Traducido del inglés: lunes, 21 de enero, 2013
Por Andrew M.Seaman
21 ene (Reuters) - Los afroamericanos con cáncer pulmonar
son más propensos que los pacientes blancos a morir por la
enfermedad, en especial si viven en condados marginados, de
acuerdo a un nuevo estudio.
Los autores, cuyo estudio publica JAMA Surgery, detectaron
que la tasa de mortalidad por el cáncer entre los pacientes
negros de condados marginados era 10 puntos porcentuales más
alta que la de los que vivían en barrios con más diversidad a
mediados del 2000.
En cambio, en los pacientes blancos no se registró esa
diferencia por el lugar de residencia.
"Primero pensamos que era un error. Repetimos todo cinco
veces con el programa", contó el autor principal, doctor Awori
Hayanga, especialista en trasplante pulmonar del Centro Médico
de University of Pittsburgh. "Para una persona de color que vive
en uno u otro barrio, un 10 por ciento es mucho".
La Sociedad Estadounidense del Cáncer señala que el cáncer
pulmonar es la primera causa de muerte oncológica en hombres y
mujeres. Mata a más gente que los cánceres de colon, mama y
próstata juntos. Estima que en el 2013 se le diagnosticará a
unos 228.000 estadounidenses y unos 159.500 morirán.
El equipo de Hayanga utilizó bases de datos nacionales para
reunir información sobre la mortalidad por cáncer pulmonar en
los condados de Estados Unidos en el período 2003-2007.
Clasificó a los condados como áreas con marginación baja,
moderada o alta, según la concentración de residentes de cada
etnia.
Tras considerar el tabaquismo y el nivel de ingresos, el
equipo obtuvo una tasa nacional de mortalidad por cáncer
pulmonar del 59 por ciento para los pacientes negros y del 52
por ciento para los pacientes blancos.
Al concentrarse en ciertos condados, halló que la mortalidad
de los blancos se mantenía estable entre el 50 y 53 por ciento
en los lugares con más o menos diversidad, mientras que la
mortalidad de los afroamericanos variaba significativamente.
La mortalidad de los pacientes negros de los condados con
diversidad étnica era del 52 por ciento, es decir, similar a la
de los blancos. Pero la mortalidad de los pacientes de condados
con alto nivel de marginación ascendía al 63 por ciento y
descendía al 57 por ciento en áreas moderadamente marginadas.
El estudio no prueba que vivir en una comunidad marginada
aumente la mortalidad de los pacientes negros. Hayanga prefirió
atribuirlo a algún factor predominante en las comunidades
afroamericanas.
"Lo que quiero decir es que la marginación en los barrios no
es sólo un factor de nivel socioeconómico. Lo tuvimos en
cuenta", dijo. "Aquí es donde nos preguntamos si conocemos los
distintos entramados de los diferentes barrios".
Indicó que al comparar condados se ven los recursos que
algunos tienen y otros carecen, como hospitales y médicos.
El estudio demuestra que existen algunos problemas de salud
que la genética no puede explicar y que no se pueden tratar con
fármacos, dijo David Chang, autor de un comentario sobre el
estudio.
Las disparidades son "quizás uno de los factores que no
depende de los pacientes, sino del sistema", dijo Chang, de
University of California, San Diego.
"Importa la ubicación, y hay que ser críticos con el lugar
donde ellos viven y pagan impuestos", agregó Hayanga, que
participó con Chang en estudios previos.
FUENTE: JAMA Surgery, online 16 de enero del 2013.
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. | Los Institutos Nacionales de la Salud | Departamento de Salud y Servicios Humanos