¿Qué debo decirles a mis hijos y cuándo?
Los niños tienen diferentes dudas sobre el sexo según la edad que tengan. También su capacidad para comprender los conceptos es distinta, como ocurre con la capacidad de concentración. Si su hijo de cinco años le pregunta: “¿Qué significa dar a luz?”, es posible que su respuesta sea: “Cuando un bebé sale de la barriga de la mamá”. Si su hijo de 10 años le hace la misma pregunta, su repuesta será más detallada y probablemente comience diciendo: “Después de que un bebé crece durante nueve meses en el útero de la mujer…”.
Los preadolescentes y los adolescentes frecuentemente pasan mucho tiempo preguntándose si son “normales”. Podemos ayudarlos a comprender que es "normal" que las personas sean diferentes. De hecho, la lección más importante que podemos enseñarles a nuestros hijos es simplemente esa: que ser diferentes es normal.
Cuando los padres se preguntan cuántos detalles deben darles a sus hijos, deben tener en cuenta el nivel de comprensión de su hijo. Leer acerca de lo que los niños necesitan saber según su edad puede ayudarlo a decidir lo que es adecuado para la edad de su hijo. Leer sugerencias para hablar con sus hijos sobre la sexualidad y cómo responder a sus preguntas también puede resultar muy útil.
Hay algo que sí es cierto: si un niño es lo suficientemente grande y tiene suficiente conocimiento como para hacer una pregunta, entonces ese niño es lo suficientemente grande como para recibir una respuesta sincera. Los niños con retrasos en el desarrollo y discapacidades también merecen respuestas sinceras en palabras que ellos puedan comprender.
Hable con sus hijos sobre sus creencias y por qué las sigue. Comparta sus valores con ellos. Muchos estudios muestran que los adolescentes se ven afectados por los valores de los padres. Cuando sus padres comparten sentimientos positivos sobre los métodos anticonceptivos, los adolescentes están más predispuestos a usar métodos anticonceptivos al tener relaciones sexuales. Cuando los padres tienen sentimientos negativos sobre el embarazo adolescente, las adolescentes están menos predispuestas a dar a luz.
Tómese su tiempo para comprender sus propios valores, sentimientos y creencias. Encuentre a un amigo que lo escuche y lo ayude a aclarar sus pensamientos y sentimientos. Nunca pretenda que sus valores son hechos reales, por ejemplo, decir “No se puede confiar en los hombres al momento de tener una cita” no es un hecho real sino un juicio de valor. Sus hijos comprenderán esto y dejarán de escuchar sus valores y de confiar en la información que les dé.
Recuerde que sus hijos aprenden a través de la observación, de manera que la forma en que usted se expresa por medio de sus gestos es tan importante como lo que dice. Por ejemplo, mostrar cariño con un abrazo o un beso les demuestra que usted es una persona abierta y que valora la estrecha relación que comparten.
Intente no hablar sólo de los aspectos potencialmente negativos de la sexualidad, como por ejemplo de las infecciones de transmisión sexual. Hable también de los aspectos positivos como la intimidad, el respeto mutuo, el placer sexual y también los beneficios que el sexo ofrece a la salud. Por ejemplo, puede hablar sobre la emoción de enamorarse de su pareja. |