National Eye Institute

Narradora: Lou sufría de parálisis por una operación del corazón. Esto afectó su vista pero no su sentido del humor.

Lou: «Una anciana se acerca a mí, una anciana como de
mi edad, y se acerca a mí y me dice: «Me podría ayudar a cruzar la calle, porque no veo muy bien.» Con gusto, señora. La tomo del brazo y empezamos a cruzar al primer camellón. Llegamos al segundo camellón. Esperábamos la luz verde y no se por qué le digo: Sabe señora, yo estoy igual que usted. Le digo: Yo también tengo problemas de la vista. Ella toma mi brazo seguimos cruzando y exclama: «Cielos, ¡sálvese quien pueda!» y sale disparada corriendo por la calle. Corriendo como loca y sigue corriendo.»

Narradora: Lou asiste a un Centro de Rehabilitación para recibir capacitación y asesoría y el apoyo de personas en la misma situación.

Lou: «Ha sido difícil y la depresión que siguió. He padecido, es lo más duro. A veces uno se sienta y se enoja sin a quién culpar. ¿Por qué yo? Yo siempre intento estar animado, pero en ocasiones es imposible.»

Narradora: Los filtros ámbar de luz protegen sus ojos y reducen el resplandor. Lou también usa una lupa de bolsillo al ir de compras.

Lou: «Uso la lupa todo el tiempo. Me gusta ir de compras. Me gusta mantenerme activo. No quiero dejar de hacerlo. [El médico] quiere que consuma poca sal por mi presión alta de sangre. Además, por cuestiones dietéticas, tiendo a engordar. No estoy en movimiento como antes y no hago ejercicio. Tengo que vigilar el contenido de azúcar, de calorías. Ahí es donde la lupa me es muy útil para leer todos los ingredientes.»