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Apoye a los niños involucrados

Todos los niños involucrados en el acoso escolar (ya sean los acosados, los que acosan o los que presencian el acoso escolar) pueden resultar afectados. Es importante apoyar a todos los niños involucrados para asegurarse de que el acoso escolar no continúe y que se puedan minimizar los efectos.

• Apoyar a los niños que son acosados
• Tratar el comportamiento de acoso escolar
• Apoyar a los espectadores que presencian el acoso escolar

Apoyar a los niños que son acosados

Escucha y concéntrate en el niño. Averigüe qué ha estado sucediendo y demuestre que desea ayudar.  

Convenza al niño de que los actos de acoso escolar no son su culpa. 

Tenga presente que los niños que son acosados pueden esforzarse para no hablar de eso. Considere la idea de referirlos a un consejero escolar, psicólogo y otros servicios de salud mental.

Dé consejos sobre lo que se debe hacer. Esto puede incluir dramatizaciones e ideas de cómo podría reaccionar el niño si el acoso escolar ocurre de nuevo.

Trabajen en conjunto para resolver la situación y proteger al niño acosado. El niño, los padres y la escuela u organización pueden tener aportes valiosos. Esto puede ayudar a:

• Preguntarle al niño que está siendo acosado qué se puede hacer para que se sienta seguro. Recuerde que se deben minimizar los cambios de rutina. El niño no está en falta y no debe ser señalado. Por ejemplo, considere reorganizar la disposición de los asientos del salón de clase o del autobús para todos. Si es necesario hacer cambios más grandes, como cambiar de salón de clase o de ruta de autobús, no se debe forzar al niño que es acosado al cambio.
• Desarrollar un plan de juegos. Es necesario mantener los canales de comunicación abiertos entre las escuelas, las organizaciones y los padres. Analice las medidas que se toman y los límites respecto de lo que se puede hacer de acuerdo con las políticas y las leyes. Recuerde, la ley no permite al personal escolar hablar sobre la disciplina, las consecuencias o los servicios que se brindan a otros niños.

Sea constante. Es posible que el acoso escolar no termine de la noche a la mañana. Comprométase a hacer que se detenga y brinde apoyo constante al niño acosado.

Evite estos errores:

• Nunca le diga al niño que ignore el acoso escolar.
• No culpe al niño por ser acosado. Aunque el niño provoque el acoso escolar, nadie merece ser acosado.
• No le diga al niño que se defienda físicamente del niño que lo acosa. Eso podría hacer que el niño resulte herido, suspendido o expulsado.
• Los padres deben resistir la tentación de comunicarse con los otros padres involucrados. Eso podría empeorar las cosas. La escuela u otros funcionarios pueden actuar como mediadores entre los padres. 

Haga un seguimiento. Muestre un compromiso a detener el acoso escolar. Debido a que el acoso escolar es un comportamiento que se repite o que tiende a repetirse, se necesita un esfuerzo constante para asegurarse de que se detenga.

Tratar el comportamiento de acoso escolar

Los padres, el personal escolar y las organizaciones cumplen una función.

Asegúrese de que el niño sepa cuál es el comportamiento problemático. Los jóvenes que acosan deben saber que su comportamiento es incorrecto y lastima a los demás. 

Muestre a los niños que el acoso escolar se toma en serio. Explique tranquilamente al niño que no se tolerará el acoso escolar. Muestre un comportamiento respetuoso al tratar el problema.

Trabaje con el niño para entender algunos de los motivos por los cuales acosó a otros. Por ejemplo:

• Algunas veces, los niños acosan a otros para ganarse un lugar en un grupo. Estos niños pueden beneficiarse de participar en actividades positivas. La participación en deportes y clubes puede ayudarlos a adoptar roles de liderazgo y hacer amigos sin sentir la necesidad de acosar a otros.
• Otras veces, los niños se revelan porque hay algo más (problemas en casa, abuso, estrés) que sucede en sus vidas. También es posible que ellos mismos hayan sido víctimas de acoso escolar. Estos niños podrían tener la necesidad de contar con apoyo adicional, por ejemplo, servicios de salud mental.

Utilice las consecuencias para enseñar. Las consecuencias que involucran el aprendizaje o la generación de empatía pueden ayudar a prevenir el acoso escolar en un futuro. El personal escolar debe recordar cumplir con las pautas de su código de conducta estudiantil y otras políticas al desarrollar consecuencias y determinar acciones disciplinarias. Por ejemplo, el niño que acosó a otros puede:

• liderar un debate en clase sobre cómo ser un buen amigo;
• escribir una historia sobre los efectos del acoso escolar o los beneficios del trabajo en equipo;
• interpretar una situación o realizar una presentación sobre la importancia del respeto hacia los demás, los efectos negativos de los chismes o las formas de colaboración;
• trabajar en un proyecto sobre los derechos civiles y el acoso escolar;
• leer un libro sobre el acoso escolar;
• fabricar carteles para la escuela sobre el ciberacoso y cómo desempeñarse con inteligencia en Internet.

Logre que el niño que realizó el acoso escolar compense al otro o repare la situación. El objetivo es ayudarlo a darse cuenta de cómo sus acciones afectan a los demás. Por ejemplo, el niño puede:

• escribir una carta de disculpa al alumno al que acosó;
• realizar una buena acción para la persona a la que acosó o para otros integrantes de la comunidad;
• limpiar, reparar o abonar bienes que haya dañado.

Evite las estrategias que no dan resultado o que tienen consecuencias negativas.

• Las estrategias de tolerancia cero o del fracaso después de tres intentos no dan buenos resultados. Suspender o expulsar a los alumnos que acosan a otros no disminuye las conductas de acoso escolar. Los alumnos y docentes pueden ser menos propensos a denunciar y abordar el acoso escolar si la consecuencia es la suspensión o expulsión.
• La resolución de conflictos y la mediación de pares no dan buenos resultados para el acoso escolar. El acoso escolar no es un conflicto entre personas de igual poder que comparten partes iguales de la culpa. Enfrentarse a quienes los han acosado podría angustiar aún más a los niños víctimas del acoso escolar.
• El tratamiento grupal para alumnos que acosan a otros no da buenos resultados. Los miembros del grupo tienden a reforzar la conducta de acoso escolar entre ellos.

Haga un seguimiento. Después de resolver al acoso escolar, continúa buscando formas de ayudar al niño que acosó a otros a comprender cómo sus acciones afectan a los demás. Por ejemplo, felicita los actos de bondad o conversa sobre lo que significa ser un buen amigo. 

Brinde su apoyo a los espectadores que presencian el acoso escolar 

Incluso si los niños no son acosados ni acosan a los demás, pueden verse afectados por el acoso escolar. Muchas veces, cuando presencian un acto de acoso escolar, quizás no saben qué hacer para detenerlo. Podrían sentirse inseguros de intervenir en el momento, pero hay muchas otras cosas que pueden hacer.