In English | En español
¿Preguntas sobre el cáncer? 1-800-422-6237

Sarcoma de tejido blando infantil: Tratamiento (PDQ®)

  • Actualizado: 8 de junio de 2012

Opciones

  • Imprimir página
  • Imprimir documento
  • Ver documento
  • Enviar este documento

Información general

El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) provee los sumarios del PDQ sobre el tratamiento del cáncer infantil como un servicio público para aumentar el grado de accesibilidad a la información con base científica sobre el cáncer a los profesionales de la salud, los pacientes y el público general.

Afortunadamente, el cáncer es poco frecuente en los niños y adolescentes, aunque la incidencia general de cáncer de la niñez ha estado aumentando lentamente desde 1975.[1] Los niños y adolescentes con cáncer se deben derivar a centros médicos que cuenten con un equipo multidisciplinario de especialistas en cáncer con experiencia en el tratamiento de los cánceres que se presentan en la niñez y la adolescencia. Este enfoque de equipo multidisciplinario incorpora la pericia del médico de cabecera, subespecialistas en cirugía pediátrica, radiooncólogos, oncólogos o hematólogos pediatras, especialistas en rehabilitación, especialistas en enfermería pediátrica, trabajadores sociales y otros, con el fin de asegurar que los pacientes reciban los tratamientos, cuidados médicos de apoyo y rehabilitación que les permitan lograr una supervivencia y calidad de vida óptimas. Para obtener información específica sobre los cuidados médicos de apoyo para niños y adolescentes con cáncer, consultar los sumarios del PDQ sobre Cuidados médicos de apoyo.

Las directrices para los centros de cáncer pediátrico y su función en el tratamiento del paciente pediátrico con cáncer fueron formuladas por la American Academy of Pediatrics.[2] En estos centros de oncología infantil, se dispone de ensayos clínicos para la mayoría de los cánceres que se presentan en niños y adolescentes, y se ofrece la oportunidad de participar en ellos a la mayoría de los pacientes o sus familias. Los ensayos clínicos para niños y adolescentes generalmente se diseñan para comparar un tratamiento potencialmente mejor con el tratamiento que actualmente se acepta como estándar. La mayor parte de los avances obtenidos en la identificación de tratamientos curativos para el cáncer infantil se ha logrado mediante ensayos clínicos. Para mayor información en inglés sobre ensayos clínicos en curso, consultar el portal de Internet del NCI.

Se han logrado mejoras sorprendentes de la supervivencia de niños y adolescentes con cáncer. Entre 1975 y 2002, la mortalidad infantil por cáncer disminuyó en más de 50%.[1] Los niños y adolescentes con cáncer que sobreviven necesitan un seguimiento minucioso porque los efectos secundarios del tratamiento del cáncer pueden persistir o presentarse meses o años después del mismo. Para mayor información específica acerca de la incidencia, el tipo y la vigilancia de los efectos tardíos en niños y adolescentes sobrevivientes de cáncer, consultar el sumario del PDQ sobre Efectos tardíos del tratamiento anticanceroso en la niñez.

Los sarcomas de tejido blando infantil constituyen un grupo de tumores malignos que se originan en el tejido mesenquimatoso primitivo y representan 7% de todos los tumores infantiles.[3] Los rabdomiosarcomas, como los tumores de músculo estriado y los sarcomas indiferenciados representan más de la mitad de todos los sarcomas de tejido blando infantiles. (Para mayor información, ver el sumario del PDQ sobre Tratamiento del rabdomiosarcoma infantil.) El resto de los sarcomas de tejido blando no rabdomiosarcomatosos (STBNR) representan aproximadamente 3% de todos los tumores infantiles.[4] Este grupo heterogéneo de tumores incluye las neoplasias de músculo liso (leiomiosarcomas), de tejido conjuntivo (fibroso y adiposo), de tejido vascular (vasos sanguíneos y linfáticos) y del sistema nervioso periférico.[5] Los sarcomas sinoviales, los fibrosarcomas y los tumores malignos de la vaina del nervio periférico predominan en los pacientes pediátricos.[6-10]

Los STBNR son más frecuentes en los adultos [5] que en los niños; por lo tanto, una gran parte de la información relativa al tratamiento y la evolución natural de dichas lesiones en los niños se basó en los hallazgos de estudios realizados con adultos. Algunos STBNR infantiles se relacionan con mejores desenlaces. Esta diferencia es más pronunciada en los lactantes y los niños menores de 4 años con fibrosarcoma, que es un tumor de multiplicación local rápida, pero sin metástasis. Estos pacientes tienen un pronóstico excelente dado que el tumor es sumamente sensible a la quimioterapia y la cirugía sola puede curar a un número significativo de estos pacientes.[4,11-13] El comportamiento de los sarcomas de tejido blando de niños mayores y adolescentes es a menudo similar al de los pacientes adultos.[4,14]

Aunque se pueden presentar en cualquier parte del cuerpo, los STBNR aparecen con más frecuencia en el tronco y las extremidades.[6,7,15] Estas neoplasias se pueden presentar inicialmente como una masa sólida asintomática o pueden ser sintomáticas debido a la invasión local de estructuras anatómicas adyacentes. Los síntomas sistémicos (por ejemplo, fiebre, pérdida de peso y sudores nocturnos) son poco comunes. Se notificó hipoglucemia y raquitismo hipofosfatémico en casos de hemangiopericitoma, mientras que se observó hiperglucemia en pacientes con fibrosarcoma de pulmón.[16]

La presentación de los STBNR se relaciona con algunos factores genéticos y ambientales. En las familias con el síndrome de Li-Fraumeni, pueden ocurrir cambios hereditarios relacionados con el cáncer del gen supresor de tumores p53.[17] Los miembros de estas familias corren un riesgo más alto de padecer de tumores de tejidos blandos, sarcomas óseos, cáncer de mama, tumores cerebrales y leucemia aguda.[4] Aproximadamente 4% de los pacientes con neurofibromatosis tipo 1 padecen de tumores malignos de la vaina del nervio periférico, que habitualmente se presentan después de una larga latencia; algunos pacientes padecen de lesiones múltiples.[18-20] Los pacientes con poliposis adenomatosa familiar muestran un aumento del riesgo de presentar tumores desmoides.[21] Algunos STBNR (particularmente el histiocitoma fibroso maligno) se pueden formar en un sitio previamente irradiado; otros (como el leiomiosarcoma), se vincularon con la infección del virus de Epstein-Barr en pacientes de SIDA.[4,22,23]

Los sarcomas sinoviales son los STBNR que se notifican más comúnmente en los niños. La localización más común es la extremidad inferior, seguida por la extremidad superior, el tronco, el abdomen, la cabeza y el cuello. Aproximadamente 30% de los pacientes con sarcoma sinovial son menores de 20 años. El sitio más común de metástasis es el pulmón.[24] Ciertos factores, como los estadios III y estadio IVA de la International Union Against Cancer/American Joint Committee on Cancer, la necrosis tumoral, la localización en el tronco, la tasa mitótica elevada, la edad y el grado histológico se relacionaron con un diagnóstico mucho más precario en los adultos.[25-27]

(Para mayor información, consultar los sumarios del PDQ sobre Tratamiento del rabdomiosarcoma infantil; Tumores de la familia del Sarcoma de Ewing. [extraóseo de Ewing, el neuroepitelioma periférico y los tumores de Askin]; y para mayor información consultar el tratamiento de los Cánceres poco comunes de la niñez [tumores del estroma gastrointestinal].)

El pronóstico y la biología de los tumores de los STBNR varían mucho de acuerdo con la edad del paciente, el sitio primario, el tamaño del tumor, la intensidad de la multiplicación celular, el grado histológico, la profundidad del tumor y el grado de la enfermedad en el momento del diagnóstico. Debido a que la morbilidad a largo plazo relacionada con el tratamiento se debe reducir al mínimo mientras se alcanza el máximo de supervivencia sin enfermedad, el tratamiento ideal para cada paciente se debe determinar cuidadosamente y de forma individualizada utilizando estos factores pronósticos antes de iniciar el mismo.[7,12,24,28-30]

Bibliografía

  1. Smith MA, Seibel NL, Altekruse SF, et al.: Outcomes for children and adolescents with cancer: challenges for the twenty-first century. J Clin Oncol 28 (15): 2625-34, 2010.  [PUBMED Abstract]

  2. Guidelines for the pediatric cancer center and role of such centers in diagnosis and treatment. American Academy of Pediatrics Section Statement Section on Hematology/Oncology. Pediatrics 99 (1): 139-41, 1997.  [PUBMED Abstract]

  3. Pappo AS, Pratt CB: Soft tissue sarcomas in children. Cancer Treat Res 91: 205-22, 1997.  [PUBMED Abstract]

  4. Okcu MF, Pappo AS, Hicks J, et al.: The nonrhabdomyosarcoma soft tissue sarcomas. In: Pizzo PA, Poplack DG: Principles and Practice of Pediatric Oncology. 6th ed. Philadelphia, Pa: Lippincott Williams and Wilkins, 2010, pp 954-86. 

  5. Weiss SW, Goldblum JR: General considerations. In: Weiss SW, Goldblum JR: Enzinger and Weiss's Soft Tissue Tumors. 5th ed. St. Louis, Mo: Mosby, 2008, pp 1-14. 

  6. Dillon P, Maurer H, Jenkins J, et al.: A prospective study of nonrhabdomyosarcoma soft tissue sarcomas in the pediatric age group. J Pediatr Surg 27 (2): 241-4; discussion 244-5, 1992.  [PUBMED Abstract]

  7. Rao BN: Nonrhabdomyosarcoma in children: prognostic factors influencing survival. Semin Surg Oncol 9 (6): 524-31, 1993 Nov-Dec.  [PUBMED Abstract]

  8. Fletcher CD, Dal Cin P, de Wever I, et al.: Correlation between clinicopathological features and karyotype in spindle cell sarcomas. A report of 130 cases from the CHAMP study group. Am J Pathol 154 (6): 1841-7, 1999.  [PUBMED Abstract]

  9. Skytting BT, Bauer HC, Perfekt R, et al.: Clinical course in synovial sarcoma: a Scandinavian sarcoma group study of 104 patients. Acta Orthop Scand 70 (6): 536-42, 1999.  [PUBMED Abstract]

  10. Herzog CE: Overview of sarcomas in the adolescent and young adult population. J Pediatr Hematol Oncol 27 (4): 215-8, 2005.  [PUBMED Abstract]

  11. Weiss SW, Goldblum JR: Clinical evaluation and treatment of soft tissue tumors. In: Weiss SW, Goldblum JR: Enzinger and Weiss's Soft Tissue Tumors. 5th ed. St. Louis, Mo: Mosby, 2008, pp 15-31. 

  12. Dillon PW, Whalen TV, Azizkhan RG, et al.: Neonatal soft tissue sarcomas: the influence of pathology on treatment and survival. Children's Cancer Group Surgical Committee. J Pediatr Surg 30 (7): 1038-41, 1995.  [PUBMED Abstract]

  13. Neville H, Corpron C, Blakely ML, et al.: Pediatric neurofibrosarcoma. J Pediatr Surg 38 (3): 343-6; discussion 343-6, 2003.  [PUBMED Abstract]

  14. Weiss SW, Goldblum JR: Enzinger and Weiss's Soft Tissue Tumors. 4th ed. St. Louis, Mo: Mosby, 2001. 

  15. Zeytoonjian T, Mankin HJ, Gebhardt MC, et al.: Distal lower extremity sarcomas: frequency of occurrence and patient survival rate. Foot Ankle Int 25 (5): 325-30, 2004.  [PUBMED Abstract]

  16. Weiss SW, Goldblum JR: Miscellaneous tumors of intermediate malignancy. In: Weiss SW, Goldblum JR: Enzinger and Weiss's Soft Tissue Tumors. 5th ed. St. Louis, Mo: Mosby, 2008, pp 1093-1160. 

  17. Chang F, Syrjänen S, Syrjänen K: Implications of the p53 tumor-suppressor gene in clinical oncology. J Clin Oncol 13 (4): 1009-22, 1995.  [PUBMED Abstract]

  18. Weiss SW, Goldblum JR: Benign tumors of peripheral nerves. In: Weiss SW, Goldblum JR: Enzinger and Weiss's Soft Tissue Tumors. 5th ed. St. Louis, Mo: Mosby, 2008, pp 825-901. 

  19. deCou JM, Rao BN, Parham DM, et al.: Malignant peripheral nerve sheath tumors: the St. Jude Children's Research Hospital experience. Ann Surg Oncol 2 (6): 524-9, 1995.  [PUBMED Abstract]

  20. Stark AM, Buhl R, Hugo HH, et al.: Malignant peripheral nerve sheath tumours--report of 8 cases and review of the literature. Acta Neurochir (Wien) 143 (4): 357-63; discussion 363-4, 2001.  [PUBMED Abstract]

  21. Groen EJ, Roos A, Muntinghe FL, et al.: Extra-intestinal manifestations of familial adenomatous polyposis. Ann Surg Oncol 15 (9): 2439-50, 2008.  [PUBMED Abstract]

  22. Weiss SW, Goldblum JR: Malignant fibrous histiocytoma (pleomorphic undifferentiated sarcoma). In: Weiss SW, Goldblum JR: Enzinger and Weiss's Soft Tissue Tumors. 5th ed. St. Louis, Mo: Mosby, 2008, pp 403-27. 

  23. McClain KL, Leach CT, Jenson HB, et al.: Association of Epstein-Barr virus with leiomyosarcomas in children with AIDS. N Engl J Med 332 (1): 12-8, 1995.  [PUBMED Abstract]

  24. Pappo AS, Fontanesi J, Luo X, et al.: Synovial sarcoma in children and adolescents: the St Jude Children's Research Hospital experience. J Clin Oncol 12 (11): 2360-6, 1994.  [PUBMED Abstract]

  25. Trassard M, Le Doussal V, Hacène K, et al.: Prognostic factors in localized primary synovial sarcoma: a multicenter study of 128 adult patients. J Clin Oncol 19 (2): 525-34, 2001.  [PUBMED Abstract]

  26. Guillou L, Benhattar J, Bonichon F, et al.: Histologic grade, but not SYT-SSX fusion type, is an important prognostic factor in patients with synovial sarcoma: a multicenter, retrospective analysis. J Clin Oncol 22 (20): 4040-50, 2004.  [PUBMED Abstract]

  27. Ferrari A, Gronchi A, Casanova M, et al.: Synovial sarcoma: a retrospective analysis of 271 patients of all ages treated at a single institution. Cancer 101 (3): 627-34, 2004.  [PUBMED Abstract]

  28. Marcus KC, Grier HE, Shamberger RC, et al.: Childhood soft tissue sarcoma: a 20-year experience. J Pediatr 131 (4): 603-7, 1997.  [PUBMED Abstract]

  29. Pratt CB, Pappo AS, Gieser P, et al.: Role of adjuvant chemotherapy in the treatment of surgically resected pediatric nonrhabdomyosarcomatous soft tissue sarcomas: A Pediatric Oncology Group Study. J Clin Oncol 17 (4): 1219, 1999.  [PUBMED Abstract]

  30. Pratt CB, Maurer HM, Gieser P, et al.: Treatment of unresectable or metastatic pediatric soft tissue sarcomas with surgery, irradiation, and chemotherapy: a Pediatric Oncology Group study. Med Pediatr Oncol 30 (4): 201-9, 1998.  [PUBMED Abstract]