Antecedentes: Las nuevas normas de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio sobre la asistencia preventiva
En esta página
- Cobertura de servicios de prevención de alto valor, incluyendo nuevos servicios para mujeres y niños
- Qué significa esto para usted
- Eliminación de obstáculos financieros a la atención preventiva
- Extensión de beneficios para hasta 88 millones de estadounidenses
- Desarrollada en base a otras iniciativas para promover la prevención
14 de julio de 2010
Las enfermedades crónicas, como la enfermedad cardíaca, el cáncer y la diabetes, son responsables de 7 de cada 10 muertes de estadounidenses al año y representan el 75% del gasto nacional en salud; y a menudo se pueden prevenir. La Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (la ley de reforma del seguro médico aprobada por el Congreso y convertida en ley por el presidente Obama el 23 de marzo) ayudará a que la prevención sea asequible y accesible al exigir que los planes de salud cubran servicios de prevención recomendados sin cobrar deducibles, copagos ni coseguros.[1]
La asistencia preventiva de alta calidad ayuda a los estadounidenses a mantenerse saludables, evitar o retrasar la aparición de enfermedades, llevar vidas productivas y reducir los costos. Y aún así, a pesar de los comprobados beneficios de los servicios médicos preventivos, demasiados estadounidenses siguen sin la asistencia preventiva necesaria debido a obstáculos financieros. Los copagos y deducibles pueden disuadir incluso a las familias que tienen seguro de realizar los controles de cáncer, inmunizaciones para sus hijos y para ellos mismos y exámenes a bebés sanos que necesitan para que sus familias sigan saludables.
El presidente Obama y la primera dama Michelle Obama creen que centrarse en la prevención le brindará a la nación la oportunidad de mejorar la salud de todos los estadounidenses y reducir los costos de los cuidados de salud. Es una idea que goza de un gran apoyo bipartidario entre los funcionarios electos así como también de muchos sectores de la sociedad: Desde la Ley de Recuperación y la Campaña Let's Move!, de la Primera Dama, hasta la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, la Administración está sentando las bases que ayuden a transformar el sistema de salud de un sistema que se centra en tratar a los enfermos a un sistema que se centre en mantener a todos los estadounidenses saludables.
Hoy, los Departamentos de Salud y Servicios Humanos, de Trabajo y del Tesoro publicaron nuevas reglamentaciones que exigen que los planes de salud privados cubran servicios preventivos basados en pruebas y que eliminen los gastos compartidos para la asistencia preventiva. Para las nuevas pólizas de salud a partir del 23 de septiembre de 20101, los servicios preventivos que tengan una sólida evidencia científica de sus beneficios en la salud deberán ser cubiertos y los planes no podrán cobrar copagos, coseguros ni deducibles a los pacientes por estos servicios cuando los brinde un proveedor de la red.
El anuncio de hoy se basa en otras disposiciones de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio que apoyan la prevención, incluyendo la creación de la primera Estrategia nacional de prevención y promoción de la salud y el Fondo de prevención y salud pública para invertir en iniciativas de prevención y, este año, políticas para aumentar el número de profesionales de cuidado primario que ayuden a asegurar el acceso a estos servicios. Al eliminar el gasto compartido de la asistencia preventiva, la nueva ley también contribuye a que sea más fácil y asequible que los adultos mayores en Medicare y los estadounidenses en Medicaid tengan acceso a servicios y controles preventivos fundamentales
Cobertura de servicios de prevención de alto valor, que incluye nuevos servicios para mujeres y niños
Los planes cubiertos por estas normas deben ofrecer la cobertura de servicios de prevención integrales que recomienden los médicos y otros expertos sin imponer ningún requisito de gastos compartidos. Expresamente, estas recomendaciones incluyen:
Servicios preventivos basados en pruebas: El Grupo operativo de los servicios de prevención de los EE. UU., un panel independiente de expertos científicos, clasifica los servicios preventivos en base a la solidez de la evidencia científica que documente sus beneficios. Los servicios preventivos con "clasificación" A o B, tales como los controles de cáncer de mama y colon, los controles de deficiencias vitamínicas durante el embarazo, los controles de diabetes, alto colesterol y alta presión sanguínea y el asesoramiento para dejar de fumar quedarán cubiertos de acuerdo a estas normas.
Vacunas de rutina: Los planes de salud cubrirán un conjunto de vacunas oficiales recomendadas por el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización, desde inmunizaciones de rutina para niños hasta las vacunas antitetánicas periódicas para los adultos.
Prevención para los niños: Los planes de salud cubrirán la asistencia preventiva para los niños recomendada por las pautas Bright Futures, desarrolladas por la Administración de Recursos y Servicios de Salud junto a la Academia Estadounidense de Pediatría. Estas pautas proporcionan a los pediatras y otros profesionales de los cuidados de salud las recomendaciones de los servicios que deben proporcionar a los niños desde su nacimiento hasta los 21 años de edad para que se mantengan saludables y para aumentar las probabilidades de convertirse en adultos saludables. Los tipos de servicios que se cubrirán incluyen visitas a los pediatras con regularidad, controles auditivos y visuales, evaluaciones de desarrollo, inmunizaciones y controles y asesoramiento para tratar la obesidad y ayudar a que los niños mantengan un peso saludable.
Prevención para las mujeres: Los planes de salud cubrirán la asistencia preventiva provista a las mujeres de acuerdo a las recomendaciones del Grupo operativo y a las nuevas pautas que están desarrollando médicos, enfermeras y científicos, las cuales se espera se emitan el 1 de agosto de 2011.
Las pautas para los servicios preventivos se actualizan con regularidad para reflejar los nuevos avances científicos y médicos. A medida que se aprueben nuevos servicios, se les exigirá a los planes de salud que los cubran sin gastos compartidos para los años de planes que comiencen un año después. Un listado completo de los servicios cubiertos se encuentra disponible en www.CuidadoDeSalud.gov/center/regulations/prevention.html.
Dependiendo de su edad y el tipo de plan de salud, podrá acceder más fácilmente a servicios tales como:
- Análisis de la presión arterial, diabetes y colesterol;
- Controles de varios cánceres;
- Asesoría sobre temas tales como dejar de fumar, perder peso, comer mejor, tratar la depresión y reducir el consumo de alcohol.
- Vacunas de rutina contra enfermedades como sarampión, polio y meningitis;
- Inyecciones contra la gripe y la neumonía;
- Asesoramiento, exámenes médicos y vacunas para embarazos saludables; y
- Visitas regulares de bebés sanos y niños sanos, desde el nacimiento hasta los 21 años de edad.
Eliminación de obstáculos financieros a la atención preventiva
Las nuevas normas (que eliminan los gastos compartidos para los servicios de prevención) llevarán tranquilidad a muchos estadounidenses que retrasan o evitan la asistencia preventiva de importancia debido a los costos.[2]
A nivel nacional, los estadounidenses utilizan los servicios de prevención aproximadamente a la mitad del nivel recomendado.[3] Se estima que 11 millones de niños y 59 millones de adultos tienen un seguro privado que no cubre de forma adecuada, por ejemplo, la inmunización.[4] El gasto compartido (incluyendo deducibles, coseguros y copagos) reduce las probabilidades de que se utilicen los servicios preventivos. Un estudio demostró que la tasa de mujeres que se realizan mamografías aumentaba hasta un 9% cuando se eliminaban los gastos compartidos.[5]
Extensión de beneficios para hasta 88 millones de estadounidenses
Se estima que el próximo año 31 millones de personas con nuevos planes de empleadores y 10 millones de personas con nuevos planes individuales se beneficiarán de las nuevas disposiciones en relación con la prevención conforme a la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio. Se espera que la cantidad de personas con planes de empleadores que se beneficiarán con estas disposiciones aumente a 78 millones para el 2013, y alcance un total potencial de 88 millones de estadounidenses cuya cobertura de prevención mejorará debido a la nueva política. Muchas de las 98 millones de personas en planes grupales de salud que se espera obtengan derechos adquiridos y, por lo tanto, no estén sujetas a estas reglamentaciones, ya cuentan con cobertura de servicios de prevención.
Si bien el efecto estimado sobre las primas de esta póliza es aproximadamente del 1.5% en promedio, existen varios ahorros importantes de los gastos de su propio bolsillo para los estadounidenses que en la actualidad tienen una cobertura de servicios de prevención limitada, o no poseen ninguna. Las nuevas normas podrían proporcionar considerables ahorros para los estadounidenses que más necesitan los servicios importantes de prevención con potencial de salvar vidas. Por ejemplo, las pautas sugieren que una mujer de 58 años con riesgo de presentar una enfermedad cardíaca debería realizarse una mamografía, un examen médico para detectar cáncer de colon, una prueba de Papanicolau, una prueba de diabetes, una prueba de colesterol y recibir una vacuna anual contra la gripe. De acuerdo con un plan de seguro típico, estas pruebas podrían costarle más de $300 de su propio bolsillo.[6]
Los beneficios comprobados de los servicios de prevención incluyen efectos a corto y largo plazo en la salud y productividad de las personas y en los costos del cuidado de salud de la nación:
- Mejoras en la salud: Un estudio demostró que la realización efectiva de tan sólo cinco servicios de prevención (exámenes médicos para detectar el cáncer colorrectal y de mama, vacunas contra la gripe y asesoramiento para dejar de fumar y sobre el uso habitual de la aspirina) podría evitar 100,000 muertes por año.[7] Además, los exámenes médicos para detectar el cáncer y un tratamiento temprano y continuo podrían reducir la tasa de mortalidad del cáncer en un 29%.[8]
- Mayor productividad en el lugar de trabajo: Los problemas de salud representan un gran gasto para la economía, con 69 millones de trabajadores con días de ausencia cada año debido a enfermedades, y una reducción en la producción económica de $260 mil millones por año.[9] Parte de esto se puede evitar aumentando el uso de servicios preventivos comprobados.
- Costos del cuidado de salud reducidos: Uno de los principales generadores de costos en los cuidados de salud en los EE. UU. es el aumento de la obesidad y las enfermedades relacionadas a ella. Las personas obesas generan un 39% más en costos del cuidado de salud que el promedio. Brindar servicios de reducción de la obesidad y disminuir las enfermedades relacionadas con la misma podrían hacer bajar las primas totales entre un 0.05 y un 0.1%. Otros estudios han demostrado ahorros en costos asociados a otros servicios de prevención. Por ejemplo, por cada dólar gastado en inmunización se podrían ahorrar $5.30 en costos del cuidado de salud directos y $16.50 en costos totales sociales de la enfermedad.[10] Una revisión de los servicios de prevención realizada por la Comisión Nacional sobre Prioridades en Prevención descubrió que, además de las inmunizaciones a los niños, dos de los servicios de prevención recomendados (el asesoramiento sobre el uso de la aspirina en los adultos de alto riesgo y el control y una breve intervención sobre el uso del tabaco) ahorran costos en las personas menores de 65 años. Por sí mismo, se demostró que los controles sobre el uso del tabaco junto a una breve intervención ahorran un promedio de más de $500 por fumador.
Aprovechamiento de otras iniciativas para promover la prevención
Fondo de prevención y salud pública: $15 mil millones durante 10 años en proveedores y programas de atención médica para prevenir enfermedades, detectarlas de forma temprana y tratarlas antes de que se vuelvan graves. Para el año fiscal 2010 se dedicarán $500 millones para mejorar los esfuerzos de prevención clínicos y de la comunidad, mejorar la investigación y la recolección de datos y aumentar el número de profesionales de cuidado primario.
Prevención y bienestar en Medicare y Medicaid: La Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio también provee prevención sin gastos compartidos en Medicare. El 25 de junio, el HHS emitió nuevas normas para eliminar los gastos compartidos de los servicios de prevención recomendados provistos por Medicare y para brindar cobertura de Medicare (sin copagos ni deducibles) para una visita anual de control de la salud que incluya una evaluación integral de riesgos para la salud y un plan de prevención personalizado para un período de 5 a 10 años, a partir de 2011. La nueva ley también proveerá fondos complementarios federales mejorados de Medicaid destinados a los estados que proporcionen servicios de prevención en base a pruebas.
Consejo de salud pública y prevención: La Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio crea el Consejo Nacional de Prevención, Promoción de la Salud y Salud Pública, compuesto por altos funcionarios del gobierno, para coordinar actividades de prevención federales y diseñar una Estrategia nacional de prevención y promoción de la salud con aportes de los grupos interesados y las comunidades de todo el país para promover la salud de la nación.
Let's Move!: La iniciativa Let's Move!, de la Primera Dama, le brinda a los padres el apoyo que necesitan para mantener a sus hijos saludables y felices al proveer comidas más saludables en las escuelas, ayudar a los niños a ser más físicamente activos y hacer que la comida saludable y asequible esté disponible en todo el país.
Ley de Recuperación: Proporciona $1 mil millones para las iniciativas comunitarias, actividades para dejar de fumar, programa de reducción de enfermedades crónicas y esfuerzos por reducir las infecciones adquiridas en ámbitos de los cuidados de salud.
El HHS no impondrá estas normas a emisores de planes sólo para jubilados independientes en el mercado de seguros médicos privados.