Cada año, 12.7 millones de personas en todo el mundo se enteran de que tienen cáncer y 7.6 millones mueren como consecuencia de la enfermedad.
Más personas mueren de cáncer que de sida, paludismo y tuberculosis juntos. Las proyecciones de la Organización Mundial de la Salud indican que si no se toma una acción inmediata, el número global de muertes por cáncer aumentará cerca de un 80% para el 2030, y la mayoría de los casos ocurrirán en países de bajos y medianos recursos.
Los estudios de investigación indican que un tercio de las muertes por cáncer se pueden evitar mediante la prevención y otro tercio mediante la detección y el tratamiento tempranos. Aunque existen formas de demostrada eficacia para prevenir y tratar el cáncer, estos medicamentos, tecnologías y servicios no están al alcance directo de los países de bajos y medianos recursos.
En la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Enfermedades No Contagiosas en septiembre del 2011, líderes de más de 120 países declararon a las enfermedades no contagiosas, como el cáncer, una prioridad global y se propusieron tomar acciones para abordarlas. Desde entonces la OMS ha tomado el liderazgo en el desarrollo de un marco de vigilancia global de las enfermedades no transmisibles, que incluye nuevos casos de cáncer y muertes por cáncer, pruebas de detección del cáncer de cuello uterino y vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) y la hepatitis B.
Aunque la mayoría de los programas contra el cáncer de los CDC se enfocan en los Estados Unidos, la agencia está trabajando en una variedad de iniciativas para reducir la carga del cáncer en todo el mundo. Por ejemplo, los CDC están colaborando con la Organización Panamericana de la Salud para capacitar a personal médico de Latinoamérica en la realización de pruebas de detección del cáncer de cuello uterino mediante tecnologías de bajo costo. Los CDC también se han unido a la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, la Unión Internacional para el Control del Cáncer y otras organizaciones para crear la Iniciativa Mundial para el Desarrollo de Registros de Cáncer en Países de Ingresos Bajos y Medios. Esta iniciativa ayuda a los países a producir información confiable sobre la carga del cáncer para que se establezcan e implementen políticas eficaces de control del cáncer.
El número de nuevos casos de cáncer se puede reducir y muchas muertes causadas por esta enfermedad se pueden prevenir. Las investigaciones indican que las pruebas recomendadas de detección de los cánceres de cuello uterino y colorrectal ayudan a prevenir estas enfermedades, al identificar lesiones precancerosas de tal manera que puedan ser tratadas antes de que se conviertan en cáncer. Además, las pruebas de detección de los cánceres de cuello uterino, colorrectal y de mama pueden ayudar a encontrar estas enfermedades en etapas tempranas, cuando generalmente tienen más posibilidades de tratamiento.
El riesgo de una persona de padecer cáncer se puede reducir al recibir atención médica habitual, evitar el tabaco, limitar el consumo de bebidas alcohólicas, evitar la exposición extrema a los rayos ultravioleta del sol y de las camas solares, comer una dieta alimenticia rica en frutas y verduras, mantener un peso saludable y estar físicamente activo.
Las vacunas también ayudan a reducir el riesgo de cáncer. La vacuna contra el virus del VPH ayuda a prevenir la mayoría de los cánceres de cuello uterino y algunos cánceres de vagina y de vulva; la vacuna contra la hepatitis B puede reducir el riesgo de contraer cáncer de hígado.
Usted también puede reducir el riesgo de que sus hijos tengan diferentes tipos de cáncer en el futuro. Comience por ayudarlos a adoptar un estilo de vida saludable con buenos hábitos alimentarios y suficiente ejercicio para que puedan mantener un peso saludable. Además, siga los siguientes consejos para ayudar a prevenir algunos tipos específicos de cáncer:
Los CDC trabajan a toda hora para salvar vidas y proteger al público contra amenazas a la salud, con el fin de mejorar la seguridad de la nación. Los CDC, una agencia federal de los EE. UU., utilizan la ciencia y la prevención para facilitar la toma de decisiones saludables. Los CDC buscan ayudar a que las personas tengan una vida más larga, productiva y saludable.