Traducido del inglés: miércoles, 23 de enero, 2013
Por Will Boggs
23 ene (Reuters) - Un equipo asegura que el tratamiento
habitual contra la hepatitis C crónica, con interferón pegilado
y ribavirina, estaría contraindicado en uno de cada seis de los
5 millones de pacientes estadounidenses infectados por el VHC.
"Cuando diseñamos el estudio, esperábamos hallar una tasa de
contraindicación más alta que la que encontramos", dijo por
e-mail el doctor Andrew H. Talal, de State University of New
York, Búfalo. "El hecho de que la mayoría de las
contraindicaciones se pueda revertir o tratar fue otra
sorpresa".
El estudio, publicado en Alimentary Pharmacology &
Therapeutics, lo financiaron parcialmente Genentech Inc. y F.
Hoffmann-La Roche Ltd; algunos autores son empleados de
Genentech.
El equipo de Talal utilizó datos de las historias clínicas
electrónicas de General Electric Centricity para determinar
cuántas personas con el VHC de la población general no podrían
recibir el tratamiento con interferón pegilado y ribavirina por
problemas médicos y psiquiátricos.
Estudios previos de los hospitales del Departamento de
Asuntos de los Veteranos de Estados Unidos habían sugerido que
dos tercios (67,8 por ciento) de los veteranos derivados para el
tratamiento de la hepatitis C no podían recibir el tratamiento
debido a criterios clínicos específicos.
Sólo un 11,8 por ciento de los pacientes con hepatitis C
diagnosticada entre 1999 y el 2003 obtuvo una receta para
iniciar el tratamiento antiviral.
En el nuevo estudio, realizado sobre 45.690 pacientes
diagnosticados con hepatitis C entre el 2004 y el 2009, el 17,3
por ciento (7903) no podía recibir el tratamiento. La mayoría
(6928 o 87,6 por ciento) tenía una contraindicación.
Las contraindicaciones más comunes fueron el trastorno
bipolar (6,5 por ciento), la anemia (5,9 por ciento) y el
embarazo (1,9 por ciento).
"Como se ve, muchas contraindicaciones observadas en el
estudio son relativas (y/o modificables) o transitorias y, por
lo tanto, muchos pacientes podrían mejorar con las terapias
triples con interferón pegilado o con futuras terapias sin
interferón pegilado ni ribavirina", dijo Talal.
En cambio, las enfermedades comunes de la población general
(infarto cardíaco, síndromes coronarios agudos y depresión) no
actuaron como contraindicaciones terapéuticas.
"El mensaje es que la gran mayoría de las contraindicaciones
para el tratamiento con interferón pegilado/ribavirina son
reversibles o potencialmente modificables antes del
tratamiento", sostuvo Talal.
"Por lo tanto, los médicos deben evaluar cuidadosamente la
gravedad de las contraindicaciones y su tratamiento posible
antes de determinar que un paciente no puede recibir el
tratamiento de la hepatitis C", agregó.
Talal señaló que el hecho de que las contraindicaciones
aumentes en ciertos grupos es otro aspecto a tener en cuenta.
Estos resultados deberían alentar a los médicos a buscar
especialmente las contraindicaciones más prevalentes y tratar de
modificarlas si podrían interferir con la tolerancia al
tratamiento.
El autor dijo también que "estos resultados deberían
promover nuevas investigaciones para conocer por qué los
pacientes tendieron a no buscar tratamiento de la hepatitis C".
"Deberían diseñarse otras intervenciones para educar a los
pacientes y los médicos sobre la importancia del tratamiento del
VHC e identificar otros motivos por los que un gran porcentaje
de la población afectada aún no recibe tratamiento", concluyó.
FUENTE: Alimentary Pharmacology & Therapeutics, online 7 de
enero del 2013.
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. | Los Institutos Nacionales de la Salud | Departamento de Salud y Servicios Humanos