2.5 millones más de adultos jóvenes tienen cobertura gracias al derecho de salud
Por Kathleen Sebelius, secretaria de Salud y Servicios Humanos
Como padres, nada nos da mayor tranquilidad que saber que nuestros hijos puedan alcanzar sus sueños sin limitaciones injustas. Por eso me complace anunciar que millones más de jóvenes adultos en los Estados Unidos actualmente tienen cobertura de seguro médico gracias a la ley de cuidados de salud, que les permite alcanzar sus metas sin preocuparse de lo qué sucederá si se enferman.
Gracias a la disposición de la ley que permite a los adultos jóvenes seguir teniendo el seguro médico de los padres hasta los 26 años, 2.5 millones de jóvenes obtuvieron cobertura, según análisis basados en los nuevos datos difundidos hoy por el Centro Nacional de Estadísticas de la Salud.
Las familias de todo el país se están beneficiando con esta parte de la ley, incluidas las familias como los Houghs, que tienen una hija, Natalie, a quien se le diagnosticó una rara afección cardíaca después de sufrir un paro cardíaco en la escuela. Su condición requiere medicamentos y cuidados de por vida. Con este diagnóstico, en un momento, las compañías de seguros no podían brindar cobertura a Natalie o le ofrecían planes inasequibles. Esto significaba que Natalie y su familia tenían que seguir pagando, o enfrentarse a alternativas inimaginables.
Ahora, gracias a la ley de cuidado de salud, Natalie puede permanecer en el plan de su familia y ha comenzado la universidad. Y, para cuando los 26, será ilegal que un plan niegue la cobertura a cualquier persona, independientemente de su estado de salud, y Natalie tendrá acceso a cuidados de calidad y a costos asequibles.
Las noticias de hoy son una nueva evidencia de las cosas buenas que la ley de cuidados de la salud está haciendo por los jóvenes y sus familias. Más jóvenes adultos en este país pueden continuar sus vidas con menos preocupaciones a la hora de asistir a una consulta con el médico cuando están enfermos, o incurrir en facturas médicas catastróficas si tienen un accidente. Y a nosotros, los padres, esto nos permite dar un suspiro de alivio.