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Cáncer del recto: Tratamiento (PDQ®)

  • Actualizado: 15 de agosto de 2012

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Información general sobre el cáncer del recto



El cáncer de recto es una enfermedad por la que se forman células cancerosas (malignas) en los tejidos del recto.

El recto forma parte del aparato digestivo, este extrae y procesa los nutrientes (como las vitaminas, los minerales, los carbohidratos, las grasas, las proteínas y el agua) de los alimentos y guarda los desechos hasta que se expulsan del cuerpo. El aparato digestivo está formado por el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. Los primeros seis pies del intestino grueso se llaman intestino grueso o colon, mientras que las últimas seis pulgadas constituyen el recto y el conducto anal. El conducto anal termina en el ano (abertura del recto hacia el exterior del cuerpo).

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Anatomía del aparato  gastrointestinal (digestivo); muestra el esófago, el hígado, el estómago, el colon, el intestino delgado, el recto y el ano.
Anatomía del aparato digestivo inferior, muestra el colon y otros órganos.


Para obtener mayor información sobre el cáncer de recto, consultar los siguientes sumarios del PDQ sobre:

La edad y los antecedentes familiares pueden afectar el riesgo de padecer de cáncer de recto.

Cualquier cosa que aumenta la posibilidad de enfermarse se llama factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a enfermar de cáncer; no tener un factor de riesgo no significa que no se va a enfermar de cáncer. Las personas que piensan que pueden estar en riesgo deben consultarlo con su médico.

Entre los signos posibles de cáncer de recto se incluyen cambios en los hábitos intestinales o sangre en la materia fecal.

Estos y otros síntomas pueden ser causados por cáncer de recto. Otras enfermedades pueden ocasionar los mismos síntomas. Se debe consultar con el médico si se presenta alguno de los siguientes problemas:

  • Cambio en los hábitos intestinales.
  • Sangre en la materia fecal (de color rojo muy vivo o muy oscuro).
  • Incomodidad abdominal general (dolor frecuente ocasionado por gases, flatulencia, sensación de estar lleno o calambres).
  • Cambios en el apetito.
  • Pérdida de peso sin razón conocida.
  • Sensación de mucho cansancio.

Para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer de recto, se utilizan pruebas que examinan el recto y el colon.

Entre las pruebas que se usan para diagnosticar el cáncer de recto se incluyen las siguientes:

  • Examen físico y antecedentes: examen del cuerpo para chequear los signos generales de salud, incluso verificar si hay signos de enfermedad, como masas o cualquier otra cosa que parezca anormal. También se toman los antecedentes de los hábitos de salud del paciente, así como los antecedentes médicos de sus enfermedades y tratamientos anteriores.
  • Examen digital del recto (EDR): examen del recto. El médico o enfermero inserta un dedo cubierto por un guante lubricado en la parte inferior del recto para palpar si hay masas o cualquier otra cosa que parezca poco usual. En las mujeres, también se puede examinar la vagina.
  • Proctoscopia: examen del recto mediante un proctoscopio que se introduce en el recto. Un proctoscopio es un instrumento delgado en forma de tubo, con una luz y una lente para observar. También puede tener una herramienta para extraer muestras de tejido y observarlas bajo un microscopio para verificar si hay signos de cáncer.
  • Colonoscopia: procedimiento en el que se observa el interior del recto y el colon para determinar si hay pólipos (trozos pequeños de tejido protuberante), áreas anormales o cáncer. Se introduce un colonoscopio a través del recto hasta el colon. Un colonoscopio es un instrumento delgado con forma de tubo que tiene una luz y una lente para observar. También puede tener una herramienta que extrae pólipos o muestras de tejido para verificar bajo un microscopio si hay signos de cáncer.
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    Colonoscopia; muestra un colonoscopio que se inserta a través del ano y el recto hacia el colon. El recuadro interior muestra la imagen de un paciente en camilla al que se le realiza una colonoscopia.
    Colonoscopia. Se inserta un tubo delgado e iluminado a través del ano y el recto hacia el colon para detectar anomalías.
  • Biopsia: extracción de células o tejidos para observarlos bajo un microscopio y verificar si hay signos de cáncer. Se puede analizar el tejido que se extrae del tumor durante la biopsia si es probable que el paciente tenga una mutación genética que causa CCSPH. Esto puede ayudar a planificar el tratamiento. Se pueden usar las siguientes pruebas:
  • Ensayo de antígeno carcioembrionario (ACE): prueba en la que se mide la concentración de ACE en la sangre. Tanto las células cancerosas como las células normales liberan ACE en la sangre. Cuando se encuentran cantidades más altas de las normales, puede ser una indicación de cáncer de recto u otras afecciones.

Ciertos factores afectan el pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.

El pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones del tratamiento dependen de los siguientes aspectos:

  • El estadio del cáncer (si afecta solamente el revestimiento interior del recto, si afecta todo el recto o se diseminó hasta los ganglios linfáticos, los órganos cercanos u otras partes del cuerpo).
  • Si el tumor se diseminó hacia la pared del intestino o a través de ella.
  • Si el cáncer se encuentra en el recto.
  • Si el intestino está bloqueado o tiene un orificio.
  • Si se puede extirpar todo el tumor mediante cirugía.
  • La salud general del paciente.
  • Si el cáncer se acaba de diagnosticar o recidivó (volvió).