Tan solo unas cuantas quemaduras solares graves pueden aumentar el riesgo de que su hijo contraiga cáncer de piel en la edad adulta. Los niños no necesitan estar en la piscina, en la playa o de vacaciones para recibir demasiado sol. La piel de los niños debe estar protegida de los dañinos rayos ultravioleta (UV) siempre que los niños estén al aire libre.
Tampoco olvide llevar consigo el filtro solar para volver a aplicárselo durante el día, en particular después de que el niño nade o haga ejercicio. Esto incluye los productos a prueba de agua y resistentes al agua.
Siga las instrucciones del envase para el uso del filtro solar en bebés menores de 6 meses de edad. No todos los productos tienen los mismos ingredientes; si su piel o la de su hijo tiene una reacción adversa al filtro solar, cambie de producto o consulte con su médico. La mejor forma de proteger a su bebé de las quemaduras solares es evitar el sol o permanecer en la sombra.
La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos ha anunciado cambios importantes en las etiquetas de los filtros solares que ayudarán a los consumidores a decidir cómo comprarlos y usarlos y les permitirán a ellos y a sus familias protegerse del daño causado por el sol de una manera más eficaz.
Tenga presente que el objetivo del filtro solar no es permitir que los niños pasen más tiempo de lo habitual al sol. Trate de combinar el uso del filtro solar con las otras opciones indicadas anteriormente para evitar los daños que pueden causar los rayos UV.
¿Coloradito? En tan solo 15 minutos, la piel desprotegida puede sufrir daños a causa de los rayos UV. Sin embargo, pueden pasar hasta 12 horas para que se noten en su totalidad los efectos de la exposición al sol. Así que, si la piel de su hijo se nota hoy "algo colorada", al día siguiente por la mañana podría verse quemada. Para evitar que su niño se siga quemando, resguárdelo del sol.
¿Tiene bronceada la piel? Lo cierto es que piel bronceada es piel lesionada. Cualquier cambio en la coloración de la piel de su hijo después de haber estado al aire libre, ya sea por quemadura solar o bronceado, es una señal del daño causado por los rayos UV.
¿Un día fresco y nublado? Aún así, los niños necesitan protección. Son los rayos UV, no la temperatura, lo que causa el daño. Las nubes no bloquean los rayos UV sino que los filtran, y a veces solo ligeramente.
¡Uy! Con frecuencia, los niños sufren quemaduras solares cuando están al aire libre sin protección durante más tiempo de lo previsto. Prepárese con antelación y tenga la protección solar siempre a mano, en su auto, bolso o en la mochila del niño.