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Leucemia mieloide aguda en adultos: Tratamiento (PDQ®)

  • Actualizado: 10 de agosto de 2012

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Información general sobre la leucemia mieloide aguda en adultos



La leucemia mieloide aguda (LMA) en adultos es un tipo de cáncer por el que la médula ósea produce, de manera anormal, mieloblastos (un tipo de glóbulo blanco), glóbulos rojos o plaquetas.

La leucemia mieloide aguda (LMA) en adultos es un cáncer de la sangre y la médula ósea. Este tipo de cáncer generalmente empeora rápidamente si no se administra tratamiento. Es el tipo más común de leucemia aguda en adultos. La LMA se conoce también se llama leucemia mielógena aguda, leucemia mieloblástica aguda, leucemia granulocítica aguda y leucemia no linfocítica aguda.

Normalmente, la médula ósea produce células madre sanguíneas (células inmaduras) que, con el tiempo, se vuelven células sanguíneas maduras. Una célula madre sanguínea se puede convertir en una célula madre mieloide o una célula madre linfoide. Una célula madre linfoide se vuelve un glóbulo blanco.

Una célula madre mieloide se vuelve uno de los tres tipos siguientes de células sanguíneas maduras:

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Evolución de una célula sanguínea; el dibujo muestra el proceso por el que pasa una célula madre sanguínea para convertirse en un glóbulo rojo, una plaqueta o un glóbulo blanco. Este dibujo muestra una célula madre mieloide que se convierte en un glóbulo rojo, una plaqueta, o un mieloblasto, el cual luego se convierte en un glóbulo blanco. También muestra una célula  madre linfoide que se convierte en un linfoblasto y luego en uno de varios tipos diferentes de glóbulos blancos.
Evolución de una célula sanguínea. Una célula madre sanguínea pasa por varias etapas para convertirse en un glóbulo rojo, una plaqueta o un glóbulo blanco.

En la LMA, las células madre mieloides habitualmente pasan a ser un tipo de glóbulos blancos inmaduros que se llaman llamados mieloblastos (o blastocitos mieloides). Los mieloblastos en la LMA son anormales y no se convierten en glóbulos blancos sanos. En la LMA, a veces hay demasiadas células madre que pasan a ser glóbulos rojos o plaquetas anormales. Estos glóbulos blancos, glóbulos rojos o plaquetas anormales también se llaman células o blastocitos leucémicos. Las células leucémicas se acumulan en la médula ósea y la sangre y dejan menos lugar para los glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas sanos. Cuando ocurre esto, se puede presentar infección, anemia o sangrado fácil. Las células leucémicas se pueden diseminar fuera de la sangre hasta otras partes del cuerpo, como el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal), la piel y las encías.

Este sumario trata sobre la LMA en adultos. Para obtener más información sobre otros tipos de leucemia, consultar los siguientes sumarios del PDQ:

Hay diferentes subtipos de LMA.

La mayoría de los subtipos de la LMA se basan en el grado de madurez (desarrollo) de las células cancerosas en el momento del diagnóstico y cómo se diferencian de las células normales.

La leucemia promielocítica aguda (LPA) es un subtipo de LMA que se presenta cuando las partes de dos genes se juntan. Por lo general, la LPA se presenta en adultos de mediana edad. Los síntomas de la LPA pueden incluir tanto el sangrado como la formación de coágulos de sangre.

El tabaquismo, un tratamiento previo con quimioterapia y la exposición a radiación pueden influir en el riesgo en los adultos de contraer LMA.

Cualquier cosa que aumenta el riesgo de padecer de una enfermedad se llama factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a padecer de cáncer; no tener factores de riesgo no significa que no se va a padecer de cáncer. Se debe consultar con el médico si se piensa que uno puede estar en riesgo. Entre los posibles factores de riesgo de LMA están los siguientes:

Entre los signos posibles de LMA en adultos se incluyen fiebre, cansancio, formación fácil de hematomas o hemorragias.

Los primeros signos de LMA pueden ser similares a aquellos producidos por la gripe u otras enfermedades comunes. Se debe consultar con el médico si se presenta cualquiera de los siguientes problemas:

  • Fiebre.
  • Dificultad para respirar.
  • Formación fácil de hematomas o hemorragias.
  • Petequia (manchas planas, como puntitos bajo la piel producidos por el sangrado).
  • Debilidad o sensación de cansancio.
  • Pérdida de peso o pérdida del apetito.

Para detectar (encontrar) y diagnosticar la LMA en adultos, se utilizan pruebas para examinar la sangre y la médula ósea.

Pueden utilizarse las siguientes pruebas y procedimientos:

  • Examen físico y antecedentes: examen del cuerpo para verificar el estado general de salud e identificar cualquier signo de enfermedad como nódulos o cualquier otra cosa que parezca inusual. También se toman datos sobre los hábitos de salud del paciente, antecedentes de enfermedades y los tratamientos aplicados en cada caso.
  • Recuento sanguíneo completo (RSC): procedimiento mediante el cual se extrae una muestra de sangre y se analiza en cuanto a lo siguiente:
    • La cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
    • La cantidad de hemoglobina (la proteína que transporta oxígeno) en los glóbulos rojos.
    • La parte de la muestra compuesta por glóbulos rojos.
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    Recuento sanguíneo completo (RSC); el panel de la izquierda muestra la sangre cuando se extrae de una vena de la parte anterior del codo mediante un tubo conectado a una jeringa; el panel de la derecha, muestra un tubo de ensayo de laboratorio con células sanguíneas separadas en capas: plasma, glóbulos blancos, plaquetas y glóbulos rojos.
    Recuento sanguíneo completo (RSC). Se extrae sangre introduciendo una aguja en una vena y se permite que la sangre fluya hacia un tubo. La muestra de sangre se envía al laboratorio y se cuentan los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. El RSC se usa para examinar, diagnosticar y vigilar muchas afecciones distintas.
  • Frotis de sangre periférica: procedimiento mediante el cual se analiza una muestra de sangre para verificar si hay blastocitos, la cantidad y tipos de glóbulos blancos, la cantidad de plaquetas y modificaciones en la forma de las células sanguíneas.
  • Aspiración de médula ósea y biopsia: extracción de médula ósea, sangre y un trozo pequeño de hueso mediante la inserción de una aguja hueca en el hueso de la cadera o el esternón. Un patólogo observa la médula ósea, la sangre y el hueso bajo un microscopio para verificar si hay signos de cáncer.
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    Aspiración y biopsia de la médula ósea;  el dibujo muestra a un paciente acostado boca abajo en una camilla y una aguja de Jamshidi (una aguja larga y hueca) que se inserta en el hueso de la cadera. El recuadro muestra la aguja de Jamshidi que se inserta a través de la piel hasta la médula ósea del hueso de la cadera.
    Aspiración y biopsia de la médula ósea. Después de adormecer un área pequeña de la piel, se inserta una aguja de Jamshidi (una aguja larga, hueca) en el hueso de la cadera del paciente. Se extraen muestras de sangre, hueso y médula ósea para examinarla bajo un microscopio.
  • Análisis citogenético: prueba de laboratorio mediante la que se observan bajo un microscopio las células de una muestra de sangre o de médula ósea para detectar ciertos cambios en los cromosomas. También se pueden realizar otras pruebas, como la hibridización fluorescente in situ (HFIS), para determinar si hay ciertos cambios en los cromosomas.
  • Inmunofenotipificación: proceso que se utiliza para identificar células, con base en los tipos de antígenos o marcadores en la superficie celular. Este proceso se utiliza en el diagnóstico del subtipo de LMA mediante la comparación de las células cancerosas con las células normales del sistema inmunitario. Por ejemplo, un estudio citoquímico permite hacer una prueba en las células de una muestra de tejido mediante el uso de sustancias químicas (tintes) para determinar si hay ciertos cambios en la muestra. Una sustancia química puede producir un cambio de color en un tipo de célula leucémica, pero no en otro tipo de célula leucémica.
  • Prueba de reacción en cadena de la polimerasa de la transcriptasa inversa (RCP-TI): prueba de laboratorio en la que se estudian las células de una muestra de tejido mediante sustancias químicas para determinar si hay ciertos cambios en la estructura o el funcionamiento de los genes. Esta prueba se usa para diagnosticar cierto tipos de LMA, como la leucemia promielocítica aguda (LPA).

Ciertos factores afectan el pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.

El pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de los siguientes aspectos:

  • La edad del paciente.
  • El subtipo de LMA.
  • Si el paciente recibió quimioterapia anteriormente para tratar un tipo de cáncer diferente.
  • Si hay antecedentes de un trastorno en la sangre, como en el síndrome mielodisplásico.
  • Si el cáncer se diseminó hasta el sistema nervioso central.
  • Si el cáncer se trató antes o recidivó (volvió).

Es importante que la leucemia aguda se trate inmediatamente.