La sequía es un período prolongado de tiempo anormalmente seco que dura lo suficiente para causar escasez de agua, sequedad del suelo y daño de los cultivos. Durante una sequía hay mayor riesgo de incendios forestales y tormentas de polvo. Es causada por la falta de lluvia o de nieve y por otros factores como el medio ambiente natural y modificado por el ser humano y la demanda local de agua. Puede agravarse con el crecimiento urbano y el desarrollo realizado sin tener en cuenta las reservas y los sistemas de abastecimiento de agua.

La sequía puede durar desde una estación hasta varias décadas y afectar a millones de kilómetros cuadrados de terrenos. Puede tener repercusiones para la economía, la salud pública y el medio ambiente.

La sequía trae como consecuencia una reducción de la cantidad de agua de riego en general y para cultivos, lo que, a su vez, puede ocasionar pérdidas de cultivos, desempleo y dificultades económicas para los agricultores. La  calidad, la cantidad y el precio de los alimentos se pueden ver afectados por la sequía. Las industrias de explotación maderera, cría de animales, envío y transbordo de carga, uso de embarcaciones con diversos fines y pesca también pueden verse afectadas por las condiciones de sequía, que pueden causar incendios forestales y reducir el nivel del agua de los lagos y corrientes. La energía hidroeléctrica puede hacerse más escasa y más costosa en épocas de sequía. Como se necesita agua para los sistemas de calefacción y refrigeración para trabajar, la escasez de agua puede ocasionar averías de los sistemas de calefacción, ventilación y acondicionamiento de aire.

La reducción del nivel de agua de los lagos, ríos, corrientes, reservas de agua subterránea y fuentes acuíferas puede comprometer la cantidad y calidad del agua potable durante una sequía. Estas condiciones también pueden aumentar la concentración de bacterias conducente a la formación de flores de algas que pueden liberar toxinas transportadas por el aire. Cuando disminuyen las masas de agua en una sequía, se estancan más y crean un medio más propicio para la proliferación de mosquitos, particularmente los portadores del virus del Nilo Occidental.

Las condiciones de sequía grave también pueden afectar la calidad del aire. El material en partículas proveniente de las condiciones de sequía, los incendios forestales y las tormentas de polvo pueden irritar el aparato respiratorio humano.

Hay que tener cuidado con los pesticidas en condiciones de sequía. Los pesticidas aplicados en forma seca pueden mantenerse en ese estado y ser transportados por el viento. Se pueden acumular y lixiviar en cantidades concentradas al terminar la sequía.

La sequía puede aumentar la incidencia de enfermedades infecciosas, incluida la fiebre del Valle, que es causada por esporas de hongos en el suelo del desierto. También puede aumentar la incidencia de enfermedades causadas por bacterias en el agua potable, los alimentos y el agua estancada. Las actividades acuáticas de recreo pueden exponer a la población a enfermedades transmitidas por el agua por causa de la existencia de bacterias en las aguas cálidas superficiales. Un período prolongado de sequía seguido de mucha nieve y de lluvias torrenciales en el Sudoeste de los Estados Unidos en el 2012 ocasionó más muertes de ratones ciervos y, por ende, un aumento del número de casos humanos de infección por hantavirus por exposición a esas plagas. 

Las condiciones de sequía pueden acarrear riesgos más graves para los niños, las mujeres embarazadas y los adultos de edad avanzada. También pueden estar expuestas a alto riesgo las personas con afecciones crónicas como asma y trastornos inmunitarios y los consumidores de agua potable proveniente de pozos particulares.

Las fuentes de alimentos y el hábitat para las plantas y la vida silvestre se pueden dañar o destruir durante una sequía. La sequía puede aumentar el estrés para las especies en peligro de extinción, los humedales y la calidad del suelo. Los animales y las plagas, como las serpientes, las arañas y los osos, pueden cambiar de hábitat en busca de más alimento, por lo cual entran en contracto con el ser humano más a menudo.

La sequía es uno de los efectos e indicadores del cambio climático. Los cambios en la temperatura de la Tierra probablemente agravarán los efectos de las futuras sequías a medida que las olas de calor se hagan más comunes y que se evapore más humedad del suelo y del agua. Los científicos creen que el cambio climático puede causar grave sequía en varias partes de los Estados Unidos, particularmente en el Sudoeste, durante el curso del presente siglo.

La sequía más conocida que ocurrió en los Estados Unidos fue la del Tazón de Polvo en los años treinta, cuando  65 por ciento del país se vio afectado por una sequía grave o extrema. En el verano del 2012, 55 por ciento del territorio continental de los Estados Unidos sufrió una sequía entre moderada y extrema, que representó la zona más extensa así afectada desde 1956.

La información de Tox Town sobre cómo puede una sequía afectar la salud de la población también se cita en el índice de Desastres y salud A-Z.

Esta descripción se basa en la información encontrada en los enlaces virtuales citados en la versión en inglés de este tema.

Sustancias químicas en situaciones de sequía
¿Se encuentran estas sustancias químicas en mi comunidad?
Material en partículas

Última actualización: 14 noviembre 2012