Tú te sentirás mejor.
El cuerpo comienza a sanarse tan pronto como dejas de fumar. Aquí hay algunos ejemplos de cómo te sentirás mejor:
- Será más fácil respirar.
- Mejorarán tus sentidos del gusto y del olfato.
- Tendrás más energía.
- Tus pulmones se harán más fuertes, por lo que te será más fácil ser activo.
- Tendrás menos tos y sibilancias (problemas al respirar).