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¿Quiénes corren el riesgo de sufrir enfermedades del corazón?

Ciertas características, enfermedades o hábitos pueden hacer que se eleve el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Estas situaciones se llaman factores de riesgo. Los factores de riesgo también pueden aumentar las probabilidades de que la enfermedad coronaria empeore si ya está presente.

Por lo general, las mujeres y los hombres tienen los mismos factores de riesgo de la enfermedad coronaria. Sin embargo, algunos de esos factores pueden afectar a las mujeres de manera diferente que a los hombres. Por ejemplo, en las mujeres la diabetes aumenta más el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria, Además, algunos factores de riesgo, como los anticonceptivos orales y la menopausia, solo afectan a las mujeres.

Se conocen muchos factores de riesgo de la enfermedad coronaria. El riesgo que usted corre de sufrirla y de tener un ataque cardíaco aumenta en proporción directa al número de factores de riesgo que tenga y a la gravedad de estos. Los factores de riesgo tienden a actuar en conjunto y a empeorarse unos a otros.

Si usted tiene apenas un factor de riesgo, sus probabilidades de sufrir la enfermedad coronaria se duplican. Dos factores de riesgo las multiplican por cuatro. Tres o más factores de riesgo las multiplican por más de diez.

Además, algunos factores de riesgo, como el hábito de fumar y la diabetes, aumentan más las probabilidades de sufrir la enfermedad coronaria y el ataque cardíaco que otros.

Más del 75 por ciento de las mujeres entre los 40 y los 60 años tienen uno o más factores de riesgo de la enfermedad coronaria. Muchos factores de riesgo comienzan en la infancia; algunos incluso surgen en los primeros diez años de vida. Usted puede controlar la mayoría de los factores de riesgo, pero otros no.

En el artículo sobre factores de riesgo de la enfermedad coronaria (Heart Disease Risk Factors, en inglés solamente) del sitio web Temas de salud encontrará más información. Si desea averiguar si corre el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria, hable con su médico o profesional de la salud.

Factores de riesgo que usted puede controlar

Hábito de fumar

El tabaquismo o hábito de fumar es el más poderoso factor de riesgo que las mujeres pueden controlar. Fumar o estar expuesta a largo plazo al humo de tabaco de otros fumadores aumenta su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria y un ataque cardíaco.

El tabaquismo la expone al dióxido de carbono. Esta sustancia química le quita a la sangre el oxígeno y precipita el depósito de placa en las arterias.

El hábito de fumar eleva también el riesgo de que se formen coágulos de sangre en las arterias. Los coágulos pueden bloquear las arterias estrechadas por la placa y causar un ataque cardíaco. Cuanto más fume usted, mayor será su riesgo de sufrir un ataque cardíaco.

Incluso las mujeres que fuman menos de dos cigarrillos al día corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

Concentraciones altas de colesterol y de triglicéridos en la sangre

El colesterol va por el torrente sanguíneo en paquetes pequeños llamados lipoproteínas. Los dos tipos principales de lipoproteínas son el colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (colesterol LDL) y el colesterol de las lipoproteínas de alta densidad (colesterol HDL).

Al colesterol LDL se le llama a veces colesterol "malo". Esto se debe a que transporta el colesterol hacia los tejidos, entre ellos, las arterias del corazón. Al colesterol HDL se le llama colesterol "bueno" porque ayuda a retirar el colesterol de las arterias.

Las concentraciones de colesterol se miden con una prueba de sangre llamada perfil lipídico o lipoproteinograma. Esta prueba proporciona información sobre el colesterol total, el colesterol LDL, el colesterol HDL y los triglicéridos (otro tipo de grasa del organismo).

Las concentraciones de colesterol se miden en miligramos (mg) de colesterol por decilitro (dL) de sangre. El riesgo que una mujer corre de sufrir la enfermedad coronaria aumenta si tiene una concentración de colesterol total mayor de 200 mg/dL, una concentración de colesterol LDL mayor de 100 mg/dL o una concentración de colesterol HDL menor de 50 mg/dL.

Una concentración de triglicéridos mayor de 150 mg/dL también aumenta ese riesgo. Las concentraciones de colesterol HDL y de triglicéridos de una mujer predicen su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria mejor que sus concentraciones de colesterol total o de colesterol LDL.

Presión arterial alta

El término "presión arterial" se refiere a la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes de las arterias cuando el corazón bombea sangre. Si esta presión aumenta y permanece elevada bastante tiempo, puede lesionar el cuerpo de muchas formas.

Las mujeres que tienen una presión arterial de más de 120/80 mmHg corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. (La abreviatura "mmHg" significa "milímetros de mercurio", que son las unidades en que se mide la presión arterial).

La definición de presión arterial alta es diferente en las personas que sufren diabetes o enfermedad renal crónica. Si usted tiene una de estas enfermedades, póngase de acuerdo con el médico para fijarse una meta saludable de presión arterial.

Diabetes y prediabetes

La diabetes es una enfermedad en la que las concentraciones de glucosa o azúcar de la sangre son demasiado altas. Se debe a que el organismo no produce suficiente insulina o a que no usa la insulina adecuadamente.

La insulina es una hormona que ayuda a transportar el azúcar de la sangre al interior de las células, donde servirá de fuente de energía. Con el tiempo, las concentraciones altas de azúcar en la sangre pueden contribuir al depósito de placa en las arterias.

La prediabetes es un problema de salud en el que las concentraciones de glucosa en la sangre son mayores que lo normal, pero no tan altas como en la diabetes. La prediabetes eleva su riesgo de sufrir diabetes y enfermedad coronaria.

La diabetes y la prediabetes elevan el riesgo de la enfermedad coronaria en mayor grado en las mujeres que en los hombres. De hecho, tener diabetes duplica el riesgo de una mujer de sufrir la enfermedad coronaria.

Antes de la menopausia, el estrógeno proporciona algo de protección contra la enfermedad coronaria. Sin embargo, en las mujeres con diabetes la enfermedad contrarresta los efectos protectores del estrógeno.

Sobrepeso y obesidad

Los términos "sobrepeso" y "obesidad" se refieren a un peso corporal superior al que se considera saludable para una estatura determinada.

La medida más útil del sobrepeso y la obesidad es el índice de masa corporal (IMC). El índice de masa corporal se calcula a partir de la estatura y el peso. En las personas adultas, un índice de masa corporal entre 18.5 y 24.9 se considera normal. Un índice de masa corporal entre 25 y 29.9 se considera sobrepeso. Un IMC de 30 o más se considera obesidad.

Usted puede averiguar su IMC con la calculadora en línea del NHLBI o puede pedirle a su médico que le ayude a calcularlo.

Algunos estudios parecen indicar que el lugar del cuerpo en que se acumula el peso adicional puede predecir el riesgo de la enfermedad coronaria mejor que el índice de masa corporal. Las mujeres que acumulan gran parte de la grasa en la cintura corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Estas mujeres tienen una silueta "de tipo manzana".

Las mujeres que tienen la mayor parte de la grasa en las caderas y los muslos —es decir, las que tienen una silueta "de tipo pera"— corren menos riesgo de sufrir la enfermedad coronaria que las que tienen una silueta "de tipo manzana".

Para saber bien de qué manera influye el exceso de peso en su riesgo de presentar la enfermedad coronaria es importante que usted sepa su índice de masa corporal y su medida de cintura. Si su índice de masa corporal es superior a 24.9 y su medida de cintura es mayor de 35 pulgadas, usted corre un mayor riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

Si el resultado de dividir su medida de cintura por su medida de cadera es superior a 0.9, también corre un mayor riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

Los estudios también indican que las mujeres cuyo peso sube y baja de manera drástica (generalmente por dietas poco saludables) corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Estas fluctuaciones de peso pueden disminuir las concentraciones del colesterol HDL.

Síndrome metabólico

El síndrome metabólico es el nombre de un grupo de factores que elevan el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria y otros problemas de salud, como diabetes y accidentes cerebrovasculares. Se diagnostica si se presentan por lo menos tres de los siguientes factores de riesgo:

  • Una medida grande de circunferencia de cintura. El exceso de grasa en la zona de la cintura eleva más el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria que tener exceso de grasa en otras partes del cuerpo, por ejemplo, en las caderas.
  • Una concentración de triglicéridos más alta de lo normal (o el hecho de que se estén tomando medicinas para tratar los triglicéridos altos).
  • Una concentración de colesterol HDL más baja de lo normal (o el hecho de estar tomando medicinas para tratar el colesterol HDL bajo).
  • La presión arterial más alta de lo normal (o el hecho de estar tomando medicinas para tratar la presión arterial alta).
  • Una concentración de glucosa sanguínea en ayunas más alta que lo normal (o el hecho de estar tomando medicinas para la diabetes).

El síndrome metabólico es más común entre las mujeres afroamericanas y de ascendencia mexicana que entre los hombres de los mismos grupos raciales. El síndrome afecta por igual a las mujeres y a los hombres de raza blanca.

Anticonceptivos orales

Las mujeres que fuman y toman anticonceptivos orales corren un riesgo muy alto de sufrir la enfermedad coronaria, especialmente si son mayores de 35 años. En las que toman anticonceptivos orales pero no fuman no se sabe bien cuál es el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

Falta de actividad física

Las personas que realizan poca actividad corren el doble de riesgo de sufrir la enfermedad coronaria que las que se mantienen activas. La falta de actividad física puede empeorar otros factores de riesgo de la enfermedad coronaria, como las concentraciones altas de colesterol y triglicéridos en la sangre, la presión arterial alta, la diabetes, la prediabetes, el sobrepeso y la obesidad.

Alimentación poco saludable

Una alimentación poco saludable puede elevar el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Por ejemplo, los alimentos que contienen cantidades altas de grasas saturadas, grasas trans y colesterol suben las concentraciones del colesterol LDL. Una alimentación con alto contenido de sodio (sal) puede elevar el riesgo de sufrir presión arterial alta.

Los alimentos con azúcares agregados proporcionan calorías adicionales y no contienen nutrientes, como vitaminas y minerales. Consumirlos puede hacerla subir de peso, lo cual elevará su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

El exceso de alcohol también puede causar aumento de peso y elevar la presión arterial.

Estrés o depresión

El estrés puede contribuir a las causas de la enfermedad coronaria. El estrés puede hacer que las arterias se estrechen. Esta situación puede subir la presión arterial y elevar el riesgo de tener un ataque cardíaco.

Alterarse o sentir ira también puede precipitar un ataque cardíaco. El estrés también puede elevar indirectamente el riesgo de la enfermedad coronaria si impulsa a la persona a fumar o a comer demasiados alimentos ricos en grasas y azúcar.

Las personas que sufren depresión tienen el doble o el triple de probabilidades de presentar la enfermedad coronaria que las personas que no la sufren. La depresión es dos veces más frecuente en las mujeres que en los hombres.

Anemia

La anemia es una enfermedad en la que la sangre tiene menos glóbulos rojos que lo normal.

También se presenta cuando los glóbulos rojos no contienen suficiente hemoglobina. La hemoglobina es una proteína rica en hierro que transporta el oxígeno de los pulmones a los demás órganos.

Si usted tiene anemia, su cuerpo no recibe suficiente sangre rica en oxígeno. Entonces el corazón trabaja más y eso puede elevar el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

La anemia tiene muchas causas. Si desea más información, consulte el artículo Anemia en el sitio web Temas de salud.

Apnea del sueño

La apnea del sueño es un trastorno frecuente en el que la persona hace una o más pausas en la respiración o tiene respiraciones superficiales durante el sueño. Las pausas pueden durar entre unos pocos segundos y varios minutos. A menudo ocurren entre 5 y 30 veces (o más) por hora.

Por lo general, después de la pausa se reanuda la respiración normal, a veces con un ronquido fuerte o con un sonido parecido al que una persona hace cuando se atraganta. Los signos principales de la apnea del sueño son los ronquidos y el agotamiento o cansancio durante el día.

Cuando la persona deja de respirar, la falta de oxígeno provoca la liberación de hormonas del estrés en el organismo. A consecuencia de esto, la presión arterial sube y hay más probabilidades de que se formen coágulos de sangre.

Sin tratamiento, la apnea del sueño puede elevar el riesgo de sufrir presión arterial alta, diabetes e incluso un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.

Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir apnea del sueño después de la menopausia.

Factores de riesgo que usted no puede controlar

Edad y menopausia

A medida que usted envejece, aumenta su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria o un ataque cardíaco. Esto se debe en parte al depósito lento de placa dentro de las arterias del corazón, que puede comenzar durante la infancia.

Antes de los 55 años, el riesgo que las mujeres corren de sufrir la enfermedad coronaria es más bajo que el de los hombres. El estrógeno les proporciona algo de protección contra la enfermedad coronaria antes de la menopausia. No obstante, después de los 55 años el riesgo de sufrir esta enfermedad aumenta por igual en los hombres y en las mujeres.

Es posible que usted haya tenido una menopausia precoz, ya sea por razones naturales o porque le extrajeron los ovarios. Si es así, su riesgo de presentar la enfermedad coronaria es dos veces mayor que el de las mujeres de la misma edad que todavía no han llegado a la menopausia.

Otra razón por la cual las mujeres corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria después de los 55 años es que la edad madura es la época de la vida en la que los factores de riesgo de esta enfermedad tienden a presentarse.

Las mujeres que ya han pasado por la menopausia también corren más riesgo de sufrir el síndrome del corazón roto. (Si desea más información, consulte el apartado sobre nuevos riesgos más adelante).

Antecedentes familiares

Los antecedentes familiares contribuyen al riesgo de presentar la enfermedad coronaria. Su riesgo aumenta si a su padre o a un hermano le diagnosticaron enfermedad coronaria antes de los 55 años, o si a su madre o a una hermana se la diagnosticaron antes de los 65 años.

Además, los antecedentes familiares de accidentes cerebrovasculares —especialmente si se presentaron en la madre— pueden predecir el riesgo de que una mujer sufra un ataque cardíaco.

Tener antecedentes familiares de enfermedad coronaria o de accidente cerebrovascular no significa que usted vaya a tener enfermedades del corazón. En particular, este es el caso si su familiar afectado por la enfermedad solía fumar o tenía otros factores de riesgo que no se manejaron bien.

Hacer cambios en el estilo de vida y tomar medicinas para tratar los factores de riesgo a menudo sirve para disminuir la influencia de los factores genéticos y detener o retrasar la evolución de los problemas del corazón.

Preeclampsia

La preeclampsia es un problema de salud que se presenta durante el embarazo. Los dos signos principales de la preeclampsia son el aumento de la presión arterial y el exceso de proteínas en la orina.

Por lo general, estos signos se presentan durante la segunda mitad del embarazo y desaparecen después del parto. Sin embargo, el riesgo de que una mujer tenga presión alta más adelante aumenta si ha tenido preeclampsia.

La preeclampsia también se vincula con un mayor riesgo en toda la vida de sufrir enfermedades del corazón, entre ellas la enfermedad coronaria, el ataque cardíaco y la insuficiencia cardíaca. (Asimismo, los factores de riesgo de las enfermedades del corazón, como la diabetes o la obesidad, aumentan el riesgo de sufrir preeclampsia).

Si usted tuvo preeclampsia durante el embarazo, tiene el doble de probabilidades de presentar enfermedades del corazón, en contraste con las mujeres que no la tuvieron. También tiene más probabilidades de presentar enfermedades del corazón más temprano.

La preeclampsia es un factor de riesgo de la enfermedad coronaria que usted no puede controlar. Sin embargo, si ha tenido preeclampsia debe hacer lo posible por atenuar los factores de riesgo que sí puede controlar.

Cuanto más grave haya sido la preeclampsia, mayor será el riesgo de que presente la enfermedad coronaria. Avísele a su médico que tuvo preeclampsia para que él pueda evaluar mejor cuál es su riesgo de presentar la enfermedad coronaria y sepa cómo reducirlo.

Nuevos factores de riesgo

Algunas investigaciones indican que la inflamación contribuye a las causas de la enfermedad coronaria. La inflamación es la respuesta del organismo frente a una lesión o infección. La lesión de las paredes internas de las arterias parece desencadenar el proceso de inflamación y contribuir al crecimiento de la placa.

Las concentraciones altas en la sangre de una proteína llamada proteína C reactiva son un signo de que hay inflamación en el cuerpo. Las investigaciones parecen indicar que las mujeres que tienen concentraciones sanguíneas altas de proteína C reactiva corren más riesgo de sufrir un ataque cardíaco.

Además, algunas enfermedades inflamatorias, como el lupus y la artritis reumatoide, pueden aumentar el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

Algunos estudios indican que las mujeres que sufren jaquecas corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria, en particular aquellas cuyas jaquecas se acompañan de alteraciones de la vista llamadas "auras", como destellos de luz o líneas en zigzag.

La densidad ósea baja y el consumo bajo de ácido fólico y de vitamina B6 también pueden elevar en las mujeres el riesgo de sufrir esta enfermedad.

Se requieren más investigaciones para averiguar si los suplementos de calcio, con o sin vitamina D, afectan el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Es posible que le convenga hablar con el médico para averiguar si estos tipos de suplementos son adecuados en su caso.

Los investigadores están apenas comenzando a descubrir los factores de riesgo del síndrome del corazón roto. La mayoría de las mujeres que tienen este trastorno son de raza blanca y han pasado por la menopausia.

Muchas de ellas tienen otros factores de riesgo de las enfermedades del corazón, como presión arterial alta, colesterol alto en la sangre, diabetes y hábito de fumar. Sin embargo, estos factores de riesgo tienden a presentarse con menos frecuencia en las mujeres con síndrome del corazón roto que en las que tienen enfermedad coronaria.

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Acerca de los estudios clínicos

Los estudios clínicos son investigaciones que exploran si una estrategia médica, un tratamiento, o un dispositivo son seguros y eficaces para los seres humanos. Estos estudios son una herramienta importante de investigación y sirven para adelantar en el conocimiento médico y el cuidado del paciente. Aprenda más sobre los estudios clínicos (solo en inglés).

 
January 04, 2012 Last Updated Icon

El NHLBI actualiza los temas del DCI en un ciclo de cada dos años, basándose en una revisión cuidadosa de los resultados de investigación y de literatura nueva. Según sea necesario, los temas del DCI también se actualizan si se publica nueva e importante investigación. La fecha en cada tema del DCI refleja cuando el contenido fue publicado originalmente o cuando se hizo su última modificación

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