Diego, José de. Obras Completas. Nuevas Campañas, el Plebiscito. San Juan de Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1973.
EL DESPLAZAMIENTO
Nuevos Campañas, Exploraciones
¡El desplazamiento! El desplazamiento en todas
sus formas, hasta en aquella flamante del arreglo diplmático
con países extranjeros: desplazamiento de la
ciudadanía puertorriqueña por la norteamericana, del
lenguaje castellano por el inglés, de los jíbaros por
los yankis. . . (25)
. . .ningún puertorriqueño debe irse
de Puerto Rico, ningún patriota debe abandonar a su Patria,
para que su puesto sea ocupado por un invasor. . .¡todos
aquí!, aquí adentro, firmes, encerrados por el hambre
y la protesta, sin negar a la tierra madre nuestra resistencia en
la vida y nuestros huesos en la muerte! (26)
BOMBEROS CONTRA ESTRELLAS
Nuevas Campañas, En Combate
Eso quiere Puerto Rico, como indudablemente Filipinas
y Hawai: ser tratado bajo las inspiraciones de la conciencia
pública, con una política útil y sabia, con la
misma responsabilidad del pueblo americano en sus propios asuntos.
La misma política en las relaciones del Gobierno de los
Estados Unidos con su pueblo y con el nuestro, que es otro pueblo
distinto y separado, con igual derecho al reconocimiento de su
vida, de su personalidad, de su honor, de su Independencia, que el
pueblo americano. No una política exterior adversa o
diversa de la política interior, sino idéntica y
basada únicamente en la voluntad y en la armonía de
los pueblos. (60-61)
ANTES, AHORA Y DESPUES
EN EL MISMO SITIO
Nuevas Campañas, Paz Armada
No, amigos, no temáis lo que amáis, ni
busquéis tardanzas ni obstáculos al amor del ideal.
No os asuste nuestra pequeñez, ante la grandeza de nuestro
pensamiento, que lo mejor para lo pequeño es subirse a lo
grande, y sería curioso ver qué pueden un elefante
contra una hormiga en el oído, un rinoceronte contra un
gorrión en el cuerno, un águila contra un piojillo en
el párpado, una ballena contra una lapa en el lomo. Si
amamos la belleza inmóvil de la cumbre en la azul
lejanía y viene hacia nosotros, con su gigante mole, ese es
el mismo sitio, volemos a la cumbre y sigamos con ella. (75-76)
EL PROBLEMA DE PUERTO RICO
Nuevas Campañas, En la Tribuna
No sólo nos separan los abismos del mar y el
agrupamineto de nuestra población, sino otros más
profundos abismos y más impenetrables agrupamientos.
Diferencias étnicas, históricas, sociales,
jurídicas, de temperamento, de raza, de idioma, de
costumbres, de cuerpos y de espíritus, que proceden de cien
generaciones y trienta siglos, trazaron en el tiempo y en la vida
de ambos pueblos tan hondas divisiones, tan resistentes
núcleos, que su unión política sólo es
asequible por un frágil artificio, por una ficción
absurda, en contra de irrevocables hechos de la naturaleza y de
incoercibles principios de la Ley moral.
Cerrado así el camino hacia vuestra Federación,
queda único y exclusivamente, como decisivo del problema, el
reconocimiento explícito de la República de Puerto
Rico, bajo el Protectorado de los Estados Unidos. (165)
CARTA CIVICA
Nuevas Campañas, Por la Ciudadania de Puerto Rico
De manera, señor, que nos queréis hacer
ciudadanos de una clase, inferior y especial, a quienes no les es
permitido que su pueblo ingrese como un Estado de la Unión,
ni que se constituya tampoco en un Estado independiente, porque la
ciudadanía de los Estados Unidos es incompatible con otra
ciudadanía nacional. Si no podemos ser uno de vuestros
Estados, ni formar nuestra propia Nación, entonces tendremos
que ser perpetuamente una colonia, una pertenencia de los Estados
Unidos. ¿Esa es la ciudadanía que nos brindáis?
¡Pues esa es la ciudadanía que rechazamos! ¡La
rechazamos como una ofensa a la personalidad y a la dignidad del
pueblo puertorriqueño y como una corrupción de la
justicia y de la democracia del pueblo americano! (221)
Tercera. ¿Egoístas? Sí, Senador,
somos egoístas, porque estamos identificados con nuestro
país y nuestro "Ego" es el "yo colectivo" de nuestra
Patria.
Hijos de la Descubridores y egoístas de la
conservación de nuestra raza en el Nuevo Mundo.
Hijos de Puerto Rico y egoístas de la
personalidad independiente de nuestro pueblo.
Ciudadanos de Puerto Rico y egoístas de
nuestra propia ciudadaníá.
Egoístas de nuestra historia y de nuestras
luchas, de nuestro mismo dolor, de nuestras esperanzas de
emancipación, de nuestra sangre, de nuestro idioma, de
nuestra carne y de nuestra espíritu, de nuestra
participación inextinguible de la libertad y en el triunfo
de los pueblos americanos.
Amaís a vuestra Patria, Senador, amáis
su grandeza y su gloria, como el águila su cumbre;
amáis su poderío, estáis orgulloso, justamente
orgulloso de ser un ciudadano de la nación más libre
y feliz de América. Permitidnos amar también a
nuestra Patria, amar su pequeñez, como la hormiga ama su
diminuta cueva, amar sus angustias, amar su debilidad y sentirnos
bravamente orgullosos de ser ciudadanos de la tierra más
generosa y más desgraciada de América.
¡Así somos egoístas! Así,
sólo así, soy vuestro egoísta servidor, (228)
MEMORIAL AL PRESIDENTE
Y AL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS
Nuevas Campañas
Se ha dicho y reiterado en varias ocasiones, sin
fundamento alguno, que somos los puertorriqueños hombres sin
patria y sin ciudadanía, de personalidad desconocida en el
derecho de gentes. Tenemos nuestra patria, que es nuestra Isla,
tenemos nuestra ciudadanía, que es la de Puerto Rico,
tenemos nuestra personalidad, que es la de nuestro pueblo; y nadie
puede desconocerlas, sin hacer que la Isla desaparezca del mapa, y
que el Congreso de los Estados Unidos que afirmó nuestra
ciudadanía y nuestra personalidad no sea, come es, una de
las entidades más poderosas y sobresalientes en el concierto
político universal. (234)
Nosotros, puertorriqueños, hispanoamericanos,
de alma latina, imaginativos, nerviosos, ardientes por el sol de
nuestro clima y por la sangre de nuestras venas, separados de
vosotros por más de cuatrocientos años y por
más de cuatrocientas lenguas, con un proceso
histórico distinto, diverso leguaje, costumbres diferentes.
. .¿podríamos de súbito, al repentino imperio de
una ley, aún deseándolo nosotros con voluntad intensa
y firme, convertirnos en ciudadanos americanos, en aquel sentido
espiritual que la noción de la conciudadanía
requiere, sentir, pensar, querer, hablar como vosotros, tener con
vosotros aquella solidaridad en la vida, en el recuerdo, en la
esperanza, en el ideal, en el largo, concurrente y continuo
esfuerzo hacia los fines nacionales e internacionales de vuestra
grande y gloriosa República?
Todo esto lo tenemos para ser unos buenos ciudadanos
de Puerto Rico y todo esto nos faltaría para ser unos buenos
ciudadanos americanos.
Tenemos una nuestra, propia, natural,
ciudadanía de nuestro país. Vosotros mismos la
reconocisteis y la proclamasteis, en la altura de vuestro Congreso.
Sinceramente os decimos que reverenciamos vuestra
noble ciudadanía, que encierra los divinos atributos de la
grandeza de la primera Patria fundadora de la libertad en
América; pero os decimos también, con igual
sinceridad, que estamos contentos con nuestra bien amada
ciudadanía puertorriqueña y orgullosos de haber
nacido y ser hermanos en nuestra madre Isla. (243-244)
DE MI PATRIA Y DE MI RAZA
Nuevas Campañas, Por Puerto Rico en la solidaridad
Iberoamericana
Luchamos los puertorriqueños en la altura del
ideal sin olvidar las cosas de abajo; sabemos cuál es el
centro de nuestra raza; sabemos dónde está el centro
de nuestra geografía. Dichosamente, la prolongación
de España en sus hijas las Repúblicas del Centro y
Sur de América nos ofrece un vastísimo campo de
convergencia, desde donde podemos mirar al Norte americano a la vez
que al Oriente español. Puerto Rico así debe ser y
será un pueblo independiente unido a España por un
amor filial, a las Repúblicas iberas por un amor fraternal
y a los Estados Unidos por un amor de convivencia, dentro de un
grandioso espíritu de solidaridad panamericana y de
universal armonía. (417-418)
PUERTO RICO
EN EL PROBLEMA DE LA RAZA
Nuevas Campañas, En la tribuna Hispanoamericana
. . . pero declaro con indomable orgullo que
¡prefiero mil veces la tiranía de mi bandera a la
libertad de una bandera extraña, en el sagrado territorio de
mi Patria!
La Independencia, la soberanía, es la libertad
matriz y primaria de los pueblos: la soberanía es la fuente
de todos los derechos: la independencia colectiva puede generar,
es verdad, todos los despotismos; pero también todas las
libertades, en tanto que todas las libertades secundarias no pueden
general la superior unidad de la soberanía nacional que es
la creadora y todas las otras libertades son como criaturas de ella
emanadas e incapaces de la suprema creación. (440)
DISCURSO DEL PRESIDENTE DE LA CAMARA DE REPRESENTANTES
DE PUERTO RICO, SESION DEL 6 DE NOVIEMBRE DE 1917, EN EXPLICACION
DE SU VOTO PARA QUE LA RESOLUCION PLEBISCITARIA QUEDE SOBRE LA MESA
HASTA LA PROXIMA LEGISLATURA
EL PLEBISCITO
DISCURSO
. . .la isla de Puerto Rico PERTENECE a los Estados
Unidos, es POSESION de los Estados Unidos; mas, cuantos conocen el
más rudimentario elemental principio de derecho
público americano, saben que una cosa es PERTENECER a los
Estados Unidos y otra formar parte de los Estados Unidos. El
concepto de PERTENENCIA es dominical, posesivo: el concepto de
PARTE es, como el de PARTICIPACION, significativo de UNIFICACION.
En una célebre sentencia del Tribunal Supremo de Washington
se decidió que "Puerto Rico PERTENECIA a y NO FORMABA PARTE
de los Estados Unidos" y esto, que parecería
antinómico a un estadista europeo, resulta de fácil
comprensión para un estadista norteamericano. Puerto Rico,
siendo una pertenencia, una posesión de los Estados Unidos,
está sujeto a su jurisdicción, como una cosa a la
autoridad de su señor: Puerto Rico, siendo parte de los
Estados Unidos, sería su propio dueño como lo es la
parte en la indivisión y comunidad del todo, en la unidad
política. . .Esa es, amigos, la triste condición de
nuestra tierra: pertenencia, COLONIA en el concepto primitivo, COSA
en el concepto romano, factoría en el concepto
cartaginés, habitantes de una tierra poseída ¡la
más hermosa y en su anhelo emancipador la más
desventurada de las que descubrieron, poblaron y civilizaron
nuestros padres en estas las tentadoras Indias de Occidente! (536-
537).
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Comments: Ask a Librarian (
June 22, 2011
)
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