Me han invitado a una fiesta... ¿Puedo ir?
Pregúntale a tu hijo si un adulto estará presente en la fiesta o si cree que los chicos beberán. Recuérdale a tu hijo que solamente el hecho de estar en una fiesta donde menores de edad estén bebiendo puede causarle problemas. Utiliza este momento para establecer o reforzar tus reglas sobre el alcohol y el comportamiento que esperas de él.
¿Bebías cuando eras chico?
Si bebías cuando eras adolescente, los expertos recomiendan que des una respuesta sincera.1 Explícale por qué te sentiste tentado de probar el alcohol y por qué el consumo de alcohol entre los menores de edad es peligroso. Incluso podrías darle a tu hijo un ejemplo de un momento doloroso o vergonzoso que te tocó vivir debido a la bebida.
¿Por qué bebes?
Explícale a tu hijo tus razones para beber, ya sean para realzar los sabores de una comida, compartir buenos momentos con amigos o celebrar una ocasión especial. Señálale que si decides beber, siempre lo haces con moderación. Dile a tu hijo que algunas personas no deberían beber, incluyendo a los menores de edad.
¿Qué pasa si mis amigos me piden que lo haga?
Ayudar a tu hijo a decir “no” a la presión de los amigos es una de las cosas más importantes que puedes hacer para mantenerlo alejado del alcohol. Practica con tu hijo para que vea alguna forma de manejar esta situación con sus amigos, ya sea diciéndoles simplemente "no" o sugiriéndoles otra actividad que hacer.
Tú bebes alcohol, ¿por qué yo no puedo hacerlo?
Recuérdale a tu hijo que si el consumo de alcohol entre los menores de edad va contra la ley es por alguna buena razón. Señálale que el cuerpo de un adulto está completamente desarrollado de manera que puede lidiar con el alcohol, pero que los chicos aún están en crecimiento y por ello, el alcohol puede tener un impacto negativo en su salud y sano juicio.2
¿Por qué el alcohol es malo para mí?
No intentes atemorizar a tu hijo con el consumo de alcohol diciéndole: “No puedes manejarlo”. Dile, por ejemplo: “El alcohol es malo para tu cerebro en crecimiento, interfiere en tu juicio y puede enfermarte”. Cuando los chicos escuchan la información y tus opiniones al respecto, es fácil ponerles reglas y reforzarlas.
