En apariencia, el acoso escolar y el consumo de sustancias entre los jóvenes pueden parecer problemas independientes. Sin embargo, investigaciones indican que los niños que consumen drogas o alcohol tienen mayor riesgo de mostrar comportamientos problemáticos durante la adolescencia. Investigaciones recientes confirman estudios previos que señalaban un vínculo entre el acoso escolar y el consumo de sustancias. En un artículo reciente, los investigadores descubrieron que los alumnos de la escuela media y superior que acosan a sus pares o son víctimas de acoso escolar (acosan a otros o son acosados) tienen más probabilidades de consumir alcohol, cigarrillos y marihuana que los niños que no están involucrados.
El acoso escolar y el consumo de sustancias entre niños tienen riesgos y factores de protección compartidos. Los trabajos de prevención pueden disminuir estos factores de riesgo y fortalecer los factores de protección en la vida de un niño. Si el problema ya afloró, aprenda a reconocer las señales que alertan sobre niños que acosan o son acosados, consumo de alcohol por parte de menores y consumo de drogas, para intervenir antes de que el problema empeore.
Pero recapitulemos: ¿cómo sabe en qué riesgos y factores de protección debe centrarse? Continúe leyendo.
Familia
Una relación estrecha entre padres e hijos es fundamental para el bienestar del niño. Cuando las familias tienen un diálogo abierto, los niños pueden conversar sobre sus problemas con mayor facilidad. Además, una disciplina clara y coherente (sin ser extremo ni tener que recurrir a la fuerza física) ayuda a los niños a comprender que ciertos comportamientos, como el acoso escolar y el consumo de sustancias, son inaceptables y acarrean consecuencias. Finalmente, mostrar empatía y ayudar a los niños a modelar valores positivos los ayuda a evitar que acosen a otros o que consuman drogas o alcohol. Los niños cuyos padres consumen alcohol o drogas también están en riesgo.
Pares
Los pares y amigos también son importantes para el crecimiento social y personal. Sin embargo, los niños que pasan tiempo con otros niños que acosan o consumen alcohol y drogas tienen más posibilidades de imitar esas actividades. Lo mismo sucede con niños que tienen problemas para interactuar con sus pares.
La supervisión y la participación de los padres, como conocer a los amigos de sus hijos, pueden ayudar a un joven a evitar problemas de comportamiento mediante la toma de decisiones apropiadas sobre las personas con las que se relaciona.
Desempeño académico
El buen desempeño escolar y el entusiasmo por aprender son factores de protección contra el consumo de sustancias y el acoso escolar. Las notas bajas y el desinterés por la escuela son lo contrario: ponen al niño en riesgo de esos comportamientos.
Características individuales
Los padres y docentes deben estar alerta al comportamiento agresivo, especialmente si lo observan a edades tempranas, porque es un indicador de que un niño puede estar involucrado en el consumo de drogas o alcohol o en situaciones de acoso escolar. Los maestros y las familias también deben buscar el momento para reconocer y reforzar las habilidades y los logros de los niños: la autoestima, las aptitudes y las habilidades son características que "protegen" al niño.
Características del entorno
El entorno desempeña una función importante en nuestro desarrollo. Los jóvenes rodeados de consumo de sustancias, delito, pobreza y violencia en el hogar o en el barrio tienen más probabilidades de participar en comportamientos de acoso y de consumir alcohol o drogas. Las iniciativas comunitarias y políticas son fundamentales para eliminar y prevenir los factores de riesgo del entorno que afectan a los jóvenes. Explore recursos y herramientas de prevención y comience a abordar estos problemas en su comunidad.
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