hijos el tiempo y la oportunidad para que hablen de sus sentimientos y sobre lo que piensan. Es bueno que les preguntes sobre sus opiniones. Escucha a tus hijos, aun cuando tengan una opinión que no te agrada.
Intenta hacer preguntas como, por ejemplo:
Siempre toma en serio los valores y las opiniones de tus hijos, ya que así les mostrarás que respetas lo que dicen.