Traducido del inglés: miércoles, 19 de diciembre, 2012
NUEVA YORK (Reuters Health) - La enfermedad inflamatoria
intestinal (EII) está asociada con un aumento significativo del
riesgo de desarrollar herpes zóster, en especial en los
pacientes que toman medicamentos inmunosupresores, según
demuestra un estudio sobre más de 100.000 pacientes con la
dolencia.
Por ahora, los investigadores no recomiendan que todas las
personas con EII se apliquen la vacuna contra el herpes zóster.
Aseguran que aún se necesitan más estudios para determinar el
papel, la seguridad y la oportunidad de su aplicación en esos
pacientes.
Con una base de datos administrativa, el equipo de la
doctora Millie D. Long, de la University of North Carolina, en
Chapel Hill, identificó a más de 108.000 pacientes menores de 64
años con EII, incluidos 50.932 con enfermedad de Crohn, 56.403
con colitis ulcerosa y 1.269 con EII de tipo desconocido. A cada
uno lo cotejaron con cuatro personas sin EII.
El equipo detectó 2.677 casos de herpes zóster en el grupo
con EII y 4.340 en el grupo de control, según publica el equipo
en Alimentary Pharmacology & Therapeutics.
En los pacientes con EII, la incidencia anual de herpes
zóster era de 734 por cada 100.000 años/persona, comparado con
437 en el grupo sin EII. La incidencia era "algo más alta" en
los pacientes con enfermedad de Crohn que en aquellos con
colitis ulcerosa.
El riesgo de herpes zóster se mantuvo alto en el grupo con
EII tras considerar las comorbilidades y otros factores
importantes.
Además, para determinar cómo los fármacos inmunosupresores
influían en el nivel de riesgo, el equipo realizó un análisis de
variables múltiples de casos y controles con 2.659 pacientes con
EII y herpes zóster y una cohorte de 10.470 pacientes con EII
sin herpes zóster.
El resultado fue que el uso de las tiopurinas, los
corticoesteroides y los agentes antiTNF estaban
independientemente asociados con el herpes zóster en la
población con EII, no así el uso del ácido 5-aminosalicílico o
5-ASA.
El riesgo de herpes zóster aumentó aún más con una terapia
combinada de anti-TNF y tiopurinas).
El equipo sostiene que sus resultados respaldan hallazgos
previos sobre el riesgo de herpes zóster en las personas con
EII.
La vacuna contra el virus del herpes zóster (culebrilla),
aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de
Estados Unidos (FDA, por su nombre en inglés), llamada Zostavax
(Merck & Co.), que reduce un 50 por ciento su incidencia, está
recomendada para la población de 60 años.
"Como se trata de una vacuna 'viva', está contraindicada en
pacientes inmunosuprimidos (tratados con corticoesteroides, 20
mg/día durante más de dos semanas; agentes anti-TNF y
quimioterapia)", indicaron los expertos.
De todos modos, en la última Guía de Contraindicaciones y
Precauciones sobre las Vacunas, los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla
en inglés) determinaron que la vacuna se puede utilizar en
personas con tratamientos inmunosupresores en bajas dosis.
Aun así, los investigadores señalan que la mejor oportunidad
de aplicación de esta vacuna sería antes de iniciar la terapia
inmunosupresora.
El estudio se realizó con subsidios de la Fundación de
Enfermedad de Crohn y Colitis y de los Institutos Nacionales de
Salud de Estados Unidos. Long declaró haber trabajado en la
comisión asesora de UCB Inc. No respondió las preguntas de
Reuters Health antes del cierre de esta nota.
FUENTE: Alimentary Pharmacology & Therapeutics, 2012
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. | Los Institutos Nacionales de la Salud | Departamento de Salud y Servicios Humanos