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Si desea obtener más información, visite http://www.nhlbi.nih.gov/health-spanish/health-topics/temas/hdw/


¿Cómo afectan a las mujeres las enfermedades del corazón?

En los Estados Unidos, una de cada cuatro mujeres muere de una enfermedad del corazón. De hecho, la enfermedad coronaria —el tipo más frecuente de las enfermedades del corazón— es la principal causa de muerte de hombres y mujeres en este país.

Otros tipos de enfermedades del corazón, como la enfermedad coronaria microvascular y el síndrome del corazón roto, también representan un riesgo para las mujeres. (En el sitio web Temas de salud hay un artículo en inglés sobre la enfermedad coronaria microvascular, titulado "Coronary Microvascular Disease"). Estos trastornos, que afectan principalmente al sexo femenino, no se conocen tan bien como la enfermedad coronaria. Sin embargo, se están realizando investigaciones para aprender más acerca de ellos.

Este artículo se centra en la enfermedad coronaria y sus complicaciones. Sin embargo, contiene también información general sobre la enfermedad coronaria microvascular y el síndrome del corazón roto.

Enfermedad coronaria

La enfermedad coronaria es una afección en la que un material llamado placa se deposita en las paredes internas de las arterias coronarias. Estas arterias llevan sangre rica en oxígeno al corazón. Cuando la placa se deposita en las arterias produce una enfermedad llamada aterosclerosis.

La placa está formada por grasas, colesterol, calcio y otras sustancias que se encuentran en la sangre. Con el tiempo, la placa puede endurecerse o romperse.

La placa endurecida estrecha las arterias coronarias y reduce el flujo de sangre rica en oxígeno que llega al corazón. Cuando esto sucede, puede producirse un dolor en el pecho o malestar llamado angina.

Si la placa se rompe, en su superficie puede formarse un coágulo de sangre. Un coágulo grande puede bloquear en su mayor parte o en su totalidad el flujo de sangre que pasa por una arteria coronaria. Esta es la causa más frecuente del ataque cardíaco. Con el tiempo, la placa rota también se endurece y estrecha las arterias coronarias.

Corazón con daño del músculo y con una arteria bloqueada

La figura A es el esquema de un corazón y de una arteria coronaria que están lesionados (músculo cardíaco muerto) a causa de un ataque cardíaco. La figura B es un corte transversal de la arteria coronaria con depósito de placa y con un coágulo de sangre que se formó a causa de la ruptura de la placa.

La figura A es el esquema de un corazón y de una arteria coronaria que están lesionados (músculo cardíaco muerto) a causa de un ataque cardíaco. La figura B es un corte transversal de la arteria coronaria con depósito de placa y con un coágulo de sangre que se formó a causa de la ruptura de la placa.

La placa también se puede formar dentro de las paredes de las arterias coronarias. Las pruebas que muestran el interior de las arterias coronarias pueden ser normales en las personas que tienen este tipo de placa. Se están realizando estudios para ver si este tipo de acumulación de placa es más frecuente en las mujeres que en los hombres y por qué razón.

Además de la angina y del ataque cardíaco, la enfermedad coronaria puede causar otros problemas graves del corazón, como insuficiencia cardíaca, latidos irregulares llamados arritmias y paro cardíaco súbito.

Enfermedad coronaria microvascular

La enfermedad coronaria microvascular es una enfermedad del corazón que afecta las arterias coronarias más pequeñas. También se conoce como síndrome cardíaco X o enfermedad coronaria no obstructiva. En la enfermedad coronaria microvascular, las paredes de las arterias diminutas del corazón están lesionadas o enfermas.

Enfermedad coronaria microvascular

La figura A muestra la red de arterias coronarias pequeñas (microvasculatura) que contiene una arteria normal y otra con enfermedad coronaria microvascular. La Figura B muestra una arteria coronaria grande con depósito de placa.

La figura A muestra la red de arterias coronarias pequeñas (microvasculatura) que contiene una arteria normal y otra con enfermedad coronaria microvascular. La Figura B muestra una arteria coronaria grande con depósito de placa.

Las mujeres tienen más probabilidades de tener enfermedad coronaria microvascular que los hombres. Muchos investigadores creen que el descenso en las concentraciones de estrógenos durante la menopausia se conjuga con factores tradicionales de riesgo de la enfermedad coronaria para causar la enfermedad coronaria microvascular.

Aunque las tasas de mortalidad debido a la enfermedad coronaria han disminuido en los últimos 30 años, no han mejorado tanto en las mujeres como en los hombres. Tal vez esto se deba a la enfermedad coronaria microvascular.

Las pruebas corrientes para la enfermedad coronaria no están diseñadas para detectar la enfermedad coronaria microvascular. Por esta razón, las mujeres que tienen esta enfermedad pueden tener resultados que hagan pensar que su riesgo de sufrir enfermedades del corazón es bajo.

Se están realizando investigaciones para aprender más acerca de la enfermedad coronaria microvascular y sus causas.

Síndrome del corazón roto

Las mujeres también tienen más probabilidades que los hombres de presentar una enfermedad llamada "síndrome del corazón roto". En este síndrome, que hace poco se validó como un problema del corazón, el estrés emocional extremo puede causar una insuficiencia grave (pero a menudo de corta duración) del músculo cardíaco.

El síndrome del corazón roto se conoce también como miocardiopatía por estrés o miocardiopatía de takotsubo.

Los médicos pueden diagnosticar incorrectamente el síndrome del corazón roto como si fuera un ataque cardíaco, porque los síntomas y los resultados de las pruebas se parecen. Sin embargo, en el síndrome del corazón roto no hay indicios de arterias bloqueadas en el corazón y la mayoría de las personas tienen una recuperación completa y rápida.

Los investigadores están comenzando apenas a explorar las causas de este trastorno y a averiguar cómo se diagnostica y cómo se trata. A menudo, los pacientes con síndrome del corazón roto son personas que antes no habían tenido problemas de salud.

Perspectivas

Las mujeres tienden a presentar la enfermedad coronaria unos 10 años más tarde que los hombres. No obstante, la enfermedad coronaria sigue siendo la principal causa de muerte de las mujeres en los Estados Unidos.

Lo bueno es que usted puede tomar medidas para controlar muchos factores de riesgo de la enfermedad coronaria. Los factores de riesgo son situaciones o hábitos que aumentan el riesgo de que usted sufra la enfermedad coronaria y el ataque cardíaco. Estos factores de riesgo también pueden aumentar las probabilidades de que la enfermedad coronaria empeore si ya está presente.

Las mujeres pueden disminuir su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria mediante cambios en el estilo de vida, medicinas y procedimientos médicos o quirúrgicos. Por eso es tan importante la prevención temprana y continua de la enfermedad.

Se puede obtener más información sobre las enfermedades del corazón en las mujeres a través de la campaña The Heart Truth® (La verdad acerca del corazón) del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés).

 

The Heart Truth® es una marca registrada del Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos.




Otros nombres de las enfermedades del corazón




¿Cuáles son las causas de las enfermedades del corazón?

Las investigaciones indican que la enfermedad coronaria comienza con el daño de las capas internas de las arterias coronarias. Varios factores contribuyen a este daño:

  • El hábito de fumar, que comprende el tabaquismo pasivo (respirar el humo de otros fumadores)
  • Las cantidades altas de ciertas grasas y colesterol en la sangre
  • La presión arterial alta
  • Las cantidades altas de azúcar en la sangre debido a resistencia a la insulina o a diabetes
  • La inflamación de los vasos sanguíneos

La placa puede comenzar a depositarse en el lugar en que las arterias sufrieron daños. El depósito de placa en las arterias coronarias puede comenzar en la infancia.

Con el tiempo, la placa puede endurecerse o romperse. La placa endurecida estrecha las arterias coronarias y reduce el flujo de sangre rica en oxígeno que llega al corazón. Cuando esto sucede, se puede presentar un dolor o malestar llamado angina.

Si la placa se rompe, unos fragmentos de células de la sangre llamados plaquetas se adhieren al lugar en que se presentó el daño. Las plaquetas pueden adherirse unas a otras para formar coágulos de sangre.

Estos coágulos pueden estrechar aún más las arterias coronarias y empeorar la angina. Si un coágulo crece demasiado, puede bloquear de manera parcial o total una arteria coronaria y causar un ataque cardíaco.

Además de los factores mencionados, las concentraciones bajas de estrógeno que se presentan antes o después de la menopausia pueden desempeñar un papel en la enfermedad coronaria microvascular (el enlace corresponde a un artículo que se encuentra en inglés solamente). La enfermedad coronaria microvascular es una enfermedad del corazón que afecta las arterias coronarias más pequeñas.

Aún no se sabe la causa del síndrome del corazón roto. Sin embargo, una liberación súbita de hormonas del estrés puede desempeñar un papel en la causa del trastorno. La mayoría de los casos del síndrome del corazón roto se presentan en mujeres que han pasado por la menopausia.




¿Quiénes corren el riesgo de sufrir enfermedades del corazón?

Ciertas características, enfermedades o hábitos pueden hacer que se eleve el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Estas situaciones se llaman factores de riesgo. Los factores de riesgo también pueden aumentar las probabilidades de que la enfermedad coronaria empeore si ya está presente.

Por lo general, las mujeres y los hombres tienen los mismos factores de riesgo de la enfermedad coronaria. Sin embargo, algunos de esos factores pueden afectar a las mujeres de manera diferente que a los hombres. Por ejemplo, en las mujeres la diabetes aumenta más el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria, Además, algunos factores de riesgo, como los anticonceptivos orales y la menopausia, solo afectan a las mujeres.

Se conocen muchos factores de riesgo de la enfermedad coronaria. El riesgo que usted corre de sufrirla y de tener un ataque cardíaco aumenta en proporción directa al número de factores de riesgo que tenga y a la gravedad de estos. Los factores de riesgo tienden a actuar en conjunto y a empeorarse unos a otros.

Si usted tiene apenas un factor de riesgo, sus probabilidades de sufrir la enfermedad coronaria se duplican. Dos factores de riesgo las multiplican por cuatro. Tres o más factores de riesgo las multiplican por más de diez.

Además, algunos factores de riesgo, como el hábito de fumar y la diabetes, aumentan más las probabilidades de sufrir la enfermedad coronaria y el ataque cardíaco que otros.

Más del 75 por ciento de las mujeres entre los 40 y los 60 años tienen uno o más factores de riesgo de la enfermedad coronaria. Muchos factores de riesgo comienzan en la infancia; algunos incluso surgen en los primeros diez años de vida. Usted puede controlar la mayoría de los factores de riesgo, pero otros no.

En el artículo sobre factores de riesgo de la enfermedad coronaria (Heart Disease Risk Factors, en inglés solamente) del sitio web Temas de salud encontrará más información. Si desea averiguar si corre el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria, hable con su médico o profesional de la salud.

Factores de riesgo que usted puede controlar

Hábito de fumar

El tabaquismo o hábito de fumar es el más poderoso factor de riesgo que las mujeres pueden controlar. Fumar o estar expuesta a largo plazo al humo de tabaco de otros fumadores aumenta su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria y un ataque cardíaco.

El tabaquismo la expone al dióxido de carbono. Esta sustancia química le quita a la sangre el oxígeno y precipita el depósito de placa en las arterias.

El hábito de fumar eleva también el riesgo de que se formen coágulos de sangre en las arterias. Los coágulos pueden bloquear las arterias estrechadas por la placa y causar un ataque cardíaco. Cuanto más fume usted, mayor será su riesgo de sufrir un ataque cardíaco.

Incluso las mujeres que fuman menos de dos cigarrillos al día corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

Concentraciones altas de colesterol y de triglicéridos en la sangre

El colesterol va por el torrente sanguíneo en paquetes pequeños llamados lipoproteínas. Los dos tipos principales de lipoproteínas son el colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (colesterol LDL) y el colesterol de las lipoproteínas de alta densidad (colesterol HDL).

Al colesterol LDL se le llama a veces colesterol "malo". Esto se debe a que transporta el colesterol hacia los tejidos, entre ellos, las arterias del corazón. Al colesterol HDL se le llama colesterol "bueno" porque ayuda a retirar el colesterol de las arterias.

Las concentraciones de colesterol se miden con una prueba de sangre llamada perfil lipídico o lipoproteinograma. Esta prueba proporciona información sobre el colesterol total, el colesterol LDL, el colesterol HDL y los triglicéridos (otro tipo de grasa del organismo).

Las concentraciones de colesterol se miden en miligramos (mg) de colesterol por decilitro (dL) de sangre. El riesgo que una mujer corre de sufrir la enfermedad coronaria aumenta si tiene una concentración de colesterol total mayor de 200 mg/dL, una concentración de colesterol LDL mayor de 100 mg/dL o una concentración de colesterol HDL menor de 50 mg/dL.

Una concentración de triglicéridos mayor de 150 mg/dL también aumenta ese riesgo. Las concentraciones de colesterol HDL y de triglicéridos de una mujer predicen su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria mejor que sus concentraciones de colesterol total o de colesterol LDL.

Presión arterial alta

El término "presión arterial" se refiere a la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes de las arterias cuando el corazón bombea sangre. Si esta presión aumenta y permanece elevada bastante tiempo, puede lesionar el cuerpo de muchas formas.

Las mujeres que tienen una presión arterial de más de 120/80 mmHg corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. (La abreviatura "mmHg" significa "milímetros de mercurio", que son las unidades en que se mide la presión arterial).

La definición de presión arterial alta es diferente en las personas que sufren diabetes o enfermedad renal crónica. Si usted tiene una de estas enfermedades, póngase de acuerdo con el médico para fijarse una meta saludable de presión arterial.

Diabetes y prediabetes

La diabetes es una enfermedad en la que las concentraciones de glucosa o azúcar de la sangre son demasiado altas. Se debe a que el organismo no produce suficiente insulina o a que no usa la insulina adecuadamente.

La insulina es una hormona que ayuda a transportar el azúcar de la sangre al interior de las células, donde servirá de fuente de energía. Con el tiempo, las concentraciones altas de azúcar en la sangre pueden contribuir al depósito de placa en las arterias.

La prediabetes es un problema de salud en el que las concentraciones de glucosa en la sangre son mayores que lo normal, pero no tan altas como en la diabetes. La prediabetes eleva su riesgo de sufrir diabetes y enfermedad coronaria.

La diabetes y la prediabetes elevan el riesgo de la enfermedad coronaria en mayor grado en las mujeres que en los hombres. De hecho, tener diabetes duplica el riesgo de una mujer de sufrir la enfermedad coronaria.

Antes de la menopausia, el estrógeno proporciona algo de protección contra la enfermedad coronaria. Sin embargo, en las mujeres con diabetes la enfermedad contrarresta los efectos protectores del estrógeno.

Sobrepeso y obesidad

Los términos "sobrepeso" y "obesidad" se refieren a un peso corporal superior al que se considera saludable para una estatura determinada.

La medida más útil del sobrepeso y la obesidad es el índice de masa corporal (IMC). El índice de masa corporal se calcula a partir de la estatura y el peso. En las personas adultas, un índice de masa corporal entre 18.5 y 24.9 se considera normal. Un índice de masa corporal entre 25 y 29.9 se considera sobrepeso. Un IMC de 30 o más se considera obesidad.

Usted puede averiguar su IMC con la calculadora en línea del NHLBI o puede pedirle a su médico que le ayude a calcularlo.

Algunos estudios parecen indicar que el lugar del cuerpo en que se acumula el peso adicional puede predecir el riesgo de la enfermedad coronaria mejor que el índice de masa corporal. Las mujeres que acumulan gran parte de la grasa en la cintura corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Estas mujeres tienen una silueta "de tipo manzana".

Las mujeres que tienen la mayor parte de la grasa en las caderas y los muslos —es decir, las que tienen una silueta "de tipo pera"— corren menos riesgo de sufrir la enfermedad coronaria que las que tienen una silueta "de tipo manzana".

Para saber bien de qué manera influye el exceso de peso en su riesgo de presentar la enfermedad coronaria es importante que usted sepa su índice de masa corporal y su medida de cintura. Si su índice de masa corporal es superior a 24.9 y su medida de cintura es mayor de 35 pulgadas, usted corre un mayor riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

Si el resultado de dividir su medida de cintura por su medida de cadera es superior a 0.9, también corre un mayor riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

Los estudios también indican que las mujeres cuyo peso sube y baja de manera drástica (generalmente por dietas poco saludables) corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Estas fluctuaciones de peso pueden disminuir las concentraciones del colesterol HDL.

Síndrome metabólico

El síndrome metabólico es el nombre de un grupo de factores que elevan el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria y otros problemas de salud, como diabetes y accidentes cerebrovasculares. Se diagnostica si se presentan por lo menos tres de los siguientes factores de riesgo:

  • Una medida grande de circunferencia de cintura. El exceso de grasa en la zona de la cintura eleva más el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria que tener exceso de grasa en otras partes del cuerpo, por ejemplo, en las caderas.
  • Una concentración de triglicéridos más alta de lo normal (o el hecho de que se estén tomando medicinas para tratar los triglicéridos altos).
  • Una concentración de colesterol HDL más baja de lo normal (o el hecho de estar tomando medicinas para tratar el colesterol HDL bajo).
  • La presión arterial más alta de lo normal (o el hecho de estar tomando medicinas para tratar la presión arterial alta).
  • Una concentración de glucosa sanguínea en ayunas más alta que lo normal (o el hecho de estar tomando medicinas para la diabetes).

El síndrome metabólico es más común entre las mujeres afroamericanas y de ascendencia mexicana que entre los hombres de los mismos grupos raciales. El síndrome afecta por igual a las mujeres y a los hombres de raza blanca.

Anticonceptivos orales

Las mujeres que fuman y toman anticonceptivos orales corren un riesgo muy alto de sufrir la enfermedad coronaria, especialmente si son mayores de 35 años. En las que toman anticonceptivos orales pero no fuman no se sabe bien cuál es el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

Falta de actividad física

Las personas que realizan poca actividad corren el doble de riesgo de sufrir la enfermedad coronaria que las que se mantienen activas. La falta de actividad física puede empeorar otros factores de riesgo de la enfermedad coronaria, como las concentraciones altas de colesterol y triglicéridos en la sangre, la presión arterial alta, la diabetes, la prediabetes, el sobrepeso y la obesidad.

Alimentación poco saludable

Una alimentación poco saludable puede elevar el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Por ejemplo, los alimentos que contienen cantidades altas de grasas saturadas, grasas trans y colesterol suben las concentraciones del colesterol LDL. Una alimentación con alto contenido de sodio (sal) puede elevar el riesgo de sufrir presión arterial alta.

Los alimentos con azúcares agregados proporcionan calorías adicionales y no contienen nutrientes, como vitaminas y minerales. Consumirlos puede hacerla subir de peso, lo cual elevará su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

El exceso de alcohol también puede causar aumento de peso y elevar la presión arterial.

Estrés o depresión

El estrés puede contribuir a las causas de la enfermedad coronaria. El estrés puede hacer que las arterias se estrechen. Esta situación puede subir la presión arterial y elevar el riesgo de tener un ataque cardíaco.

Alterarse o sentir ira también puede precipitar un ataque cardíaco. El estrés también puede elevar indirectamente el riesgo de la enfermedad coronaria si impulsa a la persona a fumar o a comer demasiados alimentos ricos en grasas y azúcar.

Las personas que sufren depresión tienen el doble o el triple de probabilidades de presentar la enfermedad coronaria que las personas que no la sufren. La depresión es dos veces más frecuente en las mujeres que en los hombres.

Anemia

La anemia es una enfermedad en la que la sangre tiene menos glóbulos rojos que lo normal.

También se presenta cuando los glóbulos rojos no contienen suficiente hemoglobina. La hemoglobina es una proteína rica en hierro que transporta el oxígeno de los pulmones a los demás órganos.

Si usted tiene anemia, su cuerpo no recibe suficiente sangre rica en oxígeno. Entonces el corazón trabaja más y eso puede elevar el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

La anemia tiene muchas causas. Si desea más información, consulte el artículo Anemia en el sitio web Temas de salud.

Apnea del sueño

La apnea del sueño es un trastorno frecuente en el que la persona hace una o más pausas en la respiración o tiene respiraciones superficiales durante el sueño. Las pausas pueden durar entre unos pocos segundos y varios minutos. A menudo ocurren entre 5 y 30 veces (o más) por hora.

Por lo general, después de la pausa se reanuda la respiración normal, a veces con un ronquido fuerte o con un sonido parecido al que una persona hace cuando se atraganta. Los signos principales de la apnea del sueño son los ronquidos y el agotamiento o cansancio durante el día.

Cuando la persona deja de respirar, la falta de oxígeno provoca la liberación de hormonas del estrés en el organismo. A consecuencia de esto, la presión arterial sube y hay más probabilidades de que se formen coágulos de sangre.

Sin tratamiento, la apnea del sueño puede elevar el riesgo de sufrir presión arterial alta, diabetes e incluso un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.

Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir apnea del sueño después de la menopausia.

Factores de riesgo que usted no puede controlar

Edad y menopausia

A medida que usted envejece, aumenta su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria o un ataque cardíaco. Esto se debe en parte al depósito lento de placa dentro de las arterias del corazón, que puede comenzar durante la infancia.

Antes de los 55 años, el riesgo que las mujeres corren de sufrir la enfermedad coronaria es más bajo que el de los hombres. El estrógeno les proporciona algo de protección contra la enfermedad coronaria antes de la menopausia. No obstante, después de los 55 años el riesgo de sufrir esta enfermedad aumenta por igual en los hombres y en las mujeres.

Es posible que usted haya tenido una menopausia precoz, ya sea por razones naturales o porque le extrajeron los ovarios. Si es así, su riesgo de presentar la enfermedad coronaria es dos veces mayor que el de las mujeres de la misma edad que todavía no han llegado a la menopausia.

Otra razón por la cual las mujeres corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria después de los 55 años es que la edad madura es la época de la vida en la que los factores de riesgo de esta enfermedad tienden a presentarse.

Las mujeres que ya han pasado por la menopausia también corren más riesgo de sufrir el síndrome del corazón roto. (Si desea más información, consulte el apartado sobre nuevos riesgos más adelante).

Antecedentes familiares

Los antecedentes familiares contribuyen al riesgo de presentar la enfermedad coronaria. Su riesgo aumenta si a su padre o a un hermano le diagnosticaron enfermedad coronaria antes de los 55 años, o si a su madre o a una hermana se la diagnosticaron antes de los 65 años.

Además, los antecedentes familiares de accidentes cerebrovasculares —especialmente si se presentaron en la madre— pueden predecir el riesgo de que una mujer sufra un ataque cardíaco.

Tener antecedentes familiares de enfermedad coronaria o de accidente cerebrovascular no significa que usted vaya a tener enfermedades del corazón. En particular, este es el caso si su familiar afectado por la enfermedad solía fumar o tenía otros factores de riesgo que no se manejaron bien.

Hacer cambios en el estilo de vida y tomar medicinas para tratar los factores de riesgo a menudo sirve para disminuir la influencia de los factores genéticos y detener o retrasar la evolución de los problemas del corazón.

Preeclampsia

La preeclampsia es un problema de salud que se presenta durante el embarazo. Los dos signos principales de la preeclampsia son el aumento de la presión arterial y el exceso de proteínas en la orina.

Por lo general, estos signos se presentan durante la segunda mitad del embarazo y desaparecen después del parto. Sin embargo, el riesgo de que una mujer tenga presión alta más adelante aumenta si ha tenido preeclampsia.

La preeclampsia también se vincula con un mayor riesgo en toda la vida de sufrir enfermedades del corazón, entre ellas la enfermedad coronaria, el ataque cardíaco y la insuficiencia cardíaca. (Asimismo, los factores de riesgo de las enfermedades del corazón, como la diabetes o la obesidad, aumentan el riesgo de sufrir preeclampsia).

Si usted tuvo preeclampsia durante el embarazo, tiene el doble de probabilidades de presentar enfermedades del corazón, en contraste con las mujeres que no la tuvieron. También tiene más probabilidades de presentar enfermedades del corazón más temprano.

La preeclampsia es un factor de riesgo de la enfermedad coronaria que usted no puede controlar. Sin embargo, si ha tenido preeclampsia debe hacer lo posible por atenuar los factores de riesgo que sí puede controlar.

Cuanto más grave haya sido la preeclampsia, mayor será el riesgo de que presente la enfermedad coronaria. Avísele a su médico que tuvo preeclampsia para que él pueda evaluar mejor cuál es su riesgo de presentar la enfermedad coronaria y sepa cómo reducirlo.

Nuevos factores de riesgo

Algunas investigaciones indican que la inflamación contribuye a las causas de la enfermedad coronaria. La inflamación es la respuesta del organismo frente a una lesión o infección. La lesión de las paredes internas de las arterias parece desencadenar el proceso de inflamación y contribuir al crecimiento de la placa.

Las concentraciones altas en la sangre de una proteína llamada proteína C reactiva son un signo de que hay inflamación en el cuerpo. Las investigaciones parecen indicar que las mujeres que tienen concentraciones sanguíneas altas de proteína C reactiva corren más riesgo de sufrir un ataque cardíaco.

Además, algunas enfermedades inflamatorias, como el lupus y la artritis reumatoide, pueden aumentar el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

Algunos estudios indican que las mujeres que sufren jaquecas corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria, en particular aquellas cuyas jaquecas se acompañan de alteraciones de la vista llamadas "auras", como destellos de luz o líneas en zigzag.

La densidad ósea baja y el consumo bajo de ácido fólico y de vitamina B6 también pueden elevar en las mujeres el riesgo de sufrir esta enfermedad.

Se requieren más investigaciones para averiguar si los suplementos de calcio, con o sin vitamina D, afectan el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Es posible que le convenga hablar con el médico para averiguar si estos tipos de suplementos son adecuados en su caso.

Los investigadores están apenas comenzando a descubrir los factores de riesgo del síndrome del corazón roto. La mayoría de las mujeres que tienen este trastorno son de raza blanca y han pasado por la menopausia.

Muchas de ellas tienen otros factores de riesgo de las enfermedades del corazón, como presión arterial alta, colesterol alto en la sangre, diabetes y hábito de fumar. Sin embargo, estos factores de riesgo tienden a presentarse con menos frecuencia en las mujeres con síndrome del corazón roto que en las que tienen enfermedad coronaria.




¿Cuáles son los signos y síntomas de las enfermedades del corazón?

Los signos y síntomas de la enfermedad coronaria pueden ser diferentes en hombres y mujeres. Algunas mujeres que tienen la enfermedad coronaria no presentan signos ni síntomas. Esto se conoce como enfermedad coronaria asintomática.

Es posible que la enfermedad coronaria asintomática no se diagnostique hasta que la mujer muestre signos y síntomas de ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca o arritmia (latidos irregulares).

Otras mujeres que tienen enfermedad coronaria sí presentan signos y síntomas de la enfermedad.

Signos y síntomas de las enfermedades del corazón

La ilustración muestra los principales signos y síntomas de la enfermedad coronaria.

La ilustración muestra los principales signos y síntomas de la enfermedad coronaria.

Un síntoma frecuente de la enfermedad coronaria es la angina. La angina es un dolor o molestia en el pecho que se presenta cuando el músculo cardíaco no recibe suficiente sangre rica en oxígeno.

En los hombres, la angina a menudo se siente como una presión o como un dolor que aprieta el pecho. Esta sensación puede extenderse a los brazos. Las mujeres también pueden tener estos síntomas de la angina, pero suelen quejarse también de un dolor agudo y quemante en el pecho. Además, las mujeres tienen más probabilidades de sentir dolor en el cuello, la mandíbula, la garganta, el abdomen o la espalda.

En los hombres, la angina tiende a empeorar con la actividad física y desaparece con el reposo. Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de presentar la angina durante el reposo o el sueño.

En las mujeres que tienen la enfermedad coronaria microvascular, la angina se presenta a menudo mientras realizan las actividades habituales diarias, como ir de compras o cocinar, y no cuando están haciendo ejercicio. También es más probable que la tensión mental precipite el dolor de la angina en las mujeres que en los hombres. (En el sitio web Temas de salud hay un artículo en inglés sobre esta enfermedad, titulado "Coronary Microvascular Disease").

La gravedad de la angina varía. El dolor puede empeorar u ocurrir con más frecuencia a medida que la placa sigue estrechando las arterias coronarias.

Signos y síntomas de las complicaciones de la enfermedad coronaria

Ataque cardíaco

El síntoma más frecuente del ataque cardíaco en los hombres y en las mujeres consiste en dolor o malestar en el pecho. Sin embargo, tan solo la mitad de las mujeres que tienen un ataque cardíaco presentan dolor en el pecho.

Los síntomas de dolor en la espalda o el cuello, indigestión, acidez estomacal, náuseas (deseos de vomitar), vómito, agotamiento o cansancio extremo, o problemas para respirar son más frecuentes en las mujeres que en los hombres.

Los ataques cardíacos también pueden producir molestias en la parte superior del cuerpo (en un brazo o en ambos, en la espalda, el cuello, la mandíbula o la parte superior del estómago). Otros síntomas del ataque cardíaco son aturdimiento y mareo, que se presentan con más frecuencia en las mujeres que en los hombres.

Cubrirse de sudor frío y sentir dolor en el brazo izquierdo es más frecuente en los hombres que en las mujeres durante un ataque cardíaco.

Insuficiencia cardíaca

La insuficiencia cardíaca es una enfermedad en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre para atender las necesidades del organismo. No significa que el corazón se haya detenido o vaya a dejar de funcionar. Significa que no puede satisfacer las exigencias de las actividades de todos los días.

La insuficiencia cardíaca causa dificultad para respirar y agotamiento, que tienden a aumentar si la actividad es vigorosa. La insuficiencia cardíaca también puede causar hinchazón de los pies, los tobillos, las piernas, el abdomen y las venas del cuello.

Arritmia

Las arritmias son problemas de la velocidad o el ritmo de los latidos del corazón. Durante una arritmia el corazón puede latir demasiado rápido, demasiado lento o de manera irregular.

Algunas personas describen las arritmias como aleteos o golpes dentro del pecho, o como la sensación de haberse saltado un latido. Estas sensaciones se llaman palpitaciones.

Algunas arritmias pueden hacer que el corazón deje de latir de repente. Esta situación se llama paro cardíaco súbito. El paro cardíaco súbito provoca la pérdida del conocimiento y la muerte si no se trata de inmediato.

Signos y síntomas del síndrome del corazón roto

Los signos y síntomas más frecuentes del síndrome del corazón roto son el dolor en el pecho y la sensación de falta de aliento. En este síndrome, estos síntomas suelen ocurrir de repente en personas que no tenían antecedentes de enfermedades del corazón.

También pueden presentarse arritmias o un choque cardiógeno. El choque cardiógeno es una situación en la que el corazón debilitado no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del organismo. (En el sitio web Temas de salud hay un artículo en inglés sobre el choque cardiógeno, titulado "Cardiogenic Shock").

Algunos de los signos y síntomas del síndrome del corazón roto son diferentes de los del ataque cardíaco. Por ejemplo, en las personas con síndrome del corazón roto sucede lo siguiente:

  • Los síntomas se presentan de repente después de sufrir estrés emocional o físico extremo.
  • Los resultados del electrocardiograma no se parecen a los de una persona que tiene un ataque cardíaco. (El electrocardiograma es una prueba que registra la actividad eléctrica del corazón).
  • Las pruebas de sangre no muestran signos ni indicios leves de una lesión del corazón.
  • Las pruebas no muestran signos de obstrucción de las arterias coronarias.
  • Las pruebas muestran abombamiento y movimiento poco común de la cavidad inferior izquierda del corazón (el ventrículo izquierdo).
  • El tiempo de recuperación es rápido, por lo general entre días y semanas, en comparación con el de un ataque cardíaco, que es de un mes o más.



¿Cómo se diagnostican las enfermedades del corazón?

El médico diagnostica la enfermedad coronaria con base en los antecedentes médicos personales y familiares del paciente, los factores de riesgo, el examen médico y los resultados de pruebas y procedimientos.

Ninguna prueba por sí sola puede diagnosticar la enfermedad coronaria. Si el médico cree que usted sufre esta enfermedad, probablemente le haga una o más de las siguientes pruebas.

Electrocardiograma (ECG)

El electrocardiograma es una prueba sencilla e indolora que detecta y registra la actividad eléctrica del corazón. Muestra qué tan rápido late el corazón y con qué ritmo (estable o irregular). También registra la potencia y la sincronización de los impulsos eléctricos a medida que pasan por cada parte del corazón.

El electrocardiograma puede mostrar indicios de daño cardíaco debido a la enfermedad coronaria y en él se pueden hallar signos de un ataque cardíaco previo o actual.

Prueba de esfuerzo

Durante la prueba de esfuerzo usted hará ejercicio para que el corazón trabaje mucho y lata rápidamente mientras se realizan unas pruebas cardíacas. Si usted no puede hacer ejercicio se le darán medicinas para acelerar la frecuencia cardíaca.

Cuando el corazón está esforzándose mucho y latiendo con rapidez, necesita más sangre y oxígeno. Las arterias coronarias estrechadas por la placa no pueden suministrar suficiente sangre rica en oxígeno para satisfacer las necesidades del corazón.

La prueba de esfuerzo puede mostrar posibles signos y síntomas de la enfermedad coronaria, como:

  • Alteraciones de la frecuencia cardíaca o de la presión arterial
  • Sensación de falta de aliento o dolor en el pecho
  • Alteraciones del ritmo cardíaco o de la actividad eléctrica del corazón

Si no puede hacer ejercicio por el tiempo que se considera normal para una persona de su edad, es posible que el corazón no esté recibiendo suficiente sangre rica en oxígeno. Sin embargo, otros factores pueden impedirle hacer ejercicio por el tiempo suficiente (por ejemplo, enfermedades de los pulmones, anemia o mal estado físico).

En algunas pruebas de esfuerzo se toman imágenes del corazón cuando usted está haciendo ejercicio y cuando está descansando. Estas pruebas de esfuerzo con obtención de imágenes diagnósticas pueden mostrar cómo circula la sangre en distintas partes del corazón y qué tan bien bombea éste la sangre al latir.

Ecocardiografía

En la ecocardiografía se usan ondas sonoras para crear una imagen animada del corazón. La ecocardiografía proporciona información sobre el tamaño y la forma del corazón y sobre cómo están funcionando las cámaras y las válvulas.

También puede identificar zonas de mala circulación en el corazón, zonas de músculo cardíaco que no se están contrayendo normalmente y lesiones previas del músculo cardíaco causadas por falta de circulación.

Radiografía de tórax

En la radiografía de tórax se obtienen imágenes de los órganos y estructuras que se encuentran dentro del pecho, entre ellos el corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos.

La radiografía de tórax puede revelar signos de insuficiencia cardíaca y de trastornos pulmonares, y otras causas de síntomas que no se deben a la enfermedad coronaria.

Pruebas de sangre

En las pruebas de sangre se determinan las concentraciones sanguíneas de ciertas grasas, colesterol, azúcar y proteínas. Las concentraciones anormales pueden indicar que usted corre riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Las pruebas de sangre también sirven para detectar la anemia, que es un factor de riesgo de la enfermedad coronaria.

Durante un ataque cardíaco las células del músculo cardíaco mueren y liberan proteínas en la sangre. Existen pruebas para medir la cantidad de estas proteínas en la sangre. Las concentraciones altas de estas proteínas son un signo de que hubo un ataque cardíaco recientemente.

Tomografía computarizada por haz de electrones

La tomografía computarizada por haz de electrones es una prueba que sirve para encontrar partículas de calcio (calcificaciones) en las paredes de las arterias coronarias. Las calcificaciones son un signo temprano de la enfermedad coronaria.

La prueba puede mostrar si usted corre más riesgo de sufrir un ataque cardíaco o algún otro problema del corazón antes de que se presenten otros signos y síntomas.

La tomografía computarizada por haz de electrones no se usa corrientemente para el diagnóstico de la enfermedad coronaria porque aún no se sabe su exactitud. (En el sitio web Temas de salud hay un artículo en inglés sobre esta prueba, titulado "Coronary Calcium Scan").

Angiografía coronaria y cateterismo cardíaco

Es posible que el médico le recomiende hacerse una angiografía coronaria si otras pruebas o factores indican que usted puede tener enfermedad coronaria. En esta prueba se usan un medio de contraste y rayos X especiales para mostrar el interior de las arterias coronarias.

Para que el medio de contraste llegue al interior de las arterias coronarias el médico usa un procedimiento llamado cateterismo cardíaco.

Un tubo delgado y flexible llamado catéter se inserta en un vaso sanguíneo del brazo, la ingle (parte superior del muslo) o el cuello. El tubo se lleva por los vasos sanguíneos hasta las arterias coronarias y el medio de contraste se libera en el torrente circulatorio.

Mientras el medio de contraste fluye por las arterias coronarias se toman radiografías especiales. El medio de contraste le permite al médico estudiar la circulación del corazón y de los vasos sanguíneos.

La angiografía coronaria detecta obstrucciones de las arterias coronarias grandes, pero no detecta la enfermedad coronaria microvascular. Esto se debe a que la enfermedad coronaria microvascular no causa bloqueos de las arterias coronarias grandes. (En los Temas de salud hay un artículo en inglés sobre la enfermedad coronaria microvascular titulado "Coronary Microvascular Disease").

Aunque los resultados de la angiografía coronaria sean normales, es posible que usted tenga dolor en el pecho o algún otro síntoma de la enfermedad coronaria. Si es así, pregúntele al médico si es posible que usted tenga enfermedad coronaria microvascular.

El médico puede pedirle que responda a un cuestionario llamado Índice de actividad de Duke. Este cuestionario mide el grado de facilidad con que una persona puede realizar tareas corrientes. Le proporciona al médico información sobre la forma en que la sangre circula por las arterias coronarias.

También puede recomendarle que se haga otras pruebas que miden el flujo de sangre del corazón, como una prueba de esfuerzo con resonancia magnética cardíaca. (En los Temas de salud hay un artículo en inglés sobre la resonancia magnética cardíaca, titulado "Cardiac MRI"). 

En la resonancia magnética cardíaca se usan ondas de radio, imanes y una computadora para obtener imágenes del corazón cuando está latiendo. La prueba produce imágenes fijas y móviles del corazón y de los principales vasos sanguíneos.

Otras pruebas que se realizan durante el cateterismo cardíaco pueden examinar el flujo de sangre en las arterias pequeñas del corazón y el grosor de las paredes arteriales.

Pruebas que se usan para diagnosticar el síndrome del corazón roto

Si el médico cree que usted sufre el síndrome del corazón roto, es posible que le recomiende hacerse una angiografía coronaria. Para diagnosticar este trastorno se usan otras pruebas, como ciertas pruebas de sangre, el electrocardiograma, la ecocardiografía y la resonancia magnética cardíaca.




¿Cómo se tratan las enfermedades del corazón?

Por lo general, el tratamiento de la enfermedad coronaria es igual para hombres y mujeres. Puede consistir en cambios en el estado de vida, medicinas, procedimientos médicos y quirúrgicos, y rehabilitación cardíaca.

Los objetivos del tratamiento son:

  • Aliviar los síntomas
  • Disminuir los factores de riesgo para retardar, detener o dar marcha atrás al depósito de placa
  • Disminuir el riesgo de que se formen coágulos de sangre, ya que éstos pueden provocar un ataque cardíaco
  • Ensanchar las arterias coronarias obstruidas por la placa o dar un rodeo para evitarlas
  • Prevenir las complicaciones de la enfermedad coronaria

Cambios en el estilo de vida

Los cambios en el estilo de vida pueden prevenir o tratar la enfermedad coronaria. En algunas personas estos cambios pueden ser el único tratamiento necesario.

Deje de fumar

Si usted fuma o usa tabaco, procure dejar de hacerlo. El tabaquismo o hábito de fumar puede elevar su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria y de tener un ataque cardíaco, y puede empeorar otros factores de riesgo de la enfermedad coronaria. Pregúntele a su médico qué programas y productos pueden ayudarle a dejar el hábito. Además, trate de evitar la exposición pasiva al humo de tabaco.

Si le cuesta trabajo dejar de fumar sin ayuda, piense en la posibilidad de formar parte de un grupo de apoyo. Muchos hospitales, empresas y grupos comunitarios ofrecen clases para ayudar a dejar de fumar.

Si desea obtener más información sobre cómo dejar de fumar, consulte el artículo Smoking and Your Heart (en inglés solamente) en el sitio web Temas de salud y el folleto "Your Guide to a Healthy Heart" (en inglés solamente) del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI).

Consuma una alimentación saludable

Una alimentación saludable forma parte importante de un estilo de vida sano. Una alimentación saludable contiene variedad de frutas y verduras. Estos alimentos pueden ser frescos, enlatados, congelados o secos. Una regla que conviene seguir es tratar de llenar la mitad del plato con frutas y verduras.

Una alimentación saludable también contiene cereales integrales, productos lácteos descremados o semidescremados y alimentos ricos en proteínas, como carnes magras, aves sin piel, pescado y mariscos, productos procesados de soya, nueces, semillas, frijoles y arvejas (guisantes).

Consuma y prepare alimentos con bajo contenido de sodio (sal). El exceso de sal puede elevar su riesgo de sufrir presión arterial alta. En estudios recientes se ha observado que ceñirse al plan de alimentación DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) puede bajar la presión arterial.

Trate de evitar alimentos y bebidas con un alto contenido de azúcares agregadas. Por ejemplo, tome agua en vez de líquidos azucarados, como las gaseosas.

Además, trate de limitar la cantidad de grasas sólidas y de granos refinados que consume. Las grasas sólidas son grasas saturadas y ácidos grasos trans. Los granos refinados provienen del procesamiento de granos integrales, que causa la pérdida de nutrientes (como la fibra alimenticia).

Si toma bebidas alcohólicas, hágalo con moderación. Las investigaciones indican que el consumo habitual de cantidades entre pequeñas y moderadas de bebidas alcohólicas también puede disminuir el riesgo de presentar la enfermedad coronaria. Las mujeres no deben tomar más de una bebida alcohólica al día.

Un trago al día puede disminuir el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria porque aumenta las concentraciones de colesterol HDL. Un trago equivale a una copa de vino, un vaso de cerveza o una pequeña cantidad de licor.

Si usted no bebe, no le estamos recomendando que comience a tomar alcohol. Además, si está embarazada, si planea quedar embarazada o si tiene algún problema de salud en el que el consumo de alcohol sea nocivo, debe evitar la bebida.

El exceso de alcohol puede provocar aumento de peso y elevar la presión arterial y la concentración de triglicéridos. En las mujeres, incluso un trago diario puede elevar el riesgo de sufrir ciertos tipos de cáncer.

Si desea más información sobre cómo consumir una alimentación saludable, consulte el folleto "Your Guide to Lowering Your Blood Pressure With DASH" (en inglés solamente) del NHLBI y visite el sitio web Choosemyplate.gov/en-espanol del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Ambos recursos contienen información general sobre una alimentación saludable.

Manténgase activa

La actividad física que se practica con regularidad puede disminuir muchos factores de riesgo de la enfermedad coronaria, entre ellos las concentraciones altas de colesterol LDL, la presión arterial alta y el exceso de peso.

La actividad física también puede reducir el riesgo de sufrir diabetes y puede aumentar las concentraciones de colesterol HDL. (El colesterol HDL ayuda a retirar el colesterol de las arterias).

Hable con su médico antes de iniciar un nuevo programa de ejercicio. Pregúntele qué tipo de actividades físicas puede realizar sin peligro y en qué cantidad puede hacerlas.

La salud de una persona se beneficia con dedicar tan solo 60 minutos semanales a una actividad aeróbica moderada. Caminar es un ejercicio excelente para tener un corazón sano. Entre más activa sea usted, más se beneficiará.

Si desea más información sobre la actividad física, consulte las pautas sobre el tema publicadas por el Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos en "2008 Physical Activity Guidelines for Americans" (en inglés solamente), el folleto "Manténgase activo a su manera" , el artículo "La actividad física y el corazón", del sitio web Temas de salud y el folleto "Your Guide to Physical Activity and Your Heart" (en inglés solamente) del NHLBI.

Manténgase en un peso saludable

El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo de la enfermedad coronaria. Trate de bajar de peso, si tiene sobrepeso o es obesa. Disminuya el consumo de calorías y realice más actividad física. Coma porciones más pequeñas y opte por consumir alimentos que contengan menos calorías. Su profesional de la salud puede remitirla a un nutricionista que le ayude a controlar el peso.

La meta para prevenir y tratar la enfermedad coronaria es tener un índice de masa corporal de menos de 25 y una circunferencia de cintura de 35 pulgadas o menos. El IMC mide el peso en relación con la estatura y proporciona un cálculo de la grasa corporal total. Usted puede averiguar su IMC con la calculadora en línea del NHLBI o puede pedirle a su médico que le ayude a calcularlo.

Para medirse la cintura, póngase de pie y pásese la cinta métrica alrededor del talle, por arriba de los huesos de la cadera. Mídase la cintura después de exhalar. Asegúrese de que la cinta métrica le quede justa pero no apretada.

Si desea obtener más información sobre cómo bajar de peso o mantenerse en un peso saludable, consulte el sitio web Aim for a Healthy Weight (en inglés solamente) del NHLBI.

Estrés o depresión

Las investigaciones muestran que la alteración o la ira pueden precipitar un ataque cardíaco. Además, algunas de las maneras en que la gente afronta el estrés, como bebiendo, fumando o comiendo en exceso, tampoco son buenas para el corazón.

Aprender a controlar el estrés, relajarse y lidiar con los problemas puede mejorar la salud emocional y física.

Tener personas que la apoyen y con quienes pueda hablar de sus sentimientos o preocupaciones puede ayudarle a aliviar el estrés. La actividad física, el yoga y la terapia de relajación también pueden contribuir a aliviar el estrés. Tal vez le convenga participar en un programa de control del estrés.

La depresión puede duplicar o triplicar su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. También le hace más difícil mantener un estilo de vida saludable.

Consulte con su médico si tiene síntomas de depresión, por ejemplo, si se siente sin esperanzas o no se interesa en sus actividades diarias. Quizá él le recomiende que busque asesoría psicológica o le recete medicinas para controlar este trastorno.

Medicinas

Es posible que usted necesite medicinas para tratar la enfermedad coronaria si los cambios en el estilo de vida no son suficientes. Las medicinas pueden lograr lo siguiente:

  • Reducir la carga del corazón y aliviar los síntomas de la enfermedad coronaria.
  • Disminuir sus probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o de morir de repente.
  • Disminuir las concentraciones del colesterol LDL, bajar la presión arterial y reducir otros factores de riesgo de la enfermedad coronaria.
  • Prevenir la formación de coágulos de sangre.
  • Prevenir o retrasar la necesidad de realizar un procedimiento médico o una intervención quirúrgica, como una angioplastia o una derivación coronaria (bypass) .

Las mujeres que sufren enfermedad coronaria microvascular y anemia se pueden beneficiar de tomar medicinas para la anemia. (En los Temas de salud hay un artículo en inglés sobre la enfermedad coronaria microvascular titulado "Coronary Microvascular Disease").

Las mujeres que tienen el síndrome del corazón roto también pueden necesitar medicinas. Los médicos pueden recetar medicinas para aliviar la acumulación de líquidos, tratar los problemas de la presión arterial, prevenir la formación de coágulos de sangre y controlar las hormonas del estrés. La mayoría de las personas que sufren el síndrome del corazón roto se recuperan por completo en cuestión de unas semanas.

Tómese todas las medicinas como le haya indicado el médico. Si tiene efectos secundarios u otros problemas relacionados con las medicinas, cuéntele al médico. Es posible que éste pueda ofrecerle otras alternativas.

Tratamiento hormonal de la menopausia

Se ha observado en estudios recientes que el tratamiento hormonal de la menopausia no previene la enfermedad coronaria. Algunos estudios han mostrado incluso que aumenta el riesgo de la enfermedad coronaria, los accidentes cerebrovasculares (derrames cerebrales)  y el cáncer de mama.

Sin embargo, estos estudios ensayaron el tratamiento hormonal en mujeres que habían sido posmenopáusicas por varios años. Es posible que durante ese tiempo haya comenzado la enfermedad coronaria.

Se están realizando investigaciones para ver si el tratamiento hormonal de la menopausia ayuda a prevenir la enfermedad coronaria cuando se toma en cuanto comienza la menopausia. Aunque aún quedan interrogantes por resolver, los resultados actuales parecen indicar que el tratamiento hormonal de la menopausia no se debe usar habitualmente para prevenir o tratar la enfermedad coronaria.

Consulte con el médico acerca de otras formas de prevenir o tratar la enfermedad coronaria, entre ellas las modificaciones del estilo de vida y las medicinas. Si desea obtener más información sobre el tratamiento hormonal de la menopausia, visite el sitio web Postmenopausal Hormone Therapy del NHLBI (en inglés solamente).

Procedimientos médicos y cirugía

Usted puede necesitar un procedimiento médico o una intervención quirúrgica para tratar la enfermedad coronaria. Tanto la angioplastia como la derivación coronaria o bypass se usan como tratamiento. Usted y su médico pueden decidir qué tratamiento le conviene más.

Angioplastia

La angioplastia es un procedimiento no quirúrgico que abre arterias coronarias bloqueadas o estrechadas. Este procedimiento se conoce también como intervención coronaria percutánea o ICP.

Un tubo delgado y flexible que tiene un globo u otro dispositivo en la punta se lleva por el interior de un vaso sanguíneo hasta la arteria coronaria que está estrechada o bloqueada. Una vez allí, el globo se infla para comprimir la placa contra la pared de la arteria. Así se restablece la circulación de sangre por la arteria.

La angioplastia puede mejorar el flujo de sangre que llega al corazón y aliviar el dolor en el pecho. Por lo general dentro de la arteria se pone un tubo pequeño de malla llamado endoprótesis vascular o stent para mantenerla abierta después de la intervención.

Si desea más información, consulte el artículo Angioplastia coronaria en el sitio web Temas de salud.

Revascularización coronaria o bypass coronario

La revascularización coronaria o bypass coronario es un tipo de cirugía. El cirujano toma arterias o venas de otras partes del cuerpo y las usa para crear un desvío (bypass) y evitar las arterias coronarias que se han estrechado o bloqueado.

La derivación coronaria puede mejorar la circulación de la sangre que llega al corazón, aliviar el dolor en el pecho y posiblemente prevenir un ataque cardíaco.

Si desea más información, consulte el artículo Coronary Artery Bypass Grafting (en inglés solamente) en el sitio web Temas de salud.

Rehabilitación cardíaca

Tal vez el médico le recete rehabilitación cardíaca si tiene angina o si ha tenido una angioplastia, una derivación coronaria o un ataque cardíaco. Casi todas las personas que tienen enfermedad coronaria se benefician de la rehabilitación cardíaca.

La rehabilitación cardíaca es un programa supervisado por el médico que contribuye a mejorar la salud y el bienestar de las personas que tienen problemas del corazón.

El equipo de rehabilitación cardíaca comprende médicos, enfermeras, especialistas en ejercicio, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, dietistas o nutricionistas y psicólogos u otros especialistas en salud mental.

La rehabilitación cardíaca consta de dos partes:

  • Entrenamiento para el ejercicio. En éste, usted aprende cómo hacer ejercicio sin peligro, fortalecer sus músculos y mejorar su resistencia física. Su plan de ejercicio se basará en su capacidad individual y en sus necesidades e intereses personales.
  • Educación, asesoría y capacitación. Esta parte de la rehabilitación le ayuda a entender su enfermedad y a buscar formas de disminuir el riesgo de tener problemas del corazón en el futuro. El equipo de rehabilitación cardíaca le enseñará a sobrellevar el estrés de adaptarse a un nuevo estilo de vida y a manejar sus temores sobre el futuro.

Si desea más información, consulte el artículo Cardiac Rehabilitation (en inglés solamente) en el sitio web Temas de salud.




¿Cómo se pueden prevenir las enfermedades del corazón?

Actuar para controlar los factores de riesgo puede prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad coronaria. El riesgo que usted corre de sufrir la enfermedad coronaria aumenta en proporción directa al número de factores de riesgo que tenga.

Una medida que usted puede tomar consiste en adoptar un estilo de vida saludable para el corazón. Un estilo de vida saludable debe formar parte de un compromiso permanente de llevar una vida sana.

Por ejemplo, si fuma, trate de dejar el hábito. El tabaquismo o hábito de fumar puede elevar su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria y de tener un ataque cardíaco; además, puede empeorar otros factores de riesgo de la enfermedad coronaria. Pregúntele a su médico qué programas y productos pueden ayudarle a dejar el hábito. Además, trate de evitar la exposición pasiva al humo de tabaco.

Si desea obtener más información sobre cómo dejar de fumar, consulte el artículo Smoking and Your Heart (en inglés solamente) en el sitio web Temas de salud y el folleto "Your Guide to a Healthy Heart" (en inglés solamente) del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI).

Una alimentación saludable también forma parte importante de un estilo de vida saludable. Una alimentación saludable contiene variedad de frutas y verduras. También contiene cereales integrales, productos lácteos descremados o semidescremados y alimentos ricos en proteínas, como carnes magras, aves sin piel, pescado y mariscos, productos procesados de soya, nueces, semillas, frijoles y arvejas (guisantes).

Una alimentación saludable contiene poco sodio (sal), azúcar añadida, grasas sólidas y granos refinados. Las grasas sólidas son grasas saturadas y ácidos grasos trans. Los granos refinados provienen del procesamiento de granos integrales, que causa la pérdida de nutrientes (como la fibra alimenticia).

Los programas TLC (Therapeutic Lifestyle Changes) y DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) (en inglés solamente) del NHLBI fomentan una alimentación saludable.

Si tiene sobrepeso o es obesa, colabore con su médico en el diseño de un plan razonable que le permita bajar de peso. El control del peso le ayudará a controlar los factores de riesgo de la enfermedad coronaria.

Realice tanta actividad física como le sea posible. La actividad física puede mejorar su forma física y su salud. Pregúntele a su médico que tipos de actividad física puede realizar sin peligro.

Si desea más información acerca de la actividad física, consulte el artículo "La actividad física y el corazón" en el sitio web Temas de salud, el folleto "Manténgase activo a su manera"  del Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos y el folleto "Your Guide to Physical Activity and Your Heart" (en inglés solamente) del NHLBI.

Entérese de los antecedentes de su familia respecto a la enfermedad coronaria. Si usted o una persona de su familia tiene esta enfermedad, cuéntele a su médico.

Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes, es posible que también necesite medicinas para controlar los factores de riesgo. Tómese todas las medicinas como le haya indicado el médico.

Si desea más información sobre cambios en el estilo de vida y medicinas, consulte "¿Cómo se tratan las enfermedades del corazón?".




Vivir con enfermedades del corazón

Si usted sufre la enfermedad coronaria, puede tomar medidas para controlar sus factores de riesgo y prevenir las complicaciones. Mediante cambios en su estilo de vida y atención continua usted puede controlar la enfermedad.

El hecho de sufrir la enfermedad coronaria eleva su riesgo de tener un ataque cardíaco. Por eso es importante saber cuáles son los signos de alerta del ataque cardíaco. Si cree que está teniendo un ataque cardíaco, llame al 9–1–1 de inmediato. Si desea información más detallada sobre los signos de alerta del ataque cardíaco, consulte la sección correspondiente a continuación.

Cambios en el estilo de vida

Adoptar un estilo de vida saludable para el corazón puede servirle para controlar los factores de riesgo de la enfermedad coronaria. Sin embargo, hacer cambios en el estilo de vida puede ser difícil.

Trate de hacerlo paso a paso. Entérese de los beneficios de hacer cambios en su estilo de vida y haga un plan con metas específicas y realistas. Prémiese por los avances que logre.

Lo bueno es que muchos cambios en el estilo de vida controlan varios factores de riesgo de la enfermedad coronaria al mismo tiempo. Por ejemplo, la actividad física baja la presión arterial y las concentraciones de colesterol LDL, ayuda a controlar la diabetes y la prediabetes, disminuye el estrés y contribuye a controlar el peso.

Si desea más información sobre cómo adoptar un estilo de vida saludable para el corazón, consulte el apartado "¿Cómo se tratan las enfermedades del corazón?" de este artículo. También puede leer el artículo en inglés sobre factores de riesgo de la enfermedad coronaria, "Coronary Heart Disease Risk Factors" (en inglés solamente) en el sitio web Temas de salud.

Atención médica continua

Sus factores de riesgo de la enfermedad coronaria pueden cambiar con el paso del tiempo, de modo que es importante contar con atención médica continua. El médico le controlará la presión arterial y le hará pruebas corrientes de laboratorio para determinar las concentraciones de colesterol y azúcar en la sangre. Estas pruebas mostrarán si deben hacerse ajustes en el tratamiento.

Pregúntele al médico con qué frecuencia debe ir a citas de control y a pruebas de sangre. Entre una consulta y otra, llame el médico si presenta síntomas nuevos o si sus síntomas empeoran.

Es posible que usted se sienta deprimida o llena de ansiedad si le han diagnosticado la enfermedad coronaria. Es posible que se preocupe por los problemas del corazón o por los cambios que tiene que hacer en su estilo de vida.

Su médico puede recomendarle medicinas, asesoría profesional o terapia de relajación si usted sufre depresión o ansiedad. Es importante tratar estas afecciones porque ellas elevan el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria y un ataque cardíaco. La depresión y la ansiedad también pueden dificultarle hacer cambios en su estilo de vida.

Signos de alerta del ataque cardíaco

Si tiene enfermedad coronaria, entérese de los signos de alerta del ataque cardíaco. Estos son los signos y síntomas del ataque cardíaco:

  • Dolor o molestias en el pecho. Consisten en presión que causa incomodidad, opresión, sensación de plenitud o dolor en el centro del pecho que puede ser leve o intenso. Las molestias o el dolor duran más de unos minutos o desaparecen y vuelven a aparecer.
  • Molestias en la parte superior del cuerpo (en un brazo o en ambos, en la espalda, el cuello, la mandíbula o la parte superior del estómago).
  • Sensación de que le falta el aliento, que puede presentarse con las molestias del pecho o antes de ellas.
  • Náuseas (ganas de vomitar), vómito, mareo, desmayo o sudor frío repentino.
  • Problemas de sueño, agotamiento (cansancio) y falta de energía.

Si cree que está teniendo un ataque cardíaco, llame al 9–1–1 de inmediato. El tratamiento temprano puede prevenir o limitar las lesiones del músculo cardíaco.

Si cree que está teniendo un ataque cardíaco, no conduzca hacia el hospital ni permita que otra persona la lleve. Llame a una ambulancia para que, de camino hacia el servicio de urgencias, el personal médico pueda iniciar el procedimiento para salvarle la vida.

Cuénteles a las personas a las que ve con frecuencia que usted corre el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Ellas pueden buscar ayuda médica de urgencia si de repente usted se desmaya, le da un síncope o presenta otros síntomas graves.

Vivir con el síndrome del corazón roto

La mayoría de las personas que sufren el síndrome del corazón roto se recuperan por completo en cuestión de unas semanas. El riesgo de presentar un segundo episodio de este trastorno es bajo.

Para ver el estado de salud de su corazón, es posible que el médico le recomiende hacerse una ecocardiografía aproximadamente un mes después de que le diagnostiquen el síndrome. Pregúntele con qué frecuencia debe acudir a citas de control.




Estudios clínicos

El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI) se ha comprometido firmemente a apoyar las investigaciones encaminadas a prevenir y tratar las enfermedades y problemas del corazón, los pulmones y la sangre, así como los trastornos del sueño.

Las investigaciones que cuentan con el apoyo del NHLBI han contribuido a mejorar los conocimientos sobre la forma en que las enfermedades del corazón afectan a las mujeres. Las investigaciones también han ayudado a los médicos a aprender más sobre la enfermedad coronaria, sus factores de riesgo y las formas de prevenirla y tratarla.

El NHLBI sigue apoyando las investigaciones que tienen como meta aprender más acerca de las enfermedades del corazón. Por ejemplo, las investigaciones que cuentan con el respaldo del NHLBI abarcan estudios que exploran lo siguiente:

  • Examinar los factores de riesgo del ataque cardíaco en las mujeres jóvenes (entre los 18 y los 55 años) y la recuperación después del infarto
  • Comparar la derivación coronaria (bypass coronario)  con la angioplastia y la implantación de endoprótesis vasculares en personas con diabetes y con bloqueos en más de una arteria coronaria
  • Comparar el bypass coronario y el tratamiento con medicamentos en pacientes con insuficiencia cardíaca y enfermedad coronaria
  • Explorar si el ejercicio sirve para el tratamiento de la depresión en personas con enfermedad coronaria
  • Examinar cómo los factores de riesgo de la enfermedad coronaria afectan el proceso de envejecer saludablemente
  • Usar la resonancia magnética para evaluar el funcionamiento de los vasos sanguíneos del corazón tras una angioplastia o una implantación de endoprótesis vascular
  • Examinar el papel que desempeñan las hormonas en el riesgo que sufren las mujeres de tener enfermedades del corazón

Muchas de estas investigaciones dependen de que haya voluntarios que estén dispuestos a participar en estudios clínicos. Los estudios clínicos ensayan nuevas formas de prevenir, diagnosticar o tratar diversas enfermedades o problemas de salud.

Por ejemplo, los tratamientos nuevos para una enfermedad o problema de salud (medicinas, dispositivos médicos, cirugías o intervenciones) se ensayan en voluntarios que tienen la enfermedad. Los ensayos muestran si un tratamiento es inofensivo y eficaz en seres humanos antes de que se ponga a disposición del público en general.

Al participar en un estudio clínico usted logra tener acceso a nuevos tratamientos antes de que estén al alcance de todo el mundo. Además cuenta con el apoyo de un equipo de profesionales médicos que probablemente controlará su salud atentamente. Incluso si usted no se beneficia directamente de los resultados de un estudio clínico, la información que se reúna en el estudio puede ayudar a otras personas y sumarse a los conocimientos científicos.

Si usted se ofrece como voluntaria para participar en un estudio clínico, le explicarán en detalle la investigación. Le hablarán de los tratamientos y pruebas que le pueden hacer y de los beneficios y riesgos que éstos pueden implicar. Se le dará también la oportunidad de hacer preguntas sobre la investigación. Este proceso se conoce como consentimiento informado.

Si usted acepta participar en el estudio, se le pedirá que firme un formulario de consentimiento informado. Este formulario no es un contrato. Usted tiene derecho a retirarse de un estudio en cualquier momento y por cualquier motivo. Además, tiene derecho a enterarse de los nuevos riesgos que surjan durante el estudio o de los descubrimientos que se hagan durante éste.

Si desea más información sobre estudios clínicos relacionados con las enfermedades del corazón, hable con su médico. También puede visitar los siguientes sitios web para enterarse un poco más acerca de las investigaciones clínicas y para buscar estudios clínicos:




Enlaces a otras fuentes de información sobre las enfermedades del corazón

Recursos del NHLBI (en español)

Recursos del NHLBI (solo en inglés)

Recursos que no pertenecen al NHLBI (en español)

Recursos que no pertenecen al NHLBI (solo en inglés)

Estudios clínicos

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January 04, 2012 Last Updated Icon

El NHLBI actualiza los temas del DCI en un ciclo de cada dos años, basándose en una revisión cuidadosa de los resultados de investigación y de literatura nueva. Según sea necesario, los temas del DCI también se actualizan si se publica nueva e importante investigación. La fecha en cada tema del DCI refleja cuando el contenido fue publicado originalmente o cuando se hizo su última modificación

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