Básicos de la vacuna
Las vacunas contra meningococo pueden prevenir cuatro tipos de enfermedades meningocócicas, incluidos dos de los tres tipos más comunes en Estados Unidos y un tipo que causa epidemias en África. Las vacunas contra meningococo no pueden prevenir todos los tipos de la enfermedad, pero pueden proteger a muchas personas que podría enfermarse en caso de no recibir la vacuna.
Para Niños
La vacuna combinada contra meningococo (MCV4) está recomendada para niños de 9 meses hasta los diez años que están en mayor riesgo de contraer la enfermedad meningocócica. Los niños pueden estar en mayor riesgo debido a ciertas afecciones médicas o porque viajan a un país con altas tasas de enfermedad meningocócica. Las dosis de refuerzo se pueden recomendar si su hijo continúa en alto riesgo. Consulte con el proveedor de cuidados de salud de su hijo para obtener más información.
Para preadolescentes y adolescentes
La vacuna combinada contra meningococo se recomienda regularmente para todas las personas de 11 a 18 años. La primera dosis debe administrarse a los 11-12 años y una dosis de refuerzo a los 16 años. Para los adolescentes que reciben la primera dosis a los 13 a 15 años, se debe administrar una dosis de refuerzo por única vez, preferentemente entre los 16 y 18 años, antes del umbral de mayor riesgo. Los adolescentes que reciben su primera dosis de la vacuna combinada contra meningococo a los 16 años o en una edad posterior no necesitan una dosis de refuerzo.
Para adultos
Tanto la vacuna polisacárida o la vacuna combinada contra meningococo son recomendadas para los adultos si:
- son estudiantes universitarios de primer año que viven en una residencia estudiantil
- son reclutas militares
- tienen daño en el bazo o ha sido extirpado
- tienen deficiencia del componente terminal del sistema del complemento
- son microbiólogos que están regularmente expuestos a Neisseria meningitidis (el patógeno causante de la enfermedad)
- planean viajar o residen en países donde la enfermedad es común
Se pueden recomendar dosis de refuerzo para los adultos que continúan en mayor riesgo. Consulte con su proveedor de cuidados de salud para obtener más información.
Sobre meningococo
¿Qué es la enfermedad meningocócica?
La enfermedad meningocócica es causada por la bacteria Neisseria meningitidis, también llamada meningococo. Algunas personas albergan estas bacterias en la parte posterior de la nariz sin signos o síntomas de la enfermedad. Pero a veces estas bacterias pueden invadir el cuerpo y causar ciertas enfermedades, las cuales en conjunto se conocen como enfermedad meningocócica.
La Neisseria meningitidis se disemina a través del intercambio de secreciones respiratorias y de la garganta (por ejemplo, la tos, los besos). Las bacterias no se transmiten por contacto casual o por estar respirando el mismo aire que una persona con la enfermedad meningocócica.
Las dos enfermedades más graves y frecuentes causadas por Neisseria meningitidis son la meningitis y la sepsis.
meningocócica
Un resultado común de la infección por meningococo es la meningitis. Cuando es causada por Neisseria meningitidis es conocida como meningitis meningocócica o meningitis bacteriana. Cuando una persona tiene meningitis meningocócica, las membranas protectoras que cubren el cerebro y la médula espinal, conocidas como las meninges, se infectan y se inflaman. Se caracteriza por una fiebre repentina, dolor de cabeza y tortícolis. A menudo está acompaña de otros síntomas, tales como:
- Náuseas
- Vómitos
- Fotofobia (sensibilidad a la luz)
- Estado mental alterado (confusión)
Los síntomas de la meningitis meningocócica pueden aparecer rápidamente o gradualmente durante varios días. Típicamente se desarrollan dentro de tres a siete días después de la exposición.
En recién nacidos y bebés, los síntomas de fiebre, dolor de cabeza y tortícolis pueden estar ausentes o ser difíciles de detectar. Los bebés enfermos pueden parecer calmosos o inactivos, tener vómito, irritarse fácilmente o comer poco. Al progresar la enfermedad, los pacientes de cualquier edad pueden tener convulsiones.
La meningitis meningocócica puede ser fatal y siempre debe ser considerada como una emergencia médica. Alrededor del diez por ciento de las personas infectadas mueren a causa de la enfermedad. En los casos no fatales, los afectados presentan incapacidades a largo plazo, como daño cerebral o sordera. La prevención de la enfermedad mediante el uso de la vacuna contra meningococo es importante.
Sepsis meningocócica
Otro resultado común de la infección por meningococo es la meningococemia, también conocida como sepsis por meningococos. Es la enfermedad más peligrosa y mortal de las causadas por Neisseria meningitidis. Cuando las bacterias Neisseria meningitidis entran al torrente sanguíneo y se multiplican, dañan las paredes de los vasos sanguíneos y causan hemorragias en la piel y en los órganos.
Los síntomas pueden incluir fiebre, fatiga, vómitos, manos y pies fríos, escalofríos, dolores intensos en los músculos, las articulaciones, el pecho o el abdomen, respiración rápida, diarrea y, en las etapas posteriores, petequias o erupciones del puerperio. Incluso con tratamiento antibiótico, la gente muere en aproximadamente 10-15 por ciento de los casos. La prevención de la enfermedad mediante el uso de la vacuna contra meningococo es importante.
¿Quiénes contraen la enfermedad meningocócica?
Cualquier persona puede contraer la enfermedad meningocócica. Pero es más común en bebés menores de un año y en personas con ciertas afecciones médicas, tales como ausencia del bazo. Los universitarios de primer año que viven en residencias de estudiantes así como los adolescentes y adultos jóvenes de 16 a 21 años están en mayor riesgo de contraer la enfermedad meningocócica.
¿Se puede tratar la enfermedad meningocócica?
El diagnóstico y tratamiento tempranos son muy importantes. Si aparecen los síntomas, el paciente debe consultar con un médico inmediatamente. La meningitis meningocócica (también llamada meningitis bacteriana) puede ser tratada con una serie de antibióticos eficaces. Es importante, sin embargo, que el tratamiento se inicie temprano en el curso de la enfermedad.
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