Traducido del inglés: viernes, 25 de enero, 2013
Por Trevor Stokes
NUEVA YORk, 25 ene (Reuters) - Los diabéticos usualmente
caminan sin el calzado especial diseñado para prevenir las
heridas que pueden producir infecciones y amputaciones, según un
nuevo estudio.
"Es muy importante que los pacientes usen el calzado
recomendado todo el tiempo posible", dijo Sicco Bus, miembro del
Centro Médico de la Universidad de Amsterdam y principal autor
del estudio.
"Los pacientes de alto riesgo en su mayoría no cumplen esa
indicación y eso debe mejorar", agregó.
El estudio, publicado en Diabetes Care, supervisó los
hábitos al caminar de 107 diabéticos durante dos semanas, y casi
un tercio -un 29 por ciento- lo hacía sin el calzado
recomendado.
El dato más alarmante del estudio es que los pacientes no
utilizan el calzado especial para prevenir las úlceras en un 39
por ciento del tiempo que caminan en el hogar, donde pasan la
mayor parte del tiempo.
Los pacientes dieron un promedio de unos 4.000 pasos en el
hogar y de 2.600 en la calle, donde utilizaron el calzado
protector en un 87 por ciento de las veces.
"En general, los pacientes piensan que tienen que usar el
calzado cuando salen de la casa, aunque el médico les dice que
lo utilicen todo lo que puedan", dijo Bus a Reuters Health.
Los diabéticos que no protegen sus pies son especialmente
vulnerables a las lesiones, porque tienen menos sensibilidad y
flujo sanguíneo.
Los investigadores asumen que el calzado hecho a medida
ayuda a proteger los pies, algo que nunca se ha puesto a prueba
con ensayos clínicos adecuados, según el doctor Dereck Hunt,
profesor de medicina interna de la McMaster University, en
Canadá, y director de una clínica especializada en diabetes.
"No tenemos información de alta calidad, de modo que es más
difícil diseñar estrategias para mejorar la adherencia al
tratamiento", comentó Hunt.
La Asociación de Diabetes de Estados Unidos estima que, cada
año, unos 600.000 diabéticos desarrollan úlceras en los pies, lo
que provoca cerca de 80.000 amputaciones.
Estudios previos habían señalado que menos de un tercio de
los diabéticos con problemas en los pies usan el calzado
recetado en un 80 por ciento de las veces o más.
El equipo a cargo del estudio usó herramientas que registran
la temperatura para determinar cuándo los pacientes utilizaban
el calzado recomendado y también un sistema que registra los
pasos.
"Con un poco más de sentido común y tecnología podemos
empezar a resolver este problema", sostuvo el doctor David
Armstrong, director de una organización que busca evitar las
ampurtaciones de la Universidad de Arizona.
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