Las conversaciones cotidianas pueden lograr un gran impacto
Las conversaciones cotidianas y frecuentes pueden causar un verdadero impacto en las decisiones de tu hijo con respecto al alcohol.
Hablar con tu hijo a temprana edad sobre la bebida es el primer paso para mantenerlo alejado del alcohol. Sin embargo, cuando los chicos entran a la secundaria y preparatoria, la presión para beber alcohol aumenta.1 Es importante continuar con la conversación durante la adolescencia.
Hablar con frecuencia establece una relación libre y de confianza con tu hijo.
Cuando los chicos tienen una relación fuerte y de confianza con sus padres tienen más probabilidades de evitar la bebida.2 Acostúmbrate a hablar con tu hijo todos los días. Esto facilitará tener conversaciones serias sobre temas como el alcohol y hará que tu hijo se sienta más cómodo al pedirte un consejo.
Varias conversaciones cortas son más efectivas que una "conversación larga y seria"
Sentarse para tener la "conversación larga y seria" acerca del alcohol puede ser intimidante para tu hijo y para ti. Trata de aprovechar las oportunidades diarias para hablar: en el auto, durante la cena o mientras ven televisión. Al tener varias conversaciones cortas, hay menos presión de tratar de dar toda la información en una sola y larga conversación, y al mismo tiempo, habrá menos probabilidades de que tu hijo deje de prestar atención.
Cuando hables sobre el alcohol, pon en claro tus puntos de vista y reglas.
Tómate tu tiempo para hablar sobre lo que piensas y crees acerca del alcohol con tu hijo. Sé sincero y expresa un mensaje claro y coherente con respecto al hecho de que el consumo de alcohol entre los menores de edad es inaceptable. Cuando sientan que estás siendo auténtico y franco con ellos, habrá más probabilidades de que respeten tus reglas sobre el consumo de alcohol entre los menores de edad.3
A medida que los chicos crecen, la conversación cambia.
Lo que le dices a un niño de 9 años es distinto a lo que le dices a un chico de 15. Asimismo, los chicos no pueden aprender todo lo que necesitan saber en una sola conversación. Asegúrate de que la información que le das a tu hijo sea acorde con su edad. A medida que crecen, puedes darles más información y reforzar tus reglas.
Crea tu plan de acción personalizado para obtener consejos apropiados de acuerdo a la edad.
Recuerda que la conversación es entre ambas partes.
Aunque es esencial hablar con tu hijo sobre lo que piensas sobre el alcohol, es también importante escuchar su punto de vista. Dale a tu hijo la oportunidad de preguntar y escuchar lo que tenga que decir. Los chicos cuyos padres escuchan sus sentimientos y preocupaciones tienen mayores probabilidades de decir "no" y rechazar al alcohol.4
Lo que haces es tan importante como lo que dices.
Además de hablar con frecuencia con tu hijo sobre el alcohol, es importante dar un buen ejemplo. Si decides beber, puedes influir de manera positiva en tu hijo al beber con moderación y NUNCA conducir si has bebido. Acuérdate dónde guardas el alcohol y recuérdale siempre a tu hijo que el alcohol en tu casa no está a su disposición.
