Pídale a su proveedor de atención médica que le haga una prueba de estreptococos del grupo B entre las 35 y 37 semanas de embarazo.
Si está embarazada o conoce a alguien que lo está, necesita saber sobre los estreptococos del grupo B. Aproximadamente una cuarta parte de las mujeres tienen las bacterias que causan la infección por estreptococos del grupo B. Sin embargo, estas bacterias no son peligrosas para usted y no enfermarán a quienes la rodean. Pero pueden ser muy peligrosas para su bebé recién nacido. Los bebés pueden enfermarse gravemente y hasta morir si las madres les transmiten las bacterias de los estreptococos del grupo B durante el nacimiento. Por eso es muy importante que se haga las pruebas de detección en cada embarazo.
Si está embarazada y tiene estreptococos del grupo B, el médico
le puede dar un antibiótico (por lo general penicilina) durante el
parto para prevenir que contagie esas bacterias al bebé. Si cree
que su parto puede adelantarse, hable con el médico lo más pronto
posible.
Recuerde:
Una mujer embarazada infectada con el CMV puede transmitirle el virus a su bebé durante el embarazo. La mayoría de los bebés que nacen con la infección por el citomegalovirus estarán bien y no tendrán síntomas ni problemas de salud. Sin embargo, algunos bebés presentarán al nacer o más tarde problemas permanentes, como pérdida de la audición o de la visión, o discapacidades mentales.
El CMV se transmite de las personas infectadas a otras a través de los líquidos corporales, como la saliva, la orina, la sangre, las secreciones vaginales y el semen. Sin embargo, no se propaga fácilmente. Los bebés y los niños pequeños tienen más probabilidad de propagar el citomegalovirus a través de la saliva y la orina. En las mujeres embarazadas, las dos formas más comunes de exposición al CMV son las relaciones sexuales y el contacto con la saliva y la orina de niños infectados.
Si usted está o planea quedar embarazada, la mejor manera de proteger a su bebé del citomegalovirus es protegiéndose a usted misma.
La listeriosis es una infección grave causada por el consumo de alimentos contaminados con la bacteria Listeria. Afecta en su mayoría a mujeres embarazadas, recién nacidos, ancianos y personas con sistemas inmunitarios debilitados. Las mujeres embarazadas tienen una probabilidad aproximadamente 20 veces mayor que otros adultos sanos de contraer listeriosis. Alrededor del 17% de los casos de listeriosis ocurre durante el embarazo.
Las mujeres embarazadas tienen una probabilidad aproximadamente 20 veces mayor que otros adultos sanos de contraer listeriosis.
Las mujeres embarazadas infectadas pueden presentar fiebre y otros síntomas no específicos, como cansancio y dolores (ver “¿Cuáles son los síntomas de la listeriosis?”). La enfermedad también puede ser muy grave para bebés en gestación o recién nacidos. La listeriosis durante el embarazo puede provocar abortos espontáneos, muertes fetales, partos prematuros o infecciones en los recién nacidos.
En general, usted puede protegerse de la listeriosis evitando:
Las mujeres embarazadas y otras personas que sean vulnerables a la enfermedad deben ser más cuidadosas para evitar el contacto con los líquidos de las carnes frías o los paquetes de los perros calientes u otros alimentos, o superficies donde se preparen alimentos. Además, las mujeres embarazadas deben lavarse muy bien las manos después de manipular carnes frías, fiambres y perros calientes. Más información sobre cómo reducir su riesgo de listeriosis.
Si está embarazada y tiene fiebre u otros síntomas no específicos, como cansancio y dolores, consulte a su proveedor de atención médica antes de que pasen 24 horas. Si está infectada, su médico puede darle antibióticos para proteger a su bebé en gestación o recién nacido. Si una persona ha consumido alimentos contaminados con Listeria y no presenta ningún síntoma, la mayoría de los expertos considera que no necesita pruebas ni tratamiento, ni siquiera en el caso de personas con alto riesgo de contraer listeriosis.
Los CDC trabajan a toda hora para salvar vidas y proteger al público contra amenazas a la salud, con el fin de mejorar la seguridad de la nación. Los CDC, una agencia federal de los EE. UU., utilizan la ciencia y la prevención para facilitar la toma de decisiones saludables. Los CDC buscan ayudar a que las personas tengan una vida más larga, productiva y saludable.