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Guía de los CDC para los campamentos residenciales y diurnos con respuestas a la influenza durante la temporada de campamentos de verano 2010

Este sitio web está archivado para fines históricos y ya no se le realizan mantenimiento ni actualizaciones. For updated information on the current flu season, see the Sitio web de los CDC sobre la influenza de temporada.

17 de mayo de 2010, 6:00 p.m., hora del este

Este documento proporciona una guía para ayudar a prevenir y controlar la propagación de la influenza (gripe), además de la influenza H1N1 2009, entre campistas y el personal de los campamentos durante la temporada de campamentos de verano 2010. Esta guía para campamentos es una actualización de la anterior, con relación al "nuevo virus de la influenza A (influenza H1N1)" que fue emitida el 14 de junio de 2009.

Las recomendaciones se basan en los conocimientos actuales de los CDC acerca de la influenza, incluyendo la influenza H1N1 2009, en los Estados Unidos. Los CDC continuarán monitoreando la actividad de la influenza y actualizando la guía actual según sea necesario.

Los campamentos para niños, adultos jóvenes y la familia tienen programas que varían desde varias horas en un día (campamentos de día) a programas grupales que son durante la noche por varios días o semanas (campamentos residenciales). Para los fines de esta guía, "campamentos" hará referencia al ámbito de campamentos residenciales y diurnos.

Antecedentes

Abril de 2009 marcó el comienzo de la influenza pandémica H1N1 2009. Un año más tarde, a partir de abril de 2010, la actividad de la influenza es baja a nivel nacional, aunque se sigue informando un número reducido de casos de influenza H1N1 2009. Se espera que la actividad esporádica de la influenza continúe, causada ya sea por el virus de la influenza H1N1 2009 o por el virus de la influenza de temporada, durante todo el verano en los Estados Unidos, pero se prevén muchos menos brotes que los ocurridos durante el verano de 2009.

La mejor manera de protegerse de la influenza, incluyendo la influenza H1N1 2009 y la influenza de temporada, es vacunándose. Las medidas preventivas cotidianas también pueden ayudar a frenar la proliferación de gérmenes que causan enfermedades respiratorias, como la influenza. Los campamentos deben promover el protocolo para la higiene respiratoria y el lavado de manos (cubrirse la boca y nariz al toser y estornudar y lavarse las manos), alentar a los campistas enfermos y al personal a permanecer en casa o lejos de otros al menos 24 horas después de la desaparición de la fiebre, sin haber utilizado medicamentos antifebriles, y limpiar con frecuencia las áreas y los objetos, especialmente aquellos que se utilizan a menudo.

Recomendaciones previas para campamentos

  • Trabajar con funcionarios de salud pública estatales y locales para establecer canales de comunicación y desarrollar planes para hacer frente a posibles brotes de enfermedad en el ámbito de campamentos. Los planes deben incluir qué hacer en caso de que un participante del campamento o personal se enfermara, incluyendo cómo separarlos del resto; cuándo solicitar una evaluación médica adicional y cómo cuidar de ellos. Los administradores del campamento deben trabajar junto a los departamentos de salud estatales y locales para desarrollar mecanismos y protocolos para la vigilancia de enfermedades, incluyendo enfermedades similares a la influenza (ILI), así como los requisitos para los informes de estas enfermedades.
  • Revisar cualquier ley estatal vigente respecto a los requisitos para campamentos sobre cuestiones de salud pública. Vea Campamentos y regulaciones estatales.
  • Proporcionar materiales educativos a los padres/tutores, campistas y el personal sobre:
    • la importancia de vacunarse contra la influenza todos los años
    • las medidas preventivas cotidianas para ayudar a frenar la proliferación de gérmenes, como la influenza (cubrirse la boca y nariz al toser y estornudar y lavarse las manos con frecuencia)
    • los síntomas de la influenza (fiebre, tos, dolor de garganta, secreción o congestión nasal, dolores corporales, dolor de cabeza, escalofríos, cansancio y en ocasiones vómito y diarrea)
    • la necesidad de mantener en el hogar a los campistas enfermos hasta 24 horas después de que haya cesado la fiebre (100 grados Fahrenheit o 37.8 grados Celsius, temperatura medida en boca) o los signos de fiebre (escalofríos, sensación de mucho calor, cara enrojecida o sudoración), sin haber utilizado medicamentos antifebriles
    • lo que sucederá si alguien se enferma mientras permanece en el campamento
    • quién corre mayor riesgo de sufrir complicaciones por la influenza, especialmente si su campamento recibe a personas de uno o más de los grupos de alto riesgo. Vea Personas que corren mayor riesgo de sufrir complicaciones por la influenza. Entre aquellos que corren mayor riesgo de sufrir complicaciones por la influenza se incluyen los que padecen:
      • niños menores de 5 años; pero especialmente los niños menores de 2 años
      • personas mayores de 65 años
      • las mujeres embarazadas
      • adultos y niños que sufren:
        • asma
        • enfermedades neurológicas y del neurodesarrollo
        • enfermedades pulmonares crónicas, incluyendo asma
        • enfermedades cardíacas
        • trastornos sanguíneos
        • trastornos endocrinos, tales como diabetes
        • afecciones renales, enfermedades del hígado y trastornos metabólicos
        • sistemas inmunológicos debilitados debido a una enfermedad o medicamento
      • personas menores de 19 años que están recibiendo una terapia a largo plazo a base de aspirinas
      • personas con obesidad severa ¹ ³
      • indígenas estadounidenses y nativos de Alaska ² ³
  • Puede encontrar materiales educativos sobre estos temas en varios idiomas en el sitio web de los CDC en: Información de los CDC en otros idiomas.
  • Solicitar a los padres/tutores varias formas de contactarse con ellos, y planificar cualquier atención médica especial y/o transporte si su hijo se enferma mientras permanece en el campamento.
  • Asegurarse de que hay suficientes suministros accesibles dentro de la instalación, incluyendo pañuelos desechables, áreas para el lavado de manos con jabón líquido y agua corriente, toallas desinfectantes para manos a base de alcohol, toallas desechables y productos de limpieza del hogar.
  • Desarrollar un programa de capacitación para el personal del campamento con respecto a la prevención de las enfermedades contagiosas, cómo reconocer enfermedades como las ILI y cómo informar estos posibles casos ante el líder del campamento.
  • Establecer protocolos para cuando los enfermos deban ser examinados y desarrollar planes para brindar atención a los enfermos. No todos los pacientes con ILI necesitan ser examinados por un proveedor de servicios de salud. Sin embargo, los pacientes con enfermedades graves y aquellos con ILI que tienen afecciones médicas que los exponen a un mayor riesgo de presentar complicaciones por la influenza deben ponerse en contacto con su proveedor de servicios médicos o buscar atención médica.
  • Revisar los criterios y políticas de exámenes médicos previos a la hospitalización, incluyendo las políticas en cuanto a la autorización de campistas y personal para asistir a las personas que llegan enfermas al campamento con cualquier afección, incluyendo la influenza. Informar a los padres/tutores, campistas y el personal la política de su campamento antes de que comience el campamento.
  • Actualizar su plan de preparación y emergencia. Esto puede incluir el estudio y revisión de las políticas de reembolso y licencia por enfermedad y el personal a cargo de distintas tareas en caso de que alguien deba permanecer en casa debido a la enfermedad.

Recomendaciones de prevención y control

  • Recordarles a los padres/tutores, campistas y el personal que la mejor manera para protegerse de la influenza, además de la influenza H1N1 2009 y la influenza de temporada, es vacunándose.
    • La vacunación contra la influenza H1N1 2009 se recomienda para todas las personas de6 meses en adelante.
    • La vacunación puede ser particularmente importante para las personas que corren mayor riesgo de contraer enfermedades graves causadas por la influenza. Los campistas y el personal con mayor riesgo y otros que desean disminuir su riesgo de contraer la influenza debe hablar con su proveedor de servicios de salud para obtener vacunarse contra la influenza H1N1 2009 al menos 2 semanas antes de que comience el campamento, en caso de que no se hayan vacunado previamente o sean un caso de influenza H1N1 2009 confirmado por laboratorio. Vea vacuna inyectable contra la influenza H1N1 2009.
    • Además, se recomienda a todas las personas de 6 meses en adelante que reciban la vacuna contra la influenza de temporada anualmente, que estará disponible más adelante en 2010 (normalmente a finales de agosto o a principios de septiembre). Vea Prevención de la influenza de temporada mediante la vacunación.
  • Promover el protocolo para la higiene respiratoria entre los campistas y el personal. Alentarlos a que se cubran la nariz y la boca con un pañuelo desechable cuando tosan o estornuden (o con el codo o el hombro si no disponen de pañuelos desechables) y a mantener sus manos fuera de su nariz, boca y ojos. Vea Cubrirse la boca al toser.
  • Promover la higiene de las manos entre los campistas y el personal. Alentarlos a lavarse las manos con jabón líquido y agua corriente limpia. Si no existen áreas disponibles para el lavado de las manos (por ejemplo, durante las caminatas), se pueden utilizar toallas desinfectantes para manos a base de alcohol si las manos no se ven sucias. Vea Las manos limpias salvan vidas.
  • Limpiar todos los días y con frecuencia aquellas áreas y objetos que se tocan a menudo (por ejemplo, picaportes, grifos y pasamanos). Utilizar los productos de limpieza general del hogar que utiliza normalmente. No se recomienda desinfección adicional más allá de la rutina de limpieza. La ropa blanca, utensillos para comer y platos utilizados por personas enfermas no necesitan limpiarse por separado, pero no deben compartirse sin una profusa limpieza.
  • Instruir al personal sobre qué hacer si alguien se enferma mientras permanece en el campamento.
    • Separar a los campistas y al personal que hayan contraído la enfermedad del resto tan pronto como sea posible. Solicitarles que permanezcan alejados del resto al menos 24 horas después de que haya desaparecido la fiebre (100 grados Fahrenheit o 37.8 grados Celsius, temperatura medida en boca) o los signos de fiebre. La ausencia de fiebre debe determinarse sin el uso de medicamentos antifebriles. Según el tipo de campamento, la separación puede implicar que se les solicite a los campistas y al personal enfermos que permanezcan en sus hogares; ofrecer habitaciones individuales para enfermos; o proporcionar una habitación grande, cabaña o carpa específica para personas enfermas, con camas a unos 6 pies de distancia, barreras temporales entre las camas y baños cerca, separados de aquellos que usan los campistas y el personal sanos.
    • No administrar aspirina o productos que contengan aspirina a personas de menores de 18 años debido al riesgo de que padezcan síndrome de Reye.
    • Solicitar evaluación médica inmediata para aquellas personas que contrajeron una enfermedad similar a la influenza si están gravemente enfermos o corren un mayor riesgo de presentar complicaciones a causa de la influenza. Podría ser necesario el tratamiento con medicamentos antivirales. Los medicamentos antivirales funcionan mejor si comienzan a administrarse dentro de los 2 días de haber contraído la enfermedad. Estos medicamentos deben ser recetados por un médico. Vea Recomendaciones sobre el uso de medicamentos antivirales. La vacunación no descarta la posibilidad de que una ILI pueda ser influenza. La influenza aún debe ser considerada como una posible causa de ILI entre los niños vacunados que presentan una ILI, especialmente aquellos con afecciones médicas que los ponen en mayor riesgo de padecer complicaciones relacionadas con la influenza. Las pruebas de diagnóstico rápidas tienen baja sensibilidad para la influenza. Por lo tanto, un resultado negativo no debe utilizarse para orientar las decisiones con respecto al tratamiento. Vea Guía para pruebas de diagnóstico.
    • Considere la posibilidad de quimioprofilaxis antiviral (con el fin de prevenir la enfermedad) sólo para las personas que han tenido contacto directo con alguien con influenza y que corren mayor riesgo de presentar complicaciones por la influenza. La decisión de proporcionar quimioprofilaxis debe tomarse en base a la situación específica y requiere un criterio clínico. El seguimiento cuidadoso de los síntomas y el tratamiento temprano de las personas con mayor riesgo y que son un caso presunto de influenza es una estrategia alternativa y reduce el riesgo de desarrollar resistencia antiviral durante la quimioprofilaxis.
    • Alentar a las personas que han tenido contacto directo con alguien con una enfermedad similar a la influenza, pero que no corren un alto riesgo de presentar complicaciones por la influenza, que lleven un control personal e informen cualquier signo de la enfermedad a un miembro del personal del campamento. Los CDC no recomiendan proporcionar medicamentos antivirales a personas sanas expuestas, como medida preventiva, si no corren mayor riesgo de sufrir complicaciones a causa de la influenza.
    • Designar el personal para atender a los enfermos. Cualquier persona que corre mayor riesgo de presentar complicaciones a causa de la influenza no debería designarse para atender a los enfermos. Vea Cuidar a una persona enferma en casa y Control de infecciones en entornos de cuidados de salud y otros.

¹Durante la pandemia de influenza H1N1 2009, varios estudios identificaron la obesidad mórbida como un factor de riesgo de hospitalizaciones y muertes.

²Según un estudio, se demostró que los indígenas estadounidenses y los nativos de Alaska corren mayor riesgo de muerte a causa de la influenza H1N1 2009.

³ Como se espera que el virus de la influenza H1N1 2009 continúe circulando en 2010-11, las personas con obesidad mórbida o aquellas personas descendientes de indios americanos o nativos de Alaska corren un alto riesgo de padecer complicaciones por la influenza mientras circulen los virus de la influenza H1N1 2009.

 

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