Traducido del inglés: miércoles, 12 de diciembre, 2012
Por Megan Brooks
NUEVA YORK (Reuters Health) - Las conductas y las
exposiciones maternas durante el embarazo no aumentan
significativamente el riesgo de que su hija desarrolle
endometriosis, según demuestran los resultados de un importante
estudio sobre el tema.
El equipo de la doctora Erin F. Wolff, del Instituto
Nacional Eunice Kennedy Shriver de Salud Infantil y Desarrollo
Humano, parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados
Unidos, publica que "cada vez más pruebas" sugieren que la
endometriosis tendría un origen precoz.
"Lo que diferencia este análisis de los anteriores es que
utilizamos una forma más exacta de determinar si una mujer tiene
endometriosis en lugar de confiar en sus dichos (lo que no es
tan confiable)", dijo Wolff a Reuters Health.
"El mensaje", sostuvo, es que en este grupo de mujeres de
Utah y California, no pudimos identificar una relación entre las
conductas maternas durante el embarazo y el riesgo de las hijas
adultas de desarrollar endometriosis".
En el estudio Endometriosis, Historia Natural, Enfermedad,
Resultados (ENDO, por su nombre en inglés), publicado en
Fertility and Sterility, los autores utilizaron una cohorte con
exposición emparejada (un grupo experimental comparado con una
población de referencia): 473 mujeres a las que se les
realizaría una laparoscopía o laparotomía integraron el grupo
operativo y 127 mujeres con riesgo de desarrollar endometriosis
participaron del grupo de control.
A todo el primer grupo se le realizó la cirugía y al grupo
de control se le efectuaron imágenes por resonancia magnética de
la pelvis para diagnosticar la endometriosis.
Las mujeres de ambos grupos tenían edades similares (32 y 33
años, en promedio, respectivamente). La incidencia de la
endometriosis era del 40 por ciento en el primer grupo y del 11
por ciento en el de control.
En los análisis primarios, los autores no hallaron patrones
evidentes entre las exposiciones fetales intrauterinas (o de
tamaño al nacer) y la endometriosis, independientemente del
grupo estudiado.
Pero sólo en el grupo experimental observaron una razón de
posibilidades ajustada más alta para el diagnóstico de la
endometriosis al analizar el consumo de vitaminas, el tabaquismo
materno y el bajo peso al nacer.
El tabaquismo paterno estuvo asociado con un aumento de la
posibilidad de que se diagnosticara endometriosis en el grupo de
control. Aquel riesgo disminuyó en el grupo experimental para el
consumo de cafeína, alcohol, parto prematuro y tabaquismo.
Como en los análisis primarios, en los análisis de
sensibilidad, ninguna asociación con la exposición intrauterina
fue estadísticamente significativo, excepto el parto prematuro,
que estuvo relacionado con una reducción del riesgo de
diagnosticar endometriosis en el grupo experimental al limitar
el análisis a la confirmación visual e histológica de la
enfermedad.
"Esto podría atribuirse al azar, dada la cantidad de
comparaciones realizadas", escribe el equipo.
Los autores admiten también que la dirección inversa
observada para el consumo de cafeína y el tabaquismo maternos
durante la gestación como así también el nacimiento prematuro de
las mujeres "desconciertan".
Para los autores, los resultados "no coinciden" con los del
Estudio sobre la Salud de las Enfermeras II (NHS II, por su
nombre en inglés). "En esa cohorte, el bajo peso al nacer, la
gestación múltiple y la exposición al DES (pero no el parto
prematuro) estuvieron asociados con el diagnóstico de
endometriosis", señalan.
FUENTE: Fertility and Sterility, 2012
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. | Los Institutos Nacionales de la Salud | Departamento de Salud y Servicios Humanos